En el Tribunal Oral Federal 2 de Salta comenzó este lunes el juicio oral por el siniestro vial en el que fallecieron 43 gendarmes, del Destacamento Móvil 5 de Santiago del Estero, el 14 de diciembre de 2015.
inicia sesión o regístrate.
En el Tribunal Oral Federal 2 de Salta comenzó este lunes el juicio oral por el siniestro vial en el que fallecieron 43 gendarmes, del Destacamento Móvil 5 de Santiago del Estero, el 14 de diciembre de 2015.
El colectivo en el que viajaban tuvo una falla mecánica cuando transitaba por la ruta nacional 34, a la altura del kilómetro 956, cerca de Rosario de la Frontera, sobre el puente del arroyo Balboa. El chofer perdió el control del vehículo y cayó unos 20 metros. El micro viajaba desde Santiago del Estero hacia la ciudad de San Salvador de Jujuy ante la posibilidad de protestas sociales contra el gobierno de Gerardo Morales.
Los acusados, juzgados por el delito de estrago culposo, son el suboficial mayor Ricardo Ernesto Villasanti, encargado de la División Motorizada; el comandante Juan Carlos Germán, responsable de Logística; el comandante principal Juan Carlos Bordón, jefe de Personal; el comandante mayor Elio Rafael Méndez, jefe del Destacamento, y el comandante principal Ramón Antonio Maidana, segundo en el mando.
Luis Ruiz estuvo presente desde el comienzo del debate oral y presencial, que comenzó puntual a las 8.30, en avenida Francisco de Gurruchaga 297, al frente del monumento a Güemes.
Los conductores Hugo Ariel de Oliveira y Osvaldo Esteban Cenic habían advertido sobre el mal estado del colectivo siniestrado y mantuvieron sus dichos a pesar de las presiones que recibieron.
Los conductores Hugo Ariel de Oliveira y Osvaldo Esteban Cenic habían advertido sobre el mal estado del colectivo siniestrado y mantuvieron sus dichos a pesar de las presiones que recibieron.
Luis es hermano de Sergio Roberto Gallardo, un sargento ayudante que falleció en la tragedia. Con una remera que recuerda a los 43 gendarmes estuvo presente desde temprano y con mucho dolor dialogó con El Tribuno.
“Mi hermano tenía 45 años cuando falleció, ya le faltaban pocos años para jubilarse y era uno de los veteranos que integraban el contingente. Dejó a sus 4 hijos y a todos los familiares un dolor indescriptible. Es por eso que hoy pedimos justicia y la cárcel para todos los responsables de esta tragedia. Hay dos personas en el banquillo de los acusados, pero los familiares sabemos que hay más responsabilidades”, dijo Ruiz que si bien tienen diferente apellido a su hermano es porque lo crió su padrastro.
La mamá de ambos es Ernestina Monasterio y el dolor no la deja hablar. Ella también estuvo presente en el comienzo del debate oral y presencial.
“Lo que sabemos nosotros es que los obligaron a viajar. Mi hermano estaba en un asado y así lo sacaron para viajar a Jujuy: obligado. Hay muchos que no deberían haber viajado. Mi hermano inclusive tenía alcohol en sangre y no debía viajar. Sin embargo lo amenazaron y lo obligaron a viajar”, explicó Luis Ruiz.
Inclusive habló de un antecedente de un incidente con un móvil de la fuerza que ocurrió una semana antes de la tragedia de Rosario de la Frontera. “Una semana antes reventaron una cubierta viniendo desde Orán. Estaban todos los móviles sin mantenimiento. Él me llamó y nos dijo que en cualquier momento podría ocurrir una tragedia. Ellos sabían que no volverían, que estas muertes estaban anunciadas”, dijo con mucho dolor Ruiz.
“Nosotros (los familiares) tenemos mucha branca por lo que sucedió, por las presiones, la amenazas ante la negligencia de la fuerza. Venimos a este juicio para pedir justicia, pero también para que se condene la negligencia que al fin y al cabo también es corrupción. No queremos que vuelva a pasar nunca más y en esto compartimos el dolor de la tragedia del ARA San Juan que se llevó la vida de 44 personas por no realizar el mantenimiento como corresponde”, concluyó Ruiz.
Para llegar a esta instancia fueron fundamentales las declaraciones de Cenic y de otro cabo, Hugo de Oliveira, que alertaron sobre el deterioro del neumático y la necesidad de hacer un control en el balanceo del vehículo.
Los dos cabos, que trabajaban en el Área Motorizada, declararon durante la instrucción que el 8 de diciembre fueron a advertirle a su superior directo, el acusado Villasanti, que los neumáticos delanteros debían ser cambiados.
Durante la pesquisa que llegó a debate se determinó que efectivamente hubo graves irregularidades en torno del mantenimiento del colectivo, que habían sido informadas a los superiores y en las áreas correspondientes. Incluso el día previo al traslado del convoy dos gendarmes se negaron a conducir el micro siniestrado por las fallas que presentaba en el neumático que reventó.
Las cubiertas, con "alambres a la vista"
Beatriz Salas, madre de Félix Levi Ahumada, gendarme de 27 años dijo que “queremos todo el peso de la ley, confiamos en que se hará justicia por nuestros hijos para que nosotros podamos tener un pequeño aliciente”.
“Mi hijo estaba de franco pero ese día los obligaron a salir de noche sabiendo que los choferes de ese micro habían dicho que tenía problemas de dirección, las cubiertas recapadas con los alambres a la vista. Los choferes dijeron antes que eso era como matarlos sin embargo los obligaron a salir”, dijo la mujer.
Sobre la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich dijo “nunca le vimos la cara salvo en el cenotafio, jamás nos convocaron a los familiares ni nos dieron explicaciones porque no hay”.