Los trámites para rectificar la identidad de Pablo Alejandro Ramos están en su proceso judicial final en el Juzgado de Primera Instancia Civil de Personas y Familia, Segunda Nominación desde el año 2014.
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Los trámites para rectificar la identidad de Pablo Alejandro Ramos están en su proceso judicial final en el Juzgado de Primera Instancia Civil de Personas y Familia, Segunda Nominación desde el año 2014.
La historia de este hombre, oriundo de Rosario de Lerma que fue inscripto por error hace 36 años con nombre y sexo de mujer, ha tenido repercusión nacional luego de que sus desventuras fueran publicadas por El Tribuno.
Una odisea
Pablo no ha podido reconocer a sus cinco hijos, no puede acceder a beneficios que otorga el Estado para la gente vulnerable, y para colmo ha sido sometido a vergonzosos exámenes médicos para saber si realmente es hombre o si accedió a propósito a cambiar su identidad.
Pablo habló con El Tribuno y contó nuevas situaciones que debió atravesar buscando ayuda para ser reconocido con su nombre y género verdadero. "Los trámites que inicié en la Justicia quedaron estancados. No sé por qué. Presenté todos los papeles como me habían solicitado. Hasta me llegaron a realizar un examen en el hospital para saber si estaba operado. Fue muy vergonzoso", cuenta Ramos.
Ayer se comunicó un funcionario del Registro Civil de Salta con Pablo y se comprometieron a ayudarlo.
Aunque la rectificación de la partida de nacimiento es pura y exclusiva competencia de la Justicia. "Tenemos registrado que el señor Pablo Ramos inició trámites ante el Registro Civil de Salta. Los cuales fueron realizados en tiempo y forma. Lamentablemente nosotros debemos esperar lo que decida la Justicia", explicaron desde el Registro Civil de la Provincia.
El hombre, con sus pesares y reclamos, será recibido en las oficinas centrales de Salta capital por las autoridades del Registro Civil de Salta.
Lo único que se espera es el proceso final de su expediente caratulado "Ramos, Pablo S/rectificación de partida".
Una década
Hace diez años atrás comenzó con estos trámites. No podía darles su apellido a sus hijos, como así también, no podía ser registrado en todos los lugares donde pudo trabajar.
"Ni siquiera podía recibir ayuda de la comuna porque no tenía documentos. Yo siempre he vivido de mis changas. Nunca pude ser blanqueado. Hasta me llegaron a despedir de un trabajo porque me habían dado un plazo para presentar mis documentos".
Según la documentación presentada a lo largo de los años por Pablo ante el Registro Civil y la Justicia, entre ellos el testimonio de testigos al nacer, y certificados extendidos por el Registro Civil de Rosario de Lerma, su nombre era aceptado como corresponde. Sin embargo, su partida de nacimiento sigue con el nombre Paola Alejandra Ramos.
El Tribuno pudo averiguar que apenas salga la resolución final de rectificación de la partida de nacimiento, en el documento de Pablo se adicionará su nombre real según el expediente judicial. Y los documentos de sus hijos, se añadirían a su apellido sin cambiar el actual de su esposa.
Sin trabajo
El hombre lleva su penosa realidad de un lugar a otro. No tiene trabajo ahora y changuea como puede.
Sus padres eran personas de campo, muy limitados en sus conocimientos. Cuando lo inscribieron hace 34 años en el Registro Civil de Rosario de Lerma, quien los atendió, vaya a saber por qué motivo le cambió el nombre y el sexo.
El drama de un hombre
Pablo no ha podido reconocer a sus cinco hijos, no puede acceder a beneficios que otorga el Estado.
Ha sido sometido a vergonzosos exámenes médicos para saber si realmente es hombre o si accedió a propósito a cambiar su identidad.
Fue despedido de trabajos por no poder acreditar su identidad. Hoy hace changas para sobrevivir y no recibe ni una ayuda social.