En el marco de la conmemoración del centenario del natalicio del general Jorge Edgar Leal, El Tribuno evoca la última entrevista al expedicionario salteño que alcanzó a pie el Polo Sur. En 2014, a los 93 años, no le costó mucho esfuerzo recordar su incursión al Polo Sur en 1965. Fue la primera expedición terrestre hecha por la Argentina a esas latitudes extremas. Al ingresar al relato las frases, fechas, nombres y lugares se les deslizaban como la nieve, que suavemente caía desde el cielo del extremo austral y que cubrió gran parte de su vida.
Al dar inicio la entrevista, Leal hizo una parada obligada en su memoria y destacó que unos años antes de la gesta que lo llevó a la consideración mundial, el 15 de septiembre de 1959, participó de una expedición que instaló un refugio en plena Península Antártica, en inmediaciones del mar de Weddell, al que por su iniciativa bautizaron General Martín Miguel de Güemes.
inicia sesión o regístrate.
En el marco de la conmemoración del centenario del natalicio del general Jorge Edgar Leal, El Tribuno evoca la última entrevista al expedicionario salteño que alcanzó a pie el Polo Sur. En 2014, a los 93 años, no le costó mucho esfuerzo recordar su incursión al Polo Sur en 1965. Fue la primera expedición terrestre hecha por la Argentina a esas latitudes extremas. Al ingresar al relato las frases, fechas, nombres y lugares se les deslizaban como la nieve, que suavemente caía desde el cielo del extremo austral y que cubrió gran parte de su vida.
Al dar inicio la entrevista, Leal hizo una parada obligada en su memoria y destacó que unos años antes de la gesta que lo llevó a la consideración mundial, el 15 de septiembre de 1959, participó de una expedición que instaló un refugio en plena Península Antártica, en inmediaciones del mar de Weddell, al que por su iniciativa bautizaron General Martín Miguel de Güemes.
Leal era el único salteño en el grupo. ‘Fue todo un orgullo para mí, que al refugio se le acuñara el nombre del héroe gaucho. En aquella ocasión, transportamos los elementos en trineos, tirados por perros. Se hicieron grandes esfuerzos, pero conseguimos cumplir con la misión’, contó Leal en aquella oportunidad.
En cuanto a la expedición al Polo, recordó que el contingente de 10 hombres a su cargo partió desde la base General Manuel Belgrano el 16 de octubre de 1965 y llegaron el 10 de diciembre de ese año.
‘Plantar un pequeño mástil con la bandera patria en el extremo más austral del planeta, me hizo vivir la emoción más grande de mi vida‘, manifestó.
Jorge Leal nació el 23 de abril de 1921 en Rosario de la Frontera y falleció a los 96 años, el 10 de junio de 2017.
Navidad en el Polo Sur
“Ya en el Polo Sur y habiendo cumplido con nuestra misión emprendimos el regreso. Llegamos al continente el 31 de diciembre de 1965”, puntualizó Leal.
Es así, que el 24 de diciembre encontró a los expedicionarios avanzando paso a paso por la inmensidad de hielo, luchando a brazo partido contra las vicisitudes climáticas.
‘Se acercaba la medianoche, mientras marchábamos lentamente en medio de un paisaje único, evitando las profundas grietas en el hielo. Lo hacíamos encordonados en medio de una cerrazón causada por una gran nevada. Al llegar las 12 de la noche, le pedí a la gente que hiciéramos un alto en el camino. Frenamos los vehículos. En ese preciso momento pronuncié unas palabras recordando que a esa hora el mundo cristiano festejaba en todo el orbe la nochebuena’, recordó el general.
Echando mano a los recuerdos, Leal leyó las palabras escritas hace 49 años (en 2014) en un apunte de viaje: “Era la medianoche. Recordé en pocas palabras el momento que estabamos viviendo. Descubrimos nuestras cabezas y rezamos el Padre Nuestro, con profunda devoción”.
Toda una vocación
La vida de expedicionario, llevó a Jorge Edgar Leal visitar el otro extremo del planeta. Durante una visita a Noruega tuvo la oportunidad de llegar hasta las puertas mismas del Polo Norte. ‘Soy el único argentino que estuvo hasta ese momento en el Polo Norte‘, explicó el general en el último reportaje que le hizo El Tribuno.
Su pasión por la Antártida, los hielos y las montañas nació cuando el Ejército Argentino lo destinó a comandar un equipo de baquianos en Mendoza. ‘Allí me acostumbre a la nieve y las montañas, y por sobre todo aprendí a quererlas’, explicó.
El general Jorge Edgar Leal vivió los últimos años con su esposa en Olivos, provincia de Buenos Aires. Tiene tres hijos, dos mujeres y un varón, que le dieron cinco nietos con los que compartió gran parte de sus días.
“Tengo mi corazón en mi tierra natal, en Salta, en Rosario de la Frontera. Tengo mucho cariño por ese pueblo que me honró al bautizar una escuela con mi nombre. Me invitaron muchas veces, en el aniversario de la gesta. En Rosario siempre me recuerdan y yo a ellos”, expresó con nostalgia.