Un adolescente de 16 años que estaba en una clase virtual vía Zoom le avisó a la docente y a sus compañeros que un grupo de ladrones había entrado a robar a su casa de la localidad platense de City Bell, de donde los delincuentes lograron escapar con dinero, joyas y aparatos electrónicos antes de la llegada de la policía, informaron fuentes policiales.
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Un adolescente de 16 años que estaba en una clase virtual vía Zoom le avisó a la docente y a sus compañeros que un grupo de ladrones había entrado a robar a su casa de la localidad platense de City Bell, de donde los delincuentes lograron escapar con dinero, joyas y aparatos electrónicos antes de la llegada de la policía, informaron fuentes policiales.
El hecho ocurrió el miércoles a las 10, cuando delincuentes ingresaron a la propiedad ubicada en calle 20 entre 479 y 480, aprovechando que la misma estaba siendo refaccionada.
Fuentes de la investigación indicaron que fueron tres jóvenes de entre 20 y 25 años con barbijo que caminaban por esa cuadra y aprovecharon el momento en el que los empleados de una zinguería llegaron a la propiedad y el dueño los esperaba en el garaje.
Allí uno de los ladrones golpeó a un empleado y el resto amenazó al dueño con un arma y lo obligaron a entrar a la casa.
El otro trabajador, al ver lo que sucedía, tomó la decisión de enfrentar a los delincuentes, sacó una herramienta de su maletín y golpeó a uno de los integrantes de la banda, lo que enfureció más al cómplice.
"Lo hizo tirar al piso (al empleado de la zinguería) y le pegó una patada en la frente", contó a la prensa el dueño identificado como Eduardo.
Una vez adentro, los ladrones reclamaron dinero y joyas, y la situación fue advertida por uno de los hijos de la pareja, de 16 años, que en ese momento se encontraba en una clase virtual de Comunicación, vía zoom.
"Estábamos en la clase por Zoom, el alumno estaba en la planta alta, se sacó el muteo y dijo: "Nos están robando en casa, hay ladrones abajo, pasen la dirección llamen al 911!'", contó Mariana, profesora del Instituto José Manuel Estrada.
Según la profesora, en ese momento todos los participantes de la clase apagaron las cámaras y los micrófonos para llamar a la policía, mientras que el chico siguió conectado.
"Él se dio cuenta de la situación por su hermana, quien al momento del robo estaba dormida, y empezó a gritar que los estaban robando y vieron desde arriba que estaban atando al papá", recordó la docente, quien intentó mantener la calma de los estudiantes.
"Yo no sé si en esa circunstancia hubiera actuado igual, felicitamos al alumno por haber pensado en su papá, su mamá y hermana, en quienes estaban en la casa y en cómo salvarlos", dijo la maestra. "Terminamos todos muy emocionados. Amo mi profesión y este trabajo, son cosas que uno agradece de vivir más allá de lo espantoso de lo que es un robo", dijo.