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Entre las peores consecuencias está el impacto psicológico

Hay consultas constantes por ansiedad, pánico o culpa.
Domingo, 25 de abril de 2021 00:00

"La mayor secuela es emocional, psicológica", advirtió el doctor Ricardo León de la Fuente, jefe del programa de Medicina Interna y UTI (Unidad de Terapia Intensiva) del hospital Papa Francisco. Estas consecuencias las padecen tanto quienes transitaron la enfermedad de manera leve como los que tuvieron un cuadro grave.

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"La mayor secuela es emocional, psicológica", advirtió el doctor Ricardo León de la Fuente, jefe del programa de Medicina Interna y UTI (Unidad de Terapia Intensiva) del hospital Papa Francisco. Estas consecuencias las padecen tanto quienes transitaron la enfermedad de manera leve como los que tuvieron un cuadro grave.

La más frecuente es el pánico. "El haber estado aislados les genera vulnerabilidad muy alta, que hace que tenga mayor miedo que con cualquier otra enfermedad", destacó León de la Fuente.

A las secuelas psicológicas las atraviesan incluso los médicos que se contagiaron. "Los peores momentos de la enfermedad lo pasás solo", advirtió Marcelo Nallar, gerente del hospital Arturo Oñativia. El médico habla por experiencia propia, ya que contrajo el virus y tuvo neumonía bilateral.

"A mí me pasó que tenía el alta infectológica pero no me daba la fuerza para abrir una botella. La sensación de que eso no se va a ir nunca te da ansiedad y depresión. La depresión que te agarra es mucha, a pesar de que soy médico y conozco la enfermedad", advirtió Nallar. El médico contó que lo tranquilizó el neurólogo del hospital que gerencia: "Me dijo que me quede tranquilo, que se iba a ir. Se fue todo, actualmente tengo una vida normal", aseveró el gerente, que pidió a los que transcurrieron la enfermedad mantener tranquilidad.

Sin embargo, destacó que se debe buscar ayuda en caso de ser necesario. "Es importante que, una vez que se tenga el alta, haya asistencia en salud mental", advirtió.

Lo mismo recomendó Ricardo León de la Fuente. Pidió "tener paciencia" y que los médicos indiquen a los pacientes una consulta con los especialistas correspondientes. "Psicólogos, cardiólogos, neurólogos y neumonólogos están siendo las especialidades más buscadas después de la COVID", aseveró.

Lo emocional también es importante en la etapa previa al coronavirus. "La incertidumbre de cómo lo atravesará uno hace que suframos un estrés mucho más grande que con otra enfermedad. Eso, diría que es algo perjudicial para la evolución del paciente", advirtió Nallar.

Personal sanitario

Las secuelas emocionales son más profundas entre el personal sanitario, por estar en la primera línea, a lo que se suma el hastío y la fatiga por trabajar sin descanso desde hace un año. En el hospital Papa Francisco el 5 por ciento del personal se enfermó. "La mayoría ha quedado, sobre todo, con miedo a contraer la enfermedad o han tenido la desgracia por haber contagiado a algún familiar. Tienen culpa, problemas de angustia que se relacionan con un carga psicológica muy grande que hace que sufran más de lo debido. También fatiga emocional y física", repasó de la Fuente.

En el hospital Oñativia el 20 por ciento del personal estuvo enfermo o aislado y el 75% tuvo pos-COVID. "Les dieron de alta pero no están al 100%", explicó Nicolás Flandorffer, médico de la UMI ( Unidad de Medicina Intensiva) de la institución.

"Hay gente que sigue con cefalea, por ejemplo. O trabajadores que hace dos meses que salieron de la COVID y deben llegar del trabajo a la cama, no pueden estar con sus hijos, cosas que antes no les pasaba. Hay una especie de hastío. Además, las situaciones se viven en un contexto de fuerte demanda laboral. Estamos hace más de un año luchando con esto. Luego de mucho esfuerzo te contagiás y volvés a la batalla. Pero es como el soldado que está lesionado", analizó Flandorffer.

La dinámica laboral en los hospitales está cambiando. "Es difícil, sobre todo para los que no tenemos descanso. Se da un día de trabajo a la semana en la casa, para que puedan cambiar de ambiente y no sobrecargar. Pero a veces, por compañeros que están aislados, tenemos que recargar a uno u otro. Pero es de esa manera, rotando el personal, tratando que lo pasen de la mejor manera posible... es difícil", reconoció de la Fuente.

En el Oñativia también se aplican nuevas formas de trabajo: "Estamos no exigiendo mucho a los que están con pos-COVID. Pero también tenemos lugares críticos que son medio difíciles de reemplazar. Mientras, algunos, sí pueden trabajar desde la casa", destacó Flandorffer.

 

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