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Los dinosaurios ¿no van a desaparecer?

Lunes, 01 de noviembre de 2021 01:55

El absurdo es toda una categoría de pensamiento.

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El absurdo es toda una categoría de pensamiento.

Dominado por el sinsentido, tiene la potencia de hacer realidad lo imposible. Cercano a la locura, define un marco de percepción en el que lo increíble y hasta lo fantástico superan sus límites y se concretan. Realismo mágico o Alicia en el País de las Maravillas en la creación literaria; podríamos decir que Argentina en política económica.

No vale tanto la pena detenerse en lo que a esta altura ya son lugares comunes: el sinsentido de congelar precios por meses con escuadrones paraestatales que terminan de darle forma al ridículo. O renegociar la deuda con el Fondo Monetario desde un lugar de no negociación, con argumentos más propios de una banda de mariachis. Un marco normativo que debiera ser la herramienta fundamental de un gobierno para dar certeza y estabilidad, pero en medio de la falta de norte, causa el efecto contrario.

Conviene centrar el análisis en normas que parecen de menor valor, como la comunicación dictada en el día de ayer por el Banco Central, que permite abrir cajas de ahorro a turistas. Para empezar, hasta hace días no podían entrar al país y ahora pueden bancarizar dinero del extranjero con laxo control. Para seguir, lo pueden hacer a un tipo de cambio que no es el oficial, sino al denominado "dólar MEP", uno de los acrónimos para identificar uno de los tantos tipos de cambio existentes (van desde el culinario "puré" hasta el más pictórico "blue"). Para cerrar, se les ofrece a los ahora bienvenidos turistas la posibilidad de vivir la experiencia telúrica "depósito por ventanilla", como para evitar las desventuras de la banca electrónica (asumimos que el Central tuvo en cuenta los efectos de la conversión de internet en servicio público). ¿Qué hay detrás de este relato normativo que mezcla la mentira con la fantasía? ¿De esto que ya es un paso de tragicomedia, de una autoridad monetaria que en vez de ocuparse de lo que importa (el tipo de cambio y la emisión), dicta estos esperpentos normativos? ¿Qué surge de una lectura entre líneas? Pues lo de siempre: en economía, como en todo, se puede hacer cualquier cosa, menos evitar las consecuencias. Y aquí están las del "no plan", las de la emisión no provoca inflación ni afecta el tipo de cambio, las de, en definitiva, una política económica de "no crecer". Porque en esas estamos, a pocos días de una elección de medio término que ha marcado la hora de la verdad de un sistema de incoherencias y desatinos y, que aún así, resiste como los dinosaurios.

 

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