La biblioteca popular Domingo Faustino Sarmiento, renueva sus servicios a la comunidad rosarina con todos los protocolos sanitarios para cuidar la salud de los concurrentes.
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La biblioteca popular Domingo Faustino Sarmiento, renueva sus servicios a la comunidad rosarina con todos los protocolos sanitarios para cuidar la salud de los concurrentes.
El servicio de internet gratuito, con el que cuenta recientemente la institución gracias a la donación de un vecino, permite que muchos estudiantes puedan acceder a las clases virtuales y rendir sus exámenes con la misma modalidad.
Por otro lado, desde la biblioteca piden a los docentes de primaria y secundaria, acercarse o comunicarse telefónicamente para definir las bibliografías y libros con los que trabajarán los alumnos de toda la Ciudad Termal.
Cabe señalar que la biblioteca popular es una institución cultural y es una asociación de vecinos, conforme a la Ley Sarmiento y la Ley Alfonsín. La última, posiciona a la institución dentro del presupuesto nacional.
Dicho presupuesto se divide en gastos diversos y la otra partida, para la compra de libros, de manera virtual, una nueva modalidad habituada al contexto de pandemia.
El secretario de la institución, el profesor e historiador, Pedro Romano, recordó a El Tribuno que "el año pasado, iniciamos nuestras actividades con mucho ímpetu, teniendo en cuenta el año belgraniano, pero la pandemia, frenó todo".
Una agradable sorpresa
"Cerramos el primer mes, y los meses restantes, atendimos conforme indica el protocolo, por la ventana. Y para sorpresa nuestra, nos dimos con que hubo una gran demanda de libros para lectores, que antes, curiosamente, no venían a la biblioteca".
Romano señaló el destino del dinero otorgado a la institución: "Con este subsidio, nos llegaron las partidas para gastos diversos, y estamos realizando arreglos generales. Se compró focos y construimos dos estanterías para biblioteca, nuevas de madera".
Señaló que el año pasado no hubo arreglos ni compra de libros "porque el sistema de la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) es virtual y allí hay que pasar el pedido de los libros".
Ofrecimiento a las escuelas
"Por eso, este año que sigue con la misma modalidad, recurrimos a las escuelas. Sería lindo para nosotros que sean los mismos docentes, los que nos eleven la bibliografía que van a usar los alumnos".
El historiador, detalló, "En especial necesitamos que nos transmitan cuáles serán los nuevos manuales o libros que van a necesitar".
"No somos nosotros los que elegimos las bibliografías del pueblo sino que es la gente. En el caso de las novelas, el año pasado hubo gran cantidad de lectores para ese rubro. De esta manera, vamos armando el pedido para la Conabip", indicó.
Internet gratuito
Respecto al nuevo servicio de internet, contó que, "Les ofrecemos a todos los estudiantes que no tengan internet en sus casas, la posibilidad de tomar sus clases virtuales en la biblioteca. Por supuesto que estas clases se llevan a cabo con todos los protocolos sanitarios. Tenemos mesas muy grandes, y tres alumnos por cada mesa. Tranquilamente pueden estar hasta veinte estudiantes", agregó.