El viejo edificio de la ex Enet 1 Martina Silva de Gurruchaga (hoy Escuela de Educación Técnica 3.137), de Siria y Entre Ríos, tiene 23 aulas cerradas porque el techo se cae a pedazos, literalmente. Desde marzo sus estudiantes toman clases en el patio, por precaución, pero los días están más fríos y el invierno se acerca. Por ende, el malestar y la preocupación de la comunidad educativa con el paso de las horas se potencia, solo piden el arreglo de estas aulas para poder ocuparlas como corresponde.
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El viejo edificio de la ex Enet 1 Martina Silva de Gurruchaga (hoy Escuela de Educación Técnica 3.137), de Siria y Entre Ríos, tiene 23 aulas cerradas porque el techo se cae a pedazos, literalmente. Desde marzo sus estudiantes toman clases en el patio, por precaución, pero los días están más fríos y el invierno se acerca. Por ende, el malestar y la preocupación de la comunidad educativa con el paso de las horas se potencia, solo piden el arreglo de estas aulas para poder ocuparlas como corresponde.
El vicedirector del establecimiento, Marcelo Zerpa, comentó que en julio del año pasado se empezó a caer parte del revoque del techo de losa, en aquel momento esto se informó a Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación de Salta, pero por la pandemia no se hizo nada.
Este año se tiró la capa de material concreto completa del techo de una de las aulas y se puso durlock, pero no pasó mucho tiempo y el revestimiento de las otras aulas también comenzó a caerse. "Hoy tenemos cerradas siete aulas en la planta baja, ocho en el primer piso y ocho en el segundo. En total, 23 aulas están cerradas y no se pueden usar por cuestiones de seguridad", afirmó el vice.
Zerpa remarcó que se realizaron todas las gestiones que corresponden, de acuerdo a la vía jerárquica, sin embargo los trámites no avanzan. "Nos dijeron que posiblemente salga un proyecto en julio a través de Infraestructura, después se presenta a la Ucepe y a partir de ahí continuaría vía Nación. Habría que mandar el proyecto de obra a Nación, después seguramente en Salta se tiene que llamar a licitación, pero no solo para que se arreglen los techos sino también la instalación eléctrica, las cañerías".
Las imágenes del estado edilicio de la centenaria institución tomadas por el reportero gráfico de El Tribuno son más que elocuentes. En el establecimiento estudian más de 600 chicos, en doble turno, en burbujas semanales. Ahora, por la pandemia de COVID-19, está yendo a diario "por suerte" la mitad de la población, de lo contrario sería imposible seguir adelante con las clases presenciales.
Además de funcionar todo el día, la técnica Gurruchaga tiene dos cursos de formación profesional por la noche. Aparte comparte el edificio con el Profesorado de Salta, donde estudia un millar de jóvenes y adultos. El taller de la Escuela Técnica funciona una cuadra más arriba, enfrente a plaza España, donde tratan de aprovechar al máximo los espacios y ahora también dictan allí clases de teoría. Al no saber qué hacer, la escuela le pidió auxilio a otra técnica con orientación en construcciones. Trabajando en el lugar llegaron a la conclusión de que el revoque del techo se cae porque en su momento se hizo mal y recomiendan raspar todo el material concreto y volver a hacerlo. La losa también tiene partes mal hechas.
Zerpa detalló más problemas edilicios que deben resolverse. Dijo que en el techo también hay filtraciones, mucha humedad, se deben revisar los desagües. Es urgente rever las instalaciones eléctricas. Se voló una chapa del tinglado de la cancha de básquet, donde ahora se dan las clases, y también se necesitan acondicionar los baños. El Tribuno buscó respuestas en Educación, pero no respondieron.