Mediante una nota elevada por los docentes y demás personal al profesor José Daniel Saldaño, director de la Escuela de Comercio 5.091 Profesor Julio Cortés de la ciudad de Orán, se le hizo saber que desde hoy "se adoptará la modalidad virtual para el dictado de clases y desarrollo de actividades administrativas".
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Mediante una nota elevada por los docentes y demás personal al profesor José Daniel Saldaño, director de la Escuela de Comercio 5.091 Profesor Julio Cortés de la ciudad de Orán, se le hizo saber que desde hoy "se adoptará la modalidad virtual para el dictado de clases y desarrollo de actividades administrativas".
Los firmantes de la nota hacen saber que "las mismas se desarrollarán desde las instalaciones escolares siguiendo los horarios institucionales correspondientes".
La decisión fue tomada "ante la falta de respuesta por parte de las autoridades del Ministerio de Educación a la solicitud presentada con fecha 6 del corriente mes, siguiendo la vía jerárquica correspondiente paravacunar contra la COVID-19 al personal del establecimiento".
Ante la ausencia de respuesta "se exige la presencia de las autoridades de la Dirección General de Educación Secundaria: director general y supervisora general en las instalaciones del establecimiento para este lunes 19 de abril a los fines de participar en un diálogo de profesionales docentes".
Ya no saben cómo pedir
Los docentes creen que la presencialidad juega un papel muy importante en la vida de los estudiantes, desde lo pedagógico, emocional, psicológico y físico, pero creen que no se puede arriesgar la salud e incluso la vida del personal docente. Por eso plantearon al directivo, el 6 de abril, que solicite al Ministerio de Educación la inmediata inoculación de la vacuna contra la COVID-19 teniendo en cuenta que el Gobierno sostiene la presencialidad con la llegada de la segunda ola en pandemia".
Este pedido obedece a una serie de cuestiones que preocupan a los más de 100 docentes que trabajan en la institución:
"Se lleva desarrollando un mes de actividades áulicas presenciales, con mucho sacrificio desde lo organizacional institucional y desde lo pedagógico-áulico bajo normas establecidas por el protocolo emanado del Ministerio educativo y aún no se hizo efectiva la inoculación de la vacuna aludida, aun a pesar de los múltiples registros virtuales a los que se sometió al personal que diariamente toma contacto, por turno, con dos, tres y hasta cuatro burbujas conformadas por no menos de trece estudiantes cada una; el contacto con cada burbuja se vivencia durante 80 minutos o más.
Si bien las autoridades ministeriales han fijado, dentro del protocolo, las acciones a seguir con los estudiantes ante la sospecha y/o confirmación de un caso de COVID-19, los suscribientes perciben un total desprecio hacia la condición humana de los docentes que hubieren tomado contacto con los integrantes de la burbuja en cuestión, dictando clases durante el día de la detección del caso y en días previos. Los registros virtuales llevados a cabo para la inoculación aludida suscitaron visos de esperanza en la población docente de la escuela, esperanza que se diluyó ante la dilatación temporal para su efectiva realización.
Ante los datos alarmantes del avance de la segunda ola de la pandemia en el país, ante lo manifestado durante la semana próxima pasada por la autoridad máxima del Ministerio de Educación de la Nación de que "lo último que han de cerrarse serán los edificios escolares", en evidente contradicción con lo expresado por la misma autoridad durante el año 2020 "si no hay vacuna, ningún docente regresa a las aulas", advirtieron.