En un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala VII del Tribunal de Juicio, Ariel Ismael Alancay (33) fue condenado a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional por resultar autor penalmente responsable del delito de homicidio preterintencional.
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En un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala VII del Tribunal de Juicio, Ariel Ismael Alancay (33) fue condenado a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional por resultar autor penalmente responsable del delito de homicidio preterintencional.
Durante la audiencia, el acusado reconoció los hechos por los cuales fue denunciado, asumió su responsabilidad y manifestó su conformidad con la pena solicitada por el Ministerio Público con acuerdo de su defensa y de la parte querellante.
Asimismo, las denunciantes (familiares del damnificado) manifestaron tener pleno conocimiento del procedimiento de juicio abreviado y prestaron su conformidad.
Alancay fue condenado por un hecho ocurrido el 2 de noviembre del año pasado, en una vivienda de barrio Castañares. Esa noche, Leonardo Ortega se presentó en el lugar con el propósito de visitar a su hija. En el inmueble residían el imputado y su pareja, quien era sobrina del damnificado. Alancay lo increpó diciéndole que no podía estar ahí porque tenía prohibido acercarse a su pareja, por una denuncia por supuesto abuso sexual. En ese contexto, el acusado le dio un golpe de puño a Ortega, quien cayó pesadamente al piso.
La víctima falleció dos días después en el hospital, por traumatismo cráneo encefálico grave.
El juez Federico Diez le dictó al imputado una serie de obligaciones que deberá cumplir durante tres años para conservar la prisión en suspenso. Entre ellas, abstenerse de acercarse al domicilio de las denunciantes; prohibición de establecer contacto con ellas y de ejercer actos de violencia física o psíquica en su contra y en contra de su grupo familiar; realizar consulta sobre la necesidad de realizar tratamiento psicológico para el control de sus impulsos; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas, entre otras reglas de conducta. Finalmente, el juez ordenó la extracción de muestras de ADN por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, previa asignación del dato único de identificación genética.