¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

16°
18 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Malos presagios ante la crecida del río Pilcomayo

Los habitantes de todas las comunidades aborígenes están preocupados.
Lunes, 27 de diciembre de 2021 20:37

Observar al río Pilcomayo crecido, a la altura del puente Misión La Paz - Pozo Hondo, es sobrecogedor. El cauce alcanza hasta 300 metros de ancho y baja “mudo” como dicen los lugareños. Lo que es lo mismo que decir que casi no hace ruidos por la fuerza de la correntada que todo lo arrasa a su paso.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Observar al río Pilcomayo crecido, a la altura del puente Misión La Paz - Pozo Hondo, es sobrecogedor. El cauce alcanza hasta 300 metros de ancho y baja “mudo” como dicen los lugareños. Lo que es lo mismo que decir que casi no hace ruidos por la fuerza de la correntada que todo lo arrasa a su paso.

Ya el fin de semana, comunidades como Monte Carmelo y La Curvita quedaron aisladas por la creciente. Y ayer los otros sectores, como Alto la Sierra, Santa María, Aguas Verdes, Las Vertientes esperaban ansiosos que las defensas resistieran el embate del agua y se preparaban para lo peor.

Es que desde la estación hidrológica existente en Villamontes, Bolivia, lanzaron ayer por la mañana un alerta para todas las comunidades ubicadas aguas abajo, de que el nivel del río aumentaría por lo menos medio metro, lo que causaría un verdadero desastre.

Así las cosas, el referente Leonel Mendoza, de Santa Victoria Este, emitió ayer un pedido anticipado de ayuda por audio, luego de haber escuchado el alerta de Villamontes. El referente aborigen manifestó la honda preocupación reinante entre sus paisanos ante las noticias que bajan de Bolivia.

De hecho, la localidad de Dorbigny, al otro lado de la frontera, ya se encontraba totalmente inundada ayer al mediodía.

Lo malos recuerdos 

Por eso, en Santa Victoria los aborígenes y criollos comenzaron a pedir la presencia de autoridades provinciales porque temen vivir una inundación como la de hace tres años. 

En aquella oportunidad hubo comunidades enteras, como La Curvita, que prácticamente fueron borradas del mapa por las aguas.

Fueron casi 20 días de vivir literalmente “en el agua”, con lo que eso conlleva en falta de agua potable, imposibilidad de cocinar alimentos, no tener donde dormir, ropa ni camas secas.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD