A un mes del inicio de clases en la provincia, el centro de la ciudad cambió su paisaje habitual. Por la amenaza del coronavirus por ahora no se vieron padres recorriendo las librerías céntricas con la lista de útiles en sus manos. No por las restricciones de circulación que existieron en algún momento, sino por la incertidumbre que hasta ahora tuvieron muchos sobre el inicio de clases, confirmado ayer para el 1 de marzo.
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A un mes del inicio de clases en la provincia, el centro de la ciudad cambió su paisaje habitual. Por la amenaza del coronavirus por ahora no se vieron padres recorriendo las librerías céntricas con la lista de útiles en sus manos. No por las restricciones de circulación que existieron en algún momento, sino por la incertidumbre que hasta ahora tuvieron muchos sobre el inicio de clases, confirmado ayer para el 1 de marzo.
Sin largas filas en las cajas ni locales llenos de mamás buscando el mejor precio, los comerciantes se esperanzan con un repunte. Los gerentes de los comercios explicaron a El Tribuno que la baja en las ventas de útiles escolares se debe principalmente al temor que hay entre los padres de que no comiencen las clases normalmente por la pandemia.
Muchas familias llegaron a esta fecha con temor de que suceda lo mismo que el año pasado y los chicos se queden fuera de las aulas. "Por lo que nos dicen, ellos creen que no van a empezar el ciclo lectivo, pero nosotros tenemos la expectativa de que sí y que las ventas se reactiven", agregó el encargado.
Los útiles escolares en promedio tienen aumentos que superan a la inflación del año pasado, aunque hay algunos materiales de librería que aumentaron menos en la comparación interanual, pero son casos puntuales.
El golpe al bolsillo también se nota. En las librerías céntricas, en promedio las subas fueron de alrededor del 40 por ciento interanual, unos cuatro puntos porcentuales por arriba de la inflación de 2020, que fue del 36,1 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
"En estas semanas no tenemos la cantidad de padres que teníamos el año pasado buscando los útiles para los chicos. La merma se nota, es más que evidente, por ejemplo la semana pasada solo vendimos tres mochilas algo que no es normal para esta época. El año pasado, por temor a los cambios de precio en estas semanas ya venían las madres buscando ofertas y empezaban a comprar. Hoy el movimiento es nulo", expresó el gerente de una librería ubicada en la calle Caseros.
Algunos de los pocos clientes que ayer caminaban por el centro afirmaron que están adquiriendo los productos básicos y que se puedan utilizar en un eventual inicio de clases virtuales, como repuestos de hojas de carpeta, lápices, fibras, sacapuntas o borrador.
Los artículos más costosos como cartucheras, mochilas, carpetas estampadas están siendo dejados de lado ya que la mayoría piensa en comprar los productos elementales para que sus hijos arranquen el año.
Los vendedores recordaron que en 2020 muchas personas comenzaron las compras escolares temprano para evitar posibles nuevos aumentos. Este año esos productos tienen baja demanda. Aunque no se especifica de cuánto fue la reducción en la facturación, aseguran que la caída es notable.
"Hoy las librerías se mantienen con las ventas de artículos de oficina o compras en general, lamentablemente una época tan esperada como es el inicio de clases viene muy floja. Capaz repunte una semana antes o cuando empiece el ciclo lectivo", añadió el gerente de un comercio ubicado en la calle Balcarce.
Precios
En una recorrida por los locales de las calles Caseros y Balcarce, se pudo observar que hay disparidad de precios y algunos artículos de librería son más económicos en un lugar que en otro. Por eso se recomienda a los que manejan un presupuesto acotado, recorrer para encontrar ofertas.
En los locales relevados por este medio, se puede encontrar variedad y diferencias de precios, que en general se dan por las marcas. Hay productos de segmentos más económicos que son realmente accesibles.
Un lápiz negro puede costar entre $20 los más baratos y $50 de mayor calidad. Las lapiceras más conocidas por tres unidades cuestan $150. La caja de 12 lápices largos de colores puede salir entre $105 y 345. La cajita de 12 crayones cortos se vende por un valor que va de los 80 a los $347.
