En una ciudad donde vive la mitad de la población de la provincia y además tiene el 50 por ciento de sus habitantes viviendo bajo la línea de pobreza, no es difícil darse cuenta de cuáles son los temas en los que tendrían que estar haciendo foco sus concejales.
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En una ciudad donde vive la mitad de la población de la provincia y además tiene el 50 por ciento de sus habitantes viviendo bajo la línea de pobreza, no es difícil darse cuenta de cuáles son los temas en los que tendrían que estar haciendo foco sus concejales.
En este contexto, ¿es necesario que los ediles estén perdiendo el tiempo en una discusión vacía por la autoría de un proyecto? La pregunta surge por el circo que se armó luego de que Candela Correa denunciara que Raúl Córdoba le robó un proyecto poco relevante para el momento crítico, en materia social y sanitaria, que vive la provincia.
Esto está demostrando que los concejales tienen la agenda un poco cambiada respecto a los tiempos que se viven. No están haciendo foco en las necesidades concretas de los vecinos, a los que ellos dicen representar.
En el último tiempo se puso en tela de juicio la poca formación de las personas que llegan al Concejo a ocupar una banca, al extremo que varios concejales llegaron a "pedir tiempo" para poder responder a las exigencias que requiere su función. Este último caso es una muestra de ello. Lo peor es que esa es la pálida imagen que la gente tiene de sus representantes.
En pocas semanas los salteños volverán a respirar aroma de campaña y promesas de políticos de cara a las legislativas del 4 julio. El Concejo será renovado en su totalidad. Habrá que esperar que el nuevo cuerpo tenga una conformación que esté a la altura de lo que exige la realidad.