Un doloroso relato en redes sociales realizado por un joven de 21 años, quien es integrante de una de las familias más tradicionales de Tartagal, generó en la comunidad gestos de incondicional apoyo para quien, siendo un niño pequeño y durante años, fue víctima de uno de los más aberrantes delitos que cometen precisamente integrantes y miembros muy allegados de su propia familia y que tienen como víctimas inocentes a los más indefensos. Con el paso de las horas otro joven de la misma familia tartagalense le expresó su apoyo a su primo y se confesó como otra de las víctimas del pedófilo que por años abusó de los chicos siendo niñitos de muy corta edad hasta la adolescencia.
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Un doloroso relato en redes sociales realizado por un joven de 21 años, quien es integrante de una de las familias más tradicionales de Tartagal, generó en la comunidad gestos de incondicional apoyo para quien, siendo un niño pequeño y durante años, fue víctima de uno de los más aberrantes delitos que cometen precisamente integrantes y miembros muy allegados de su propia familia y que tienen como víctimas inocentes a los más indefensos. Con el paso de las horas otro joven de la misma familia tartagalense le expresó su apoyo a su primo y se confesó como otra de las víctimas del pedófilo que por años abusó de los chicos siendo niñitos de muy corta edad hasta la adolescencia.
Públicamente
Luis Fornari Katz, un estudiante universitario de psicología, fue quien decidió hacer pública su situación que era conocida en los pasillos judiciales desde hacía meses pero que no pasaban de ser comentarios, luego de la detención de un tío del jovencito, de profesión pediatra, por tanto ejercía como médico de todos los niños de la tradicional y querida familia Katz de Tartagal.
El médico Raúl Coroleu, quien solo ejerció su profesión unos pocos años en Salud Pública, se desempeñaba como responsable del centro de distribución y logística de la firma comercial tartagalense dedicada a la venta de electrodomésticos, maquinarias y materiales de construcción, con sucursales en otras localidades del norte provincial y de la vecina provincia de Jujuy. Se encontraba detenido por el aberrante delito en perjuicio de su sobrino, pero el joven decidió hacer pública su situación luego de que la Justicia Penal de Tartagal decidiera otorgarle el beneficio de la prisión domiciliaria al sujeto de 67 años, quien se encontraba en la Comisaría 42 de Tartagal hacía casi 3 meses.
La publicación
En el posteo, Luis Fornari Katz comenzó explicando las razones más que valientes que lo llevaron a hacer pública su triste historia como un niño abusado desde que era pequeño, con el solo objetivo de sumar su testimonio para evitar que el abuso sexual intrafamiliar siga siendo el flagelo que atenta contra los más indefensos. "Siento que tengo que hacer este posteo aunque me sigo preguntando por qué o qué gano haciendo pública mi historia. Siento que compartir con la poca gente que me sigue un poco de mi historia puede ayudar para prevenir y poner un tema secreto en la sociedad sobre la mesa. Fui abusado sexualmente por un tío político durante toda mi infancia y parte de mi adolescencia. Fui víctima de un pedófilo que como formaba parte de la familia y es pediatra generaba confianza".
El joven estudiante universitario agregó que "llevé el secreto conmigo años y años y el 13 de enero decidí y me animé a hacer la denuncia. A la semana siguiente, al mismo tiempo que fue notificado, ordenaron la restricción de acercamiento la cual rompió en menos de 12 horas y por eso lo detuvieron. Me levanté con la noticia de que anteayer (por el viernes 16) le dieron prisión domiciliaria a la persona que abusó de mí tantos años. A la persona que se llevó una parte del niño que fui y que todavía hoy intento recuperar, niño que vive en mí y amo-odio según el día. Le otorgaron prisión domiciliaria, le otorgaron comodidad, le tuvieron piedad. Le otorgaron derechos que él me vulneró. Pero hoy las cosas son muy diferentes a ese entonces, hoy no cuenta con mi silencio. Yo, Luis Ezequiel Fornari Katz, soy sobreviviente del delito de abuso sexual en la infancia y la persona que perpetró los abusos en mi contra es Raúl Coroleu. Hoy exijo justicia para mí y para todos lxs niñxs y adolescentes víctimas, siendo el abuso sexual infantil el delito con más impunidad".
En otro tramo de su posteo el chico de Tartagal agregó: "Tuve la suerte de hablar y de que mi familia se pare al lado mío. Y hablo de suerte porque no es lo común, porque a los sobrevivientes nos silencian, nos burlan, y no nos creen. Porque los sobrevivientes incomodamos mostrando una realidad. De cada 5 niñxs y adolescentes 1 es víctima de abuso. No es joda. Y ni hablar de la revictimización de la Justicia, porque eso es moneda corriente, ir a denunciar y que escriban en mi declaración cosas que nunca dije o que un abogado me pregunte si mi abusador era bisexual y por eso había abusado de mí. Y eso contando todos los privilegios que tengo por ser hombre cis, imaginen cómo puede ser para otras personas".
Un primo, víctima del mismo abusador
Otro integrante de la familia también reveló su padecimiento.
La carta de Luisito Katz acompañada de varias fotos de cuando era bebé y un nenito de corta edad, generó una catarata de comentarios en las que hombres, mujeres, jóvenes y adolescentes tartagalenses le brindaron todo el apoyo, pero sobre todo, el respeto al joven estudiante universitario quien con el solo objeto de evitar que hayan más víctimas de este delito aberrante, hizo pública su historia.
Horas más tarde otro primo de la misma familia hizo pública su propia situación, muy similar a la de Luis Fornari Katz, revelando que él también había sido abusado por el mismo sujeto quien fue beneficiado con la prisión domiciliaria. Un verdadero escándalo a partir de una dramática historia familiar.