La embajadora de Francia en Argentina, Claudia Scherer-Effosse, estuvo esta semana en Salta para visitar una empresa de capitales de su país que puso en marcha un parque de energía solar en la Puna. La diplomática aprovechó, además, la oportunidad para reunirse con autoridades provinciales y municipales y con referentes franceses en la provincia.
En una entrevista exclusiva con El Tribuno realizó un balance de su actividad en el país y analizó la vinculación cultural, económica y turística entre ambas naciones.
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La embajadora de Francia en Argentina, Claudia Scherer-Effosse, estuvo esta semana en Salta para visitar una empresa de capitales de su país que puso en marcha un parque de energía solar en la Puna. La diplomática aprovechó, además, la oportunidad para reunirse con autoridades provinciales y municipales y con referentes franceses en la provincia.
En una entrevista exclusiva con El Tribuno realizó un balance de su actividad en el país y analizó la vinculación cultural, económica y turística entre ambas naciones.
Fue designada como embajadora en Argentina a fines de 2019 y casi inmediatamente se desató la pandemia por COVID-19. ¿Cómo afectó esta situación en sus actividades?
En la primera parte de la pandemia, cuando hubo cuarentena y cierre de fronteras, cambió completamente el trabajo de la Embajada que, de un día para el otro, se transformó en una inmensa célula de crisis para ayudar a los aproximadamente 3.000 turistas franceses que estaban por toda la Argentina y, en particular en Salta, a encontrar una vía para regresar a Francia.
Cambiamos nuestra forma de trabajar y empezamos a usar mucho la digitalización. Yo como embajadora empecé a trabajar, por ejemplo, vía Zoom, ya que tenía programada toda una agenda de viajes hacia las provincias. En ese momento me dije: “Así puedo empezar una conversación que continuará cuando se pueda viajar”.
La nueva manera de vincularse mediante elementos tecnológicos se impuso en la agenda...
Al mismo tiempo, las actividades culturales de la Embajada migraron también a lo digital y descubrimos que el Zoom nos daba la oportunidad de hacer cosas que nunca hubiéramos logrado de manera presencial. Porque la modalidad del Zoom no era una segunda opción, sino la única. Por eso, por ejemplo, pudimos montar encuentros con especialistas franceses que de seguro no hubieran tenido tiempo de venir a Buenos Aires, pero con esta modalidad participaron.
¿Qué balance hace de su paso por la provincia?
Fui a la inauguración de la planta solar construida por Neoen, una empresa francesa muy dinámica en energías renovables, me reuní con el vicegobernador, si bien estaba previsto que me reciba el gobernador, pero su situación de salud se lo impidió, por lo que tuvimos un largo diálogo con el señor (Antonio) Marocco con quien hablamos de las oportunidades de inversión en Salta y los desafíos de la provincia y el trabajo de las provincias del norte en el grupo del Norte Grande para plantear sus preocupaciones en conjunto ante la Nación. Eso es algo que he visto en varios viajes que hice: que hay mucho resentimiento con Buenos Aires que se queda con mucho del Presupuesto y las provincias sienten que no las tienen suficientemente en cuenta y padecen la falta de interés de la Nación.
A partir de los casos de la mina de Eramine o este nuevo proyecto de energía solar, ¿cree que es Salta un escenario atractivo para las inversiones francesas?
El desafío más grande en este momento, como lo conciben Francia y la Unión Europea, es el cambio climático y la transformación radical de la economía que hay que hacer y en ese sentido, Salta y Argentina en general se puede presentar al mundo como un país con mucho para contribuir y participar en esa transformación a partir de que cuenta con espacios muy grandes para desarrollar energía eólica, para lo cual hay proyectos franceses en la Patagonia; hay también el enorme potencial a partir de la energía solar, incluso en Neoen me explicaron el por qué de la locación que eligieron por el sol increíble y la pureza del aire que hace que los paneles estén en el mejor ambiente posible.
