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El viento de cola necesita un timonel

Jueves, 25 de febrero de 2021 02:33

Las materias primas han vuelto a aumentar de precio. Nuestro país es uno de los beneficiarios y es interesante analizar este nuevo ciclo.

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Las materias primas han vuelto a aumentar de precio. Nuestro país es uno de los beneficiarios y es interesante analizar este nuevo ciclo.

En otras palabras, ha vuelto el "viento de cola" y con él, la tentación histórica de celebrar la exportación de granos incrementando el gasto público.

Y esto es importante especialmente este año porque todos los números hablan de un desastre económico y social.

A qué se debe el fenómeno y como poner en marcha un proceso que nos permita aprovechar las posibilidades de desarrollo y crecimiento de su producción y explotación.

Recuerdo de Prebisch

En el siglo XX, los precios de las materias primas variaron en forma asimétrica entre el gran crecimiento y los períodos de baja cotización, acentuándose en los periodos de depresión de la economía; sabemos que al incrementarse los precios, otorgan a los países productores la posibilidad de desarrollarse e intentar acomodar sus economías a las de los países desarrollados.

Ya por el año 1950 Raúl Prebisch formuló la famosa tesis del "deterioro de los términos de intercambio", y elaboró su teoría analizando la realidad de un mundo subdesarrollado en la mayor parte de nuestro planeta con la tendencia a una mayor desigualdad entre las naciones y sus habitantes, ampliando la teoría centro - periferia y los procesos de industrialización vía sustitución de importaciones; teorías que aun hoy se discuten dentro y fuera del mundo académico y político.

Recordemos que allá por los años cincuenta del siglo pasado era preocupación y tema de estudio de Raúl Prebisch y varios analistas en explicar los desequilibrios estructurales de las economías periféricas especialmente los factores que determinan la distribución del progreso técnico y de sus frutos entre "Centro" y "Periferia", así como al interior de cada una de estas sociedades. Temas que vuelven a tener actualidad debido a las asimetrías que existen entre países productores de materias primas y los desarrollados.

 

Pero volvamos a analizar los súper ciclos de incremento del precio de las materias primas, que históricamente ocurren cada treinta o cuarenta años en el mundo: recientemente salimos de uno que había sido ocasionado por la urbanización china.

El comprador chino

El gran crecimiento de la economía de China fue lo destacable del inicio del nuevo siglo que trajo aparejado la gran necesidad de materias primas, los precios durante 2003 y 2011 no pararon de subir (de alguna manera desmintieron provisoriamente la teoría de Prebisch), y lo notamos en Argentina con el precio de la soja a 600 dólares la tonelada.

Pero cuando la economía china desaceleró su crecimiento, allá por 2012, hasta abril del 2020 el índice de precios de materias primas que elabora el BCRA mostró una caída del 43% (dándole la razón a Prebisch)

En mayo de 2020 se registra un punto de inflexión, ya que el precio de los comodities comenzaron a incrementarse en un 50% según el mismo índice de BCRA que anuncia un incremento de las exportaciones donde los granos y las oleaginosas tienen una amplia participación.

Los metales industriales como el cobre en estos meses ha subido un 40%, el petróleo volvió a recuperar los valores anteriores a la pandemia, una consultora citada por el Financial Times registra aumentos simultáneos en una canasta de 27 materias primas, desde café, arroz hasta níquel y litio que también aumentaron, este dato raro es inusual y no tiene antecedentes en los últimos 50 años.

Lo que viene

Hoy los precios de las materias primas han vuelto a subir con beneficios para nuestro país que se verá reflejado en un proceso de reactivación, crecimiento y desarrollo de la explotación y producción si lo sabemos aprovechar.

Ante este nuevo aumento de las materias primas varios analistas se preguntan:

a) si este súper- ciclo será el inicio como el que tuvimos en el comienzo del nuevo siglo,

b) solo será un rebote de precios después del colapso que padecimos con la pandemia donde Europa, Estados Unidos y China buscan llegar a sus stock históricos que perdieron como consecuencia de esta crisis sanitaria mundial.

c) la debilidad del dólar ayuda ya que estas materias primas se cotizan en la moneda estadounidense.

Los optimistas que apuestan a un súper ciclo analizan un escenario de cambios en el mediano y largo plazo, basan sus teorías en informes como por ejemplo Goldman Sachs uno de los grupos de banca de inversión y de valores del mundo que estima que la era pos-Covid estará caracterizada por políticas económicas que pondrán más énfasis en buscar el crecimiento del empleo aún a costa de un aumento de la inflación.

Analizando este informe entendemos que la tendencia en el mundo es buscar una política fiscal más dilatada y una política monetaria blanda; en los Estados Unidos observamos, por ejemplo, que el nuevo presidente Joe Biden anunció un gran plan de estímulo fiscal de U$S 1,9 billones y que la gran mayoría de estos estímulos se destinarán a financiar la construcción de una nueva infraestructura "verde" incluyendo la transición energética hacia fuentes no renovables.

Energía verde

La revolución verde energética, con fuentes renovables como la eólica, solar y de los automotores eléctricos, multiplica la demanda de metales como litio, cobre, cobalto, molibdeno y níquel que han aumentado sus precios en estos últimos meses

Los vehículos eléctricos que ya se fabrican hacen 100 años, han incrementado su producción y son el origen de la mitad de la demanda de litio, razón más que válida para aumentar la producción en nuestra región ya que se proyecta que durante los próximos 20 años la fabricación de autos eléctricos pasará del 3% actual al 15% en el 2030.

 La producción minera tendrá que aumentar significativamente su producción, pero esta actividad tiene tiempos más prolongados que los de la manufactura, sumado a años de precios bajos ocasionaron que muchas empresas mineras y petroleras redujeran sus inversiones en nuevos proyectos de exploración y explotación.
Este es uno de los argumentos que exponen los analistas que opinan que se trataría de un nuevo ciclo, si esto ocurriera podríamos llamarlo una excepción histórica ya que según otras opiniones los súper ciclos ocurren cada treinta o cuarenta años y ya lo tuvimos a principio de siglo con la urbanización china.
Lo cierto es que Argentina, productora de materias primas, tendrá nuevamente la oportunidad de iniciar un proceso de industrialización acompañada con las laxas políticas monetarias y fiscales que implementaran muchos países en el mundo, y que también sirve de antecedentes para el proceso de refinanciación que se están realizando ante las autoridades de FMI y con los tenedores de títulos públicos de nuestra provincia, deudas que se pueden convertir en impagables.
Me cabe hacer una reflexión, en todo el mundo como consecuencia de la pandemia ocasionada por el Covid 19 están implementando políticas de incentivos a la producción y a la actividad privada. 
Esos incentivos parten de la capacidad del Estado para ofrecer certezas jurídicas, tributarias y políticas a quienes pueden motorizar la economía.
En Argentina, la preocupación es disminuir la inflación, achicar el gasto público, con altísima presión tributaria, ¿hicimos mal las cosas? ¿No vamos a aprender nunca?

Vayamos pensando
* El autor es docente de la UCASAL, empresario y diputado provincial Ahora Patria


 

 

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