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“Los adultos también necesitamos educación sexual integral”

Miércoles, 17 de marzo de 2021 02:25

El 14 de abril comenzará el curso virtual internacional “Masculinidades, de la formación a la acción conjunta”, organizado por la Campaña Lazo Blanco junto a la Fundación Gema, género y masculinidades. 
Esta capacitación, que busca ser un espacio para intercambiar experiencias, contará con 23 encuentros a lo largo de ocho meses, con 32 expositores de 10 países. Está instrumentada en tres ejes: el saber académico de las masculinidades, el hacer territorial desde ellas y la necesaria integración para optimizar las intervenciones. 
El curso es arancelado y está a cargo de Hugo Huberman, coordinador de la Campaña Lazo Blanco en la Argentina, y Carmen Chuchuy Juárez, presidenta de la Fundación Gema y operadora en violencia familiar. 
La formación es para todas las personas interesadas en la temática y ya cuenta con inscriptos desde Panamá y Brasil, entre otros países. Para más información, escribir a fundaciongema2020@gmail .com o hugo.huberman @gmail.com.
Psicólogo social y abocado al mundo educativo, Huberman dialogó con El Tribuno sobre esta propuesta de formación en masculinidades. 
El hombre coordina desde hace 15 años la Campaña Lazo Blanco en la Argentina. Se trata de una iniciativa a nivel internacional que busca involucrar a hombres, jóvenes y niños en procesos de igualdad y no violencia.

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El 14 de abril comenzará el curso virtual internacional “Masculinidades, de la formación a la acción conjunta”, organizado por la Campaña Lazo Blanco junto a la Fundación Gema, género y masculinidades. 
Esta capacitación, que busca ser un espacio para intercambiar experiencias, contará con 23 encuentros a lo largo de ocho meses, con 32 expositores de 10 países. Está instrumentada en tres ejes: el saber académico de las masculinidades, el hacer territorial desde ellas y la necesaria integración para optimizar las intervenciones. 
El curso es arancelado y está a cargo de Hugo Huberman, coordinador de la Campaña Lazo Blanco en la Argentina, y Carmen Chuchuy Juárez, presidenta de la Fundación Gema y operadora en violencia familiar. 
La formación es para todas las personas interesadas en la temática y ya cuenta con inscriptos desde Panamá y Brasil, entre otros países. Para más información, escribir a fundaciongema2020@gmail .com o hugo.huberman @gmail.com.
Psicólogo social y abocado al mundo educativo, Huberman dialogó con El Tribuno sobre esta propuesta de formación en masculinidades. 
El hombre coordina desde hace 15 años la Campaña Lazo Blanco en la Argentina. Se trata de una iniciativa a nivel internacional que busca involucrar a hombres, jóvenes y niños en procesos de igualdad y no violencia.

¿Cuál es el objetivo del curso?
Hemos avanzado con el tema de masculinidades en todo el mundo y bastante en América Latina desde los 90 en adelante. Hoy tenemos experiencias y mucha más academia y teoría.
La idea del curso es juntar lo teórico con experiencias en América Latina para generar un proceso de integración de saberes entre lo teórico y el trabajo territorial para que cada uno de los participantes pueda sumar qué tiene ganas de hacer con esto que aprendió.

Hace 15 años, este tema no estaba tan en boga como ahora, ¿no?
No, era muy difícil... El movimiento de mujeres también tenía sus pruritos. Hoy ya quedan pocas que no quieren trabajar masculinidades, pero tuvimos que hacer un aporte grande para que escuchen nuestra voz. Yo sé que es una voz compleja y difícil porque somos los agresores también pero, al hacer alianzas y mostrar el trabajo conjunto, se abrió esta posibilidad y acá estamos, trabajando juntos. 

¿Quién puede participar en el curso?
Puede aprovecharlo cualquier persona interesada en tener un mundo mejor. Esto es fundamental. Vamos hacia un mundo más igualitario y equitativo, pero tenemos que hacer un esfuerzo cada uno de nosotros para ser portavoces de ese mundo.
Vamos a un mundo global absolutamente equitativo e igualitario y es importante que cada persona tenga una visión propia. Nosotros creemos que hay que formar mucha gente para que en cada grupo familiar y en cada comunidad e institución educativa haya una voz que muestre que es posible la igualdad y la no violencia.

¿Cuáles son los temas que observan con mayor preocupación en la actualidad?
Creo que la mayor preocupación es, sobre todo, la violencia continua hacia las mujeres, los feminicidios, la violencia política... Se trata de un tema urticante.

Otro tema que quizás no está planteado de manera tan masiva es el abuso sexual contra niños y niñas... ¿Esto lo trabajan también desde la campaña?
Sí, nosotros creemos que el problema no es solo el abuso sexual sino también el abuso de poder porque muchas veces no llega el abuso sexual pero sí, el abuso de poder. El golpe o el chirlo es algo habitual en algunas familias y en algunos sectores. Hay que trabajar para entender que los chicos, los adolescentes y los jóvenes tienen derechos y que el golpe no educa, sino que lastima.

Es muy adultocéntrica la sociedad todavía...
Sí, tenemos algunas fallas de fábrica que tenemos que reformular.

¿Cuál es el rol de la educación sexual integral (ESI) en este camino?
Me parece que el perfil de la ESI es trabajar todos estos temas, que incluyen también la diversidad sexual, desde la escuela, desde las organizaciones sociales que trabajan en la comunidad en educación no formal y desde cada ámbito en el que se pueda trabajar.
Sería bueno entender que los adultos también necesitamos ESI. No es solo para niños y jóvenes.

¿A qué se refiere?
Los adultos no sabemos todo sobre sexualidad, así como los chicos y los jóvenes no saben todo tampoco. El año pasado se hizo un manual sobre sexualidad masculina para adultos de 24 a 64 años. Eso es importante también. 
Me parece fundamental trabajar en ámbitos mixtos e intercambiar el sentido de la sexualidad como una construcción humana vinculada con la ternura y el contacto concreto, no con violencia.

Eso suena difícil en el contexto actual...
Es difícil en un mundo donde hay mucha explotación sexual, trata de personas... Vamos contra la corriente; eso queda claro.

¿Considera que el Estado tiene todavía una estructura muy patriarcal y machista?
Vamos mejorando. La Ley Micaela (Nº 27499, de capacitación obligatoria en temas de género y violencia contra las mujeres) está atravesando a todo el espacio público y está andando por todo el país. Empieza a haber políticas públicas con mirada de masculinidades. En las provincias se están haciendo trabajos interesantes. Algo se mueve y, aunque a regañadientes, funciona.

¿Cree que es posible un mundo menos machista?
Si yo no trabajara de lo que trabajo y no me esforzara como me esfuerzo, si no hubiera recorrido América Latina y países de Europa como los recorrí... Creo que es un trabajo muy silencioso y del día a día en el que no tengo que esperar logros, sino disfrutarlos cuando vengan. Alguien lo tiene que hacer. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién? Si no lo hacemos ahora, ¿cuándo?

 

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