Y el litio es otro tema que es conocido que Argentina tiene la segunda reserva mundial de litio, si no me equivoco junto a Bolivia y Chile, países a los que se considera el Triángulo del Litio, por lo que hay inversiones pensadas para la Argentina. El litio será necesario para todo. Lo mismo pasa con el hidrógeno verde que, si bien Francia no tiene acá proyectos de hidrógeno verde, por qué no pensar que los vaya a haber.
¿Y las empresas confían en la Argentina?
Yo como embajadora no puedo negar que muchas empresas acuden a mí para decirme que tienen una situación complicada por restricciones al acceso a las divisas, a la importación, empresas multinacionales que tienen su empresa en la Argentina que no le pueden pagar los servicios porque no le dejan acceso a los dólares. Entiendo que la situación de las Reservas está complicada y es nuestro deseo que haya un acuerdo en tiempo para que la Argentina pueda cumplir con su compromiso con el Club de París. Esperamos que haya un acuerdo para que se despeje el cielo y se pueda pensar en un crecimiento sostenible que es lo que quiere el Gobierno y también nosotros.
¿Tienen cuantificada a la comunidad francesa en Argentina?
La comunidad francesa registrada es muy pequeña, de 11.000 personas. Esto es así porque nosotros los franceses no los obligamos a registrarse, pueden hacer todos sus trámites en el Consulado sin registrarse. Pensamos que hay al menos 25.000 franceses en Argentina y en Salta, registrados tenemos unos 170, pero sabemos que deben ser 40 o 50 más.
Son expertos en vinos. ¿Conoce los vinos salteños?
Son vinos excelentes, no hay ninguna duda de ello. Hubo mucho trabajo en la mejora de la calidad del vino. A mí me interesan los blend, porque los franceses mezclan las cepas y es algo que se está popularizando. Lo veo cada vez más en las cartas de los vinos.
Salta tuvo una triste fama en Francia a partir de los crímenes de dos ciudadanas hace unos años y de un joven hace un poco menos. ¿Qué imagen tiene hoy Salta en su país? ¿Recomiendan a sus ciudadanos no venir?
No, para nada. Lo que Francia recomienda es muy transparente, tenemos el sitio web del Ministerio donde su punto de entrada más popular es: “Consejos para viajeros”, y eso está actualizado todos los días. Y cada Embajada o Consulado contribuye con información sobre seguridad, problemas de salud, problemas de cualquier tipo de riesgos y nosotros nunca pusimos nada diciendo que había un tema en Salta. De hecho yo estaba acá en 2009 como primera consejera en la Embajada cuando ocurrió ese drama y fue uno de los momentos más difíciles de mi carrera como diplomática recibir al padre y los hermanos de Houria y al padre de Cassandre. Fue muy difícil. Pero sé que hubo muchos esfuerzos del Gobierno de Salta de entonces para tratar de traer luz y dar justicia en el caso. En Francia, en esa época se habló del tema una o dos veces en la prensa y pasó, porque en realidad los franceses saben que esto podría ocurrir en cualquier lugar. Y pasa. Y Salta no es un lugar donde haya tiroteos todos los días así que no hay recomendaciones que la tilden de peligrosa. No.
Recién mencionó al padre de Cassandre. El siente, y lo dijo muchas veces acá que no se hizo justicia con su hija. Que los condenados no son los verdaderos culpables de ese crimen. ¿El llevó ese planteo a la Embajada o al Gobierno francés?
Sí. Él lo ha llevado, pero no nos pide intervención. Sabe que nosotros respetamos la Justicia de un país socio y que no nos gustaría que en el sentido contrario alguien venga a decir al Gobierno francés que no hizo lo correcto. Por ahora creo que uno de los temas está en la Corte Suprema y nosotros no intervenimos. El señor Bouvier tiene todo el derecho a pensar lo que piensa y tiene libertad de pensar y expresar lo que quiere. Veremos qué decide la Corte, si hay necesidad de hacer otro juicio. No soy jurista y no voy a hacer comentarios antes de que la Corte se expida.