El cuaderno clásico de tapa dura de la marca más accesible sale $110 mientras que el de primera marca cuesta 412. El bloc de dibujo sale 142 y las hojas de color, desde $145 a 217. Los repuestos de 480 hojas para carpeta de tres anillos de segunda marca cuestan $305 y la marca más reconocida, con refuerzo en los hojales, 1.132. La plasticola en el envase más pequeño sale $15 y la voligoma, 59. El sacapuntas arranca en los $49 y los más caros pueden superar los 200.
Las cartucheras tubo con cierre simple varían entre $282 y 841, de acuerdo con la marca, el tamaño y el diseño. Las más caras son las de dos pisos y cuestan entre 854 y $1.589. Las mochilas sin carro valen entre 1.009 y $3.920. Las que tienen carro son más caras, van de 3.311 a los $6.963.
Las carpetas estampadas ocupan gran parte de las estanterías de las librerías y presentan diseños variados, originales y divertidos. Los precios van entre los 180 y $587. Quienes buscan las clásicas carpetas negras pueden encontrarlas por $107. Para completar la lista de útiles podemos sumar: borrador entre 21 y $30, fibras x 10 entre 88 y $227 y regla entre 48 y $219. La tijera más económica se encuentra en $73 y la más cara puede costar 263.
La vuelta de los chicos a clases será por grupos
Salud y Educación ultiman los detalles del protocolo que se seguirá.
Los ministros Esteban y Cánepa.
A un mes de que se inicie la vuelta de los chicos a las aulas, según lo anunciado por el Gobierno provincial, funcionarios de los ministerios de Salud y Educación se reunieron para ver los detalles del protocolo que se seguirá para garantizar la bioseguridad de los alumnos, maestros, directivos y administrativos.
En ese sentido, la secretaria de Gestión Educativa, Roxana Celeste Dib, señaló que para la tranquilidad de los padres, la presencialidad de los chicos en las aulas será por grupos, a partir del 1 de marzo. “No será la totalidad de los estudiantes, será por grupos” y además “se tendrán en cuenta las dimensiones de cada aula”.
Según la funcionaria esto permitirá controlar el distanciamiento de los estudiantes.
Agregó que desde la semana que viene comenzarán a viajar al interior para comenzar a implementar el plan jurisdiccional de vuelta a clases, donde se iniciará con la capacitación de los directivos.
Durante el encuentro, se habló sobre los fondos para la compras de insumos de limpieza y productos para bioseguridad; el arreglo de los sanitarios de las escuelas y el acceso al agua.
Al término de la reunión, el ministro de Salud, Juan José Esteban manifestó: “Estamos articulando acciones para no dejar nada librado al azar. Es muy importante la presencia de los niños en clase y tenemos que trabajar con mucha responsabilidad en la implementación de los protocolos, la sanitización de las escuelas y en el traslado de los chicos”.
Por su parte, el ministro Cánepa sostuvo: “Es importante el trabajo conjunto con el área de Salud, tener el asesoramiento y supervisión de ellos en la implementación de los protocolos para que la vuelta a las aulas sea segura para todos. Es imperioso que los chicos puedan volver al aula, pero es imprescindible que lo hagan de manera segura”.
Cómo viajarán los niños
El traslado de los chicos de su casa a la escuela y viceversa, es un tema crucial para la administración provincial.
Es por eso que la semana pasada, el ministro Juan José Esteban se reunió con el titular de Saeta, Claudio Mohr, para analizar cómo es la mejor forma para evitar aglomeramiento de chicos y grandes en los colectivos.
Hay varias ideas dando vueltas, mientras Esteban planteó la posibilidad de que haya colectivos especiales para chicos, desde Saeta tienen otra propuesta.
Mohr le había señalado a este diario que él veía como factible la posibilidad que las distintas actividades de la provincia tengan horarios diferenciados de entrada y salida. Si los estudiantes ingresan a las 8, la administración pública a las 9 y los bancos y el comercio a las 10, por ejemplo.