¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

26°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

En los 30 años de Mercosur, las diferencias aguaron la fiesta

En un encuentro virtual de presidentes, Fernández quedó solo en la pelea por la flexibilización. Discutió con Lacalle Pou y dijo que si para alguien el Mercosur es un lastre, “que se baje”
Sabado, 27 de marzo de 2021 02:10

La celebración del Mercosur no fue un festejo, sino una señal de las diferencias que parecen complicar aún más la de por si difícil búsqueda de una salida de la parálisis generada por la pandemia, pero también por la evolución del comercio en la economía global. La reunión, encabezada por Alberto Fernández, iba a ser presencial, en Buenos Aires, con los otros tres miembros fundadores del Mercosur: Jair Bolsonaro (Brasil), Mario Abdo Benitez (Paraguay) y Luis Lacalle Pou (Uruguay), a quienes se añadían el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el de Chile, Sebastián Piñera. El Mercosur es un foro regional y un mercado común, que vive en estado casi cataléptico desde hace tiempo. La globalización, la abismal diferencia en el PBI de sus cuatro miembros y la vulnerabilidad de las economías locales, con dispares evoluciones tecnológicas, no ayudan a la integración. Más allá del estilo poco diplomático del presidente argentino, lo cierto es que la actitud intramercosur a lo largo de su gestión no muestra mayor convicción acerca del futuro de este mercado común. Fernández, según su allegados, considera que se debe fortalecer al organismo multilateral y por eso se niega a "flexibilizar" su funcionamiento interno. Las decisiones deben ser unáni mes.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La celebración del Mercosur no fue un festejo, sino una señal de las diferencias que parecen complicar aún más la de por si difícil búsqueda de una salida de la parálisis generada por la pandemia, pero también por la evolución del comercio en la economía global. La reunión, encabezada por Alberto Fernández, iba a ser presencial, en Buenos Aires, con los otros tres miembros fundadores del Mercosur: Jair Bolsonaro (Brasil), Mario Abdo Benitez (Paraguay) y Luis Lacalle Pou (Uruguay), a quienes se añadían el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el de Chile, Sebastián Piñera. El Mercosur es un foro regional y un mercado común, que vive en estado casi cataléptico desde hace tiempo. La globalización, la abismal diferencia en el PBI de sus cuatro miembros y la vulnerabilidad de las economías locales, con dispares evoluciones tecnológicas, no ayudan a la integración. Más allá del estilo poco diplomático del presidente argentino, lo cierto es que la actitud intramercosur a lo largo de su gestión no muestra mayor convicción acerca del futuro de este mercado común. Fernández, según su allegados, considera que se debe fortalecer al organismo multilateral y por eso se niega a "flexibilizar" su funcionamiento interno. Las decisiones deben ser unáni mes.

Bolsonaro apuesta por la flexibilización porque permitiría cerrar acuerdos bilaterales al margen de los otros tres socios del Mercosur. Y, en este punto, no debe olvidarse que para los Estados Unidos las economías decisivamente interesantes son las de Brasil y México.

Lacalle Pou y Benítez acompañan la posición de Bolsonaro. Para Uruguay y Paraguay la flexibilización abriría las puertas a tratados con Europa, Asia y con Estados Unidos. Desde el comienzo de su presidencia Fernandez mostró una posición hostil hacia sus vecinos, especialmente cuando estos intentaban avanzar en acuerdos bilaterales y en la materialización del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Además, su relación con Bolsonaro no solo es ideológicamente insostenible, sino que entre ellos han abundado los agravios mutuos. La primera reunión bilateral entre ambos iba a ser en esta ocasión, pero la Cancillería argentina apeló a la virtualidad para que no ocurriera. Todas estas diferencias quedaron de manifiesto en el encuentro, en el que el presidente argentino quedó en minoría. Bolsonaro, Benítez y Lacalle Pou plantearon la idea de "flexibilizar" la dinámica del bloque para lograr una mayor integración global. El tema no estaba en la agenda de Fernández. Pero Lacalle Pou fue punzante. "Uruguay necesita avanzar, nuestro pueblo nos exige avanzar en el concierto internacional y por eso vamos a proponer formalmente que se discuta en la mesa el tema de la flexibilización", dijo, y añadió: "Casi todos los presidentes que hablaron antes que yo hablaron de pragmatismo, me quiero subir a ese concepto, librado de ideologías. Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre". Fernández lo interpretó como un agravio. "Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento. La verdad es que no queremos ser una carga para nadie. Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho", dijo. Y añadió que "esas ideas que ayudan poco a la unidad". "No queremos ser un lastre para nadie. Si somos un lastre, tomen otro barco. Pero lastre no somos de nadie", respondió. Bolsonaro, que se retiró del Zoom antes de que terminara la reunión, reclamó abrir las negociaciones con otros bloques y países. Fernández, a su vez, explicó que su propuesta sobre el arancel común se basa en "preservar el equilibrio entre los sectores agroindustriales e industrial, corregir las actuales inconsistencias para lograr un mayor estímulo a la agregación de valor, tomando en cuenta las negociaciones Mercosur con terceros".

El Mercosur sigue en catalepsia. Mucho chisporroteo, ningún avance y la expectativa puesta ahora en el encuentro que mantendrán el 22 de abril los cancilleres y los equipos técnicos de los cuatro países.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD