¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15°
19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Una inédita travesía de varios días entre Maury y Yacones

La realizaron tres montañistas y una cachorra de 4 meses.  
Viernes, 26 de marzo de 2021 02:31

Los montañistas Julieta Balza, Facundo Juárez Zapiola y Leonardo Serafín Zerpa, acompañados por una cachorra mendocina llamada Payunia de 4 meses, realizaron a fines de febrero una travesía que no tiene registro en el ámbito local uniendo las localidad de Ingeniero Maury y Yacones.
A las 10 del 26 de febrero iniciaron la travesía. Recorrieron el camino bien marcado que sube hasta la Virgen del Caminante. Allí hicieron un descanso, comieron y cargaron energías para continuar hasta el Sillón del Inca, donde armaron un campamento junto a unas construcciones del lugar. 
Al día siguiente partieron rumbo a Medano de Minas, un cordón montañoso que se encuentra entre el cerro Pacuy (4.300 msnm) y el poblado de Pascha. En esa jornada caminaron por la quebrada que conduce a Pascha. 
Luego de dos horas, tomaron al este hacia el cerro Medano de Minas, donde lograron conectar con un camino antiguo que conduce en forma de zig-zag hacia la ladera que cruza de oeste a este del cerro. Allí descansaron en un corral a los 3.900 msnm, contemplaron las tormentas eléctricas que se daban sobre los cerros de la puna que amanecerían completamente nevados en el tercer día de la travesía. 
Ya el último día partieron bien temprano hacia lo más alto de la excursión. Al llegar al filo la altura daba casi 4.200 msnm. Los sorprendió un amanecer increíble, del lado este con ríos y gran vegetación y del lado oeste los cerros más altos nevados.
Desde allí tomaron una senda que se perdería más abajo para conectar el camino de las antenas que sale directamente detrás del cerro Morro.
Una larga caminata atravesando campos completamente florecidos. Allí los montañistas decidieron llamar a esta expedición “La travesía de las flores”.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Los montañistas Julieta Balza, Facundo Juárez Zapiola y Leonardo Serafín Zerpa, acompañados por una cachorra mendocina llamada Payunia de 4 meses, realizaron a fines de febrero una travesía que no tiene registro en el ámbito local uniendo las localidad de Ingeniero Maury y Yacones.
A las 10 del 26 de febrero iniciaron la travesía. Recorrieron el camino bien marcado que sube hasta la Virgen del Caminante. Allí hicieron un descanso, comieron y cargaron energías para continuar hasta el Sillón del Inca, donde armaron un campamento junto a unas construcciones del lugar. 
Al día siguiente partieron rumbo a Medano de Minas, un cordón montañoso que se encuentra entre el cerro Pacuy (4.300 msnm) y el poblado de Pascha. En esa jornada caminaron por la quebrada que conduce a Pascha. 
Luego de dos horas, tomaron al este hacia el cerro Medano de Minas, donde lograron conectar con un camino antiguo que conduce en forma de zig-zag hacia la ladera que cruza de oeste a este del cerro. Allí descansaron en un corral a los 3.900 msnm, contemplaron las tormentas eléctricas que se daban sobre los cerros de la puna que amanecerían completamente nevados en el tercer día de la travesía. 
Ya el último día partieron bien temprano hacia lo más alto de la excursión. Al llegar al filo la altura daba casi 4.200 msnm. Los sorprendió un amanecer increíble, del lado este con ríos y gran vegetación y del lado oeste los cerros más altos nevados.
Desde allí tomaron una senda que se perdería más abajo para conectar el camino de las antenas que sale directamente detrás del cerro Morro.
Una larga caminata atravesando campos completamente florecidos. Allí los montañistas decidieron llamar a esta expedición “La travesía de las flores”.

El tramo final

La última fue una larga jornada de casi 17 horas de caminata con desniveles entre 500 y 800 metros al cruzar varios cordones montañosos entre ellos el cerro Morro, con unos 3.400 msnm.
“Ese día gran parte del recorrido fue muy duro ya que además del desnivel las bajadas eran muy pronunciadas, con un terreno pedregoso, mucha humedad y resbaloso”, contó el grupo de expedicionarios. 
Llegaron a Yacones a las 2 de la madrugada, donde tuvieron el reconfortante recibimiento de José Muñoz Granados y Anabel Aguilera con unas empanadas y gaseosas para festejar la hazaña. Todavía persiste la emoción y se renuevan las ganas de asumir nuevos desafíos. 
 

PUBLICIDAD