Eligieron el camino de la excelencia. Tras varios años de mucho estudio, esfuerzo y disciplina egresa la primera promoción de “Bailarines clásicos profesionales” de la Escuela Oficial de Ballet de la Provincia. Se trata de Candela Martínez Espósito, Rocío Estefanía Lorenzone, Morena Sofía Taibo, Camila Moreno Balastegui y María Victoria Cardozo Cánaves.
Un dato relevante: la institución cuenta con el mismo programa de estudio que la carrera de Danza del Teatro Colón, de Buenos Aires, brindándole una enorme proyección a nivel nacional y regional.
El ballet es una disciplina en la que sus cultores se inician a muy temprana edad, 7 u 8 años, lo que les permite alcanzar mayor soltura en los movimientos y el perfeccionamiento de las técnicas. Es así que estas cinco bailarinas aun antes de ingresar a la Escuela de Ballet ya habían cursado algunos años en conservatorios privados. “Ellas vinieron a la Escuela desde diferentes academias, es por eso que el primer año fue de nivelación, lo que nos permitió arrancar luego con el perfil que elegimos, basado en el Método Vaganova”, explicó Alejandra Cercená, directora de la institución.
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Eligieron el camino de la excelencia. Tras varios años de mucho estudio, esfuerzo y disciplina egresa la primera promoción de “Bailarines clásicos profesionales” de la Escuela Oficial de Ballet de la Provincia. Se trata de Candela Martínez Espósito, Rocío Estefanía Lorenzone, Morena Sofía Taibo, Camila Moreno Balastegui y María Victoria Cardozo Cánaves.
Un dato relevante: la institución cuenta con el mismo programa de estudio que la carrera de Danza del Teatro Colón, de Buenos Aires, brindándole una enorme proyección a nivel nacional y regional.
El ballet es una disciplina en la que sus cultores se inician a muy temprana edad, 7 u 8 años, lo que les permite alcanzar mayor soltura en los movimientos y el perfeccionamiento de las técnicas. Es así que estas cinco bailarinas aun antes de ingresar a la Escuela de Ballet ya habían cursado algunos años en conservatorios privados. “Ellas vinieron a la Escuela desde diferentes academias, es por eso que el primer año fue de nivelación, lo que nos permitió arrancar luego con el perfil que elegimos, basado en el Método Vaganova”, explicó Alejandra Cercená, directora de la institución.
Se trata de una carrera de ocho años, más uno de especialización. Es muy exigente, ya que el ballet requiere de mucha disciplina, concentración, esfuerzo y actitud. Forma a niño tanto corporal como mentalmente. Son cinco horas de intenso trabajo diario, de lunes a viernes durante casi una década. Integra, además, el aprendizaje de idiomas, teatro, preparación física, etc.
En cuanto al Método Vaganova, es una técnica rusa de ballet clásico, “la más rigurosa y exhaustiva del mundo”, según los expertos. Señalan, además, que los estudiantes aprenden la técnica precisa y detallada de cada paso, y la claridad instrumental en su actuación. “A los artistas se les enseña a bailar con todo el cuerpo y no únicamente con sus piernas. Esta fórmula constituye el elemento especial y único de la escuela rusa, que permite alcanzar autenticidad y veracidad en el escenario, lo que a su vez se transforma en realidad coreográfica”, detallan.
Este método rechaza la “producción en serie” de bailarines y enfatiza la importancia de entender la individualidad de cada estudiante, desarrollando sus características personales de acuerdo a sus parámetros físicos, resaltan los especialistas. Sobre estos puntos, Cercená recordó: “Cuando se inició el proyecto de la Escuela de Ballet recorrí instituciones de toda Latinoamérica y tuve al Teatro Colón como referencia. Admito que llegué allí con ciertos temores, al tratarse de uno de los más importantes del mundo. Sin embargo, me encontré con Tatiana Fesenco, regente del Instituto Superior de Arte, una persona abierta, amorosa y dispuesta a enseñar y mostrar todos los secretos del ballet”.
Tatiana Fesenco es una figura emérita de Rusia, egresada del teatro Mariinsky, conocido en la era soviética como Teatro de Opera y Ballet Kírov. En San Petersburgo, en tanto, se perfeccionó en la escuela de Vaganova, junto con Mijaíl Baryshnikov, entre otros bailarines y coreógrafos de talla internacional.
"Un semillero para la provincia"
La preparación que reciben en la Escuela salteña posibilita a las alumnas ingresar luego a los ballets de clásico y de folclore de la provincia, es un verdadero semillero de bailarines profesionales. Sobre este punto, Alejandra Cercená señaló: “Mientras en otras profesiones muchos jóvenes buscan emigrar para ejercerlas, en lo que hace a las danzas los chicos quieren quedarse e ingresar a los cuerpos estables de Salta”. Este es un aspecto a destacar, ya que no solo se forman profesionales, sino que la Provincia les posibilita su inserción laboral en el propio territorio.
Egresar de la institución “es el momento en donde todo comienza, no donde todo termina”, aseguró Cercená. Las jóvenes ahora tienen mucho por recorrer y trabajo por hacer en la construcción de sus propias carreras. En el caso de Victoria Cardozo, actualmente integra el Ballet de la Provincia, y Candela Martínez ejerce la docencia.
Mañana, el grupo de egresadas despedirá el año en el marco del espectáculo de cierre del ciclo lectivo 2021, en el Teatro Provincial “Juan Carlos Saravia”, Zuviría 70. Las actividades se desarrollarán a partir de las 21. La entrada será libre, gratuita, sin invitación y por orden de llegada.
Las aspiraciones
La Escuela Oficial de Ballet depende de la Secretaría de Cultura de la Provincia y otorga a los egresados el título de “Bailarín clásico profesional”. Pese a que la cerrera cuenta con el mismo plan de estudios que el instituto del Teatro Colón, aún no logra que el certificado sea reconocido por el Ministerio de Educación. Este se ha convertido en una de las grandes aspiraciones de sus directivos, ya que le otorgaría un status de mayor prestigio y abriría un nuevo abanico de posibilidades. El proyecto ya se encuentra en la Cartera provincial, listo para su análisis.