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El Banco Central volcó US$ 290 millones para clavar el dólar en $200

La disparada es el síntoma del desconcierto y de una emisión de $500.000 millones. Al mismo tiempo, la caída del ingreso de los hogares se acerca a los números de 2002
Sabado, 13 de noviembre de 2021 01:03

Las elecciones legislativas de mañana llegan con una incertidumbre económica comparable a la que reinaba en los comicios de 2001 (con Fernando de la Rúa sin vicepresidente y una crisis dramática en la Alianza); más atrás, evocan a las del año hiperinflacionario de 1989. También las presidenciales de 2019 se celebraron en un tembladeral económico, pero existía la expectativa de que la coalición de Alberto Fernández y Cristina Kirchner pudiera encauzar al país en un rumbo racional. Esta expectativa hoy no existe, y mucho menos si se calibra todo lo que fue precipitándose después de las PASO del 12 de septiembre.

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Las elecciones legislativas de mañana llegan con una incertidumbre económica comparable a la que reinaba en los comicios de 2001 (con Fernando de la Rúa sin vicepresidente y una crisis dramática en la Alianza); más atrás, evocan a las del año hiperinflacionario de 1989. También las presidenciales de 2019 se celebraron en un tembladeral económico, pero existía la expectativa de que la coalición de Alberto Fernández y Cristina Kirchner pudiera encauzar al país en un rumbo racional. Esta expectativa hoy no existe, y mucho menos si se calibra todo lo que fue precipitándose después de las PASO del 12 de septiembre.

El dólar superó la cifra fatídica de los $200, la política de precios máximos volvió a mostrar su inutilidad y el poder adquisitivo de los hogares está en uno de los peores momentos de las últimas décadas.

Es cierto que la pandemia de coronavirus afectó a la economía de todos los países, tan cierto como que la crisis macroeconómica y el terremoto social se remontan a dos décadas atrás, por lo menos. Pero tan cierto también como que el actual gobierno no tiene un plan ni siquiera esbozado, para salir del pozo (y para presentar al FMI para tratar de renegociar los vencimientos de la deuda).

Dólar récord

Ayer, el Banco Central vendió US$ 290 millones, uno de los volúmenes más altos de los últimos tiempos. Fue una jugada extrema para frenar una escalada del blue que el jueves había trepado hasta los $207 y ayer arrancó la jornada con enorme ímpetu. La incertidumbre preelectoral se reflejó, necesariamente, en la cotización del dólar. La intervención logró estancarlo en $200 y la brecha con el dólar oficial, el tipo mayorista, ($100,20) quedó al borde del 100%, tras haber alcanzado el jueves el 107%.

El drenaje de US$ 290 millones se sumó a los US$ 40 millones del jueves, con lo que las reservas netas líquidas del BCRA se ubicaron en US$ 700 millones de dólares, según analistas del mercado.

A ciegas

En lo que va del año, el dólar blue acumula 20% de incremento. Y la inflación, 41,8%

Pero la enfermedad que más parece afectar a la economía argentina es la de las contradicciones y el agotamiento rápido de recursos, que fracasan sin dar resuello.

Así, para los operadores de negocios y para el empresario que maneja un capital que debería estar orientado a la actividad productiva, el dólar blue sigue siendo el resguardo más seguro. Una seguridad momentánea, pero que resulta hospitalaria apenas se recuerda la virulenta pelea interna que se desencadenó en el gobierno tras las derrota de septiembre.

Los cambios operados en el Gabinete luego de las PASO no hicieron sino agudizar los problemas económicos, ya que se los vivió como un fuerte retroceso, con la profundización de una etapa de intervencionismo expresada en la presencia del nuevo secretario de Comercio, Carlos Felletti, el avance de Paula Mercado en el área del Ejecutivo y el debilitamiento progresivo de los ministros Martín Guzmán y Matías Kulfas. En realidad, ese retroceso llega mucho más lejos: se remonta a la remota época en que la industrialización por sustitución de importaciones alentaba la ilusión de que se podía "vivir con lo nuestro".

Este año, nuestro país lleva exportados (en agosto) US$50.718 millones, pero poco más de US$ 12.000 en manufacturas industriales. El resto se debe a producción primaria, agroindustria y combustibles. De los US$ 40.000 millones de importaciones, el grueso lo ocupan bienes de capital, intermedios y accesorios.

Momentos complejos

Desde septiembre a la fecha, se estima, se emitieron $500 mil millones para financiar el gasto y tratar de llevar un paliativo a una situación social crítica al extremo. En octubre, una familia tipo necesitó más de $38.306 para no ser indigente y más de $72.601 para no ser pobre, sin considerar el pago del alquiler.

La gente redujo el gasto en comida entre el 5 y el 10%, porque la suba de la canasta alimentaria le gana a la inflación, mientras que el poder adquisitivo de los hogares se redujo. Sin empleo genuino, el asistencialismo se agota porque lo devora la inflación.

Se estima que más de siete millones de personas ni tienen ni buscan empleo. "Un millón de trabajadores no volvieron a presentarse a una búsqueda laboral al no encontrar una oportunidad rentada; se sumaron a más de 6 millones de personas que habían desistido antes", informó ayer Infobae. Sobre 21 millones de personas en edad laboral, según estimaciones del Banco Mundial, apenas el 58% trabaja, una cifra que pone a nuestro país entre los de peor situación laboral del mundo. "El efecto desaliento".

El antisalariazo

No solamente falta trabajo. Por la devaluación los sueldos privados cayeron 30% en dólares en los últimos dos años.

El ingreso promedio del trabajador registrado se acerca al año fatídico de 2002. En una economía como la Argentina, donde el peso tiene un valor ficticio, cuando sube la cotización del dólar baja el poder de compra de los hogares. El salto del dólar a $200 es más poderoso que los controles financieros y la fiscalización voluntarista de la política. Una elección llena de interrogantes. Las respuestas a las preguntas más urgentes llegarán a partir del lunes.

 

 

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