El arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, preside esta anoche la misa de Pascua, celebrada en el altar de la Catedral Basílica. “Celebramos el triunfo de la muerte sobre la vida. La muerte y la vida se enfrentaron en un duelo admirable”, señaló el religioso durante su homilía, destacando que ahí está la respuesta cristiana.
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El arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, preside esta anoche la misa de Pascua, celebrada en el altar de la Catedral Basílica. “Celebramos el triunfo de la muerte sobre la vida. La muerte y la vida se enfrentaron en un duelo admirable”, señaló el religioso durante su homilía, destacando que ahí está la respuesta cristiana.
Dijo que la respuesta la dan los mismos ejemplos, "el rey de la vida estuvo muerto y ahora vive".
Añadió que "siempre vivimos la experiencia a medida que pasa la vida, del cansancio, del desaliento y debemos renovar nosotros la esperanza porque el horizonte de la vida es la eternidad".
Este año al igual que el anterior, las celebraciones están sujetas a las limitaciones impuestas por la pandemia de COVID-19, con un número limitado de fieles que pueden participar.
En su mensaje pascual, monseñor remarcó que "aceptar la resurrección es extender el horizonte", en una época cortoplacista, en la que se vive la ansiedad de la noticia y se termina vaciando el presente. "El cristiano sabe que su perspectiva no es cortoplacista, trata de hacerlo bien y ponerse al servicio y de hacer de su vida una vida llena de sentido, sabe lo que es y lo que hace es valioso a los ojos de Dios", indicó.
Cargnello destacó que "el Dios de la vida que resucitó a Jesús nos invita a resucitar en este momento".