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Denuncia apremios contra su hijo que está grave en el San Bernardo

Santos Nolasco Centurión dice que a su hijo lo golpearon en la comisaría 45 de Tartagal. El joven estuvo detenido durante 15 días acusado por portación de arma de fuego.
Lunes, 27 de diciembre de 2021 00:18

Santos Nolasco Centurión denunció que su hijo Franco Darío, de 29 años, trasplantado de médula ósea, fue víctima de apremios en la comisaría 45 de Tartagal, razón por la cual se debate entre la vida y la muerte en la terapia intensiva del hospital San Bernardo desde hace 15 días.

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Santos Nolasco Centurión denunció que su hijo Franco Darío, de 29 años, trasplantado de médula ósea, fue víctima de apremios en la comisaría 45 de Tartagal, razón por la cual se debate entre la vida y la muerte en la terapia intensiva del hospital San Bernardo desde hace 15 días.

El hombre relató que el 11 de noviembre pasado, a las cuatro de la tarde, su hijo Franco le pidió que le prestara su moto. Luego el joven salió de su casa, del barrio Belén, y se trasladó en el vehículo. "Se fue por el camino Balbuena a juntar algarroba con su amigo Iván Rojas. En medio de los yuyos encontró una pistola vieja y la puso en su mochila. Cuando terminaron de juntar algarroba pegaron la vuelta para Tartagal", contó Santos.

Entre la zona donde fueron y la ciudad hay unos 45 kilómetros de distancia. "A las siete y media cuando entraban a Tartagal los paró la (Policía) motorizada. Los requisaron, vieron la pistola vieja y los detuvieron", manifestó.

En la zona hay una estación de servicio. Justo, un conocido de la familia que pasaba por el lugar lo llamó al hombre para avisarle que a su hijo habían detenido. "Me fui a la comisaría. Allí, un efectivo me dijo que él era el comisario a cargo. No me acuerdo el nombre. Le dije que el chico que tenían esposado era mi hijo, que la moto era mía y me contestó que lo iban a detener por tenencia de arma de fuego", expresó.

Santos aseguró que su hijo nunca portó un arma y que desesperadamente intentó explicarle a los policías que Franco era trasplantado de médula a los 11 años. En el operativo policial había más de 40 efectivos, incluso de Infantería.

Sostuvo que el comisario no le dejaba emitir palabra. "Hablaba y se respondía solo. Yo solamente quería decirle que mi hijo es un enfermo de alto riesgo, que por favor no le hicieran nada. Solamente me contestó: " "Nadie pega a nadie'".

El papá del joven volvió a su hogar a buscar los papeles de su moto, mientras que su hijo quedó detenido.

"Lo aporrearon"

"Esa misma noche lo aporrearon en la comisaría y lo peor es que esperaron 11 días para llevarlo al médico. En total estuvo preso 15 días. Después de darle el alta le dieron la libertad", señaló Santos, sobre la supuesta golpiza.

Un viernes por la tarde, Franco regresó a su hogar. "Me puse contento. Lo vi y me dijo que estaba muy cansado, solo quería recostarse. Le pedí que me contara todo, pero no quiso. Al rato entró al baño y me llamó: había orinado sangre".

Santos llevó a su hijo a un médico clínico amigo. El profesional le dijo que estaba en grave estado y ordenó internarlo en el hospital de Tartagal.

"Mi hijo, además, tiene una herida grandísima en la pierna izquierda, desde el tobillo hacia arriba y los médicos quisieron cortársela en Tartagal, pero yo me opuse", dijo el padre con profundo pesar.

Añadió que el diagnóstico es demoledor: Franco tiene desprendimiento de riñón. "Además, no le funciona el pulmón, el hígado está deteriorado y la úlcera de la pierna cada vez peor", indicó. El joven está en el San Bernardo, donde permanece intubado y dormido.

La familia del chico aseguró que hay un testigo de los supuestos vejámenes en la comisaría. Y contaron que esta persona les dijo, llorando, que a su hijo los policías lo desnudaron, lo obligaron a hacer saltos rana, mientras se reían de él y le propinaban patadas en los glúteos y la espalda.

Piden justicia

Por esta razón piden que la Justicia actúe por la supuesta golpiza que recibió en la comisaría. "Quiero conversar frente a frente con el ministro de Seguridad, Abel Cornejo, para explicarle que ellos toman para policías a gente que no está capacitada para ese trabajo. Son boxeadores que se entrenan con todos los presos, caiga quien caiga", afirmó.

Y aseguró: "Los policías se envuelven las manos con trapos mojados para pegar y que el golpe sea interno y no visible". El hombre radicó una denuncia en la Fiscalía de Derechos humanos de Tartagal.

Franco sufrió leucemia cuando tenía 11 años. Estuvo cuatro meses internado en el hospital de niños de la capital salteña y luego fue derivado a Buenos Aires. Lo trasplantaron de médula ósea en el hospital Garrahan y vivió ocho años en esa ciudad, luego la familia regresó a Tartagal.

 

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