Comenzaron a mantenerse sin cambios los precios de las bicicletas en Salta y eso es una verdadera noticia. En algunos casos bajaron los precios y las opciones más económicas están un poco más accesibles.
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Comenzaron a mantenerse sin cambios los precios de las bicicletas en Salta y eso es una verdadera noticia. En algunos casos bajaron los precios y las opciones más económicas están un poco más accesibles.
"Nosotros tenemos productos que bajaron entre un 20 y 30 por ciento", aseguró Eduardo "Chiqui" Manresa, propietario de una bicicletería tradicional de Salta. "Dando un panorama sobre cómo estuvo el mercado de las bicicletas en un año de cuarentena, entre marzo y noviembre del año pasado hubo un boom de ventas. Los precios aumentaron exponencialmente porque no había tanto stock, pero ya en diciembre se desaceleró bastante y desde enero está planchado. Ahora los precios también se estabilizaron porque abrieron las importaciones, entraron nuevos productos, e inclusive algunas marcas comenzaron a bajar de precio", comentó Manresa.
Se puede tomar una bicicleta de paseo para quien comienza a salir a andar las primeras vueltas o rodados que se utilizan para ir a trabajar o a la escuela. Los precios van desde los 16 mil pesos hasta los 22 mil. Unidades sin muchas pretensiones, pero que son de calidad.
Bicicletas con 18 cambios, otras, las clásicas con frenos de varillas que son las buscadas y añoradas por los más grandes, o las playeras que sirven de puro paseo.
"Las que más se vendieron por estos tiempos fueron las bicicletas para mujeres, que tienen el portapaquetes detrás y con canasto en frente. Muchas mamás y papás compraron para llevar los chicos a la escuela. Así se evitan los peligros de contagios en los colectivos y es un transporte sano y gratis", dijo el vendedor. Esas bicicletas rondan los 18 a 20 mil pesos de valor por lo que muchas familias optaron por ellas para el comienzo de clases.
Los viajes en bicicletas en la Argentina aumentaron un 83% durante la pandemia, lo que lo convirtió en el medio más utilizado entre los argentinos. Esto no disminuyó con las aperturas, dado el temor al transporte público que persiste en algunos usuarios, quienes encontraron en el rodado un vehículo de confianza.
"Es el momento de comprar bicicletas porque los precios están planchados porque se vende muy poco. Ahora bien, todo esto depende también del grado de aislamiento que tengamos por la pandemia. Esto es: a mayores restricciones de circulación, más sale la gente a comprar porque a la bicicleta no la para nadie. Se venden más unidades y por eso aumentan los precios los comerciantes. Es por eso que mientras la demanda se mantenga tranquila los precios seguirán estables", dijo Manresa.
Otro vendedor señaló que "no hay plata en la calle. Luego de los Reyes Magos todo se estancó y no se vende nada".
En otro punto de la ciudad, Rolando Postigo aseguró que entre marzo y marzo se registró un aumento de un 80 por ciento aproximadamente en el precio de las bicicletas. No se contradice mucho con lo que dijo Manresa, porque asegura que el principal aumento se registró en la primera parte del año pasado.
"Nuestro precios van de la mano de dólar, porque casi todo lo que vendemos es importado. Ahora abrieron un poco las compras y tenemos más stock, pero lo cierto es que se vende poco", dijo Postigo.
"Casi todo es en dólares porque las fábricas nacionales cerraron. Hoy solo dos componentes tenemos de marcas nacionales, un asiento y otras cosas más y nada más. Cuando yo era chico había fábricas de bicicletas de casi todas partes. Las importaciones destruyeron las industrias nacionales y es por eso que los valores varían de la mano del dólar", dijo el comerciante de calle España.
Beneficios de pedalear
Los desplazamientos en bicicleta o a pie disminuyen la posibilidad de contagio de la COVID-19 en relación con el transporte público. El uso de la bici promueve además la salud física y mental, previene el sedentarismo, que constituye uno de los 4 factores de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles (diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras). Ayuda también a mejorar la buena calidad de aire en las ciudades.
Al pasar de una fase de aislamiento a una de distanciamiento, para retomar algunas actividades productivas y comerciales que nos exigen transportarnos, el uso de la bicicleta es una prioridad.
En este contexto, las políticas públicas deben garantizar la seguridad de los peatones y ciclistas.