Es un artista íntegro, que ama estar en escena. Un cantor y actor salteño que en los últimos 25 años se lució en los principales escenarios del país. Ganador del Premio Carlos 2017 como mejor cantante masculino, ganador del premio ACE 2015 por revelación e idea de su espectáculo Tango Corrupto y premio Hugo 2015 al mejor actor de Music Hall y al mejor de Music Hall y Café Concert.
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Es un artista íntegro, que ama estar en escena. Un cantor y actor salteño que en los últimos 25 años se lució en los principales escenarios del país. Ganador del Premio Carlos 2017 como mejor cantante masculino, ganador del premio ACE 2015 por revelación e idea de su espectáculo Tango Corrupto y premio Hugo 2015 al mejor actor de Music Hall y al mejor de Music Hall y Café Concert.
Oscar Lajad se fue hace casi 30 años de Salta y después de tanto tiempo volvió a casa con una propuesta imperdible, de primer nivel: la escuela de teatro musical Act and Art que durante dos décadas funcionó en Buenos Aires y formó artistas integrales y profesionales. Por lo que hoy, los salteños interesados tienen la posibilidad de entrenarse en su propia tierra con un programa de máster clases en canto, danza y actuación bajo su dirección y la del reconocido coreógrafo Darío Petruzio.
Lajad conversó con El Tribuno sobre su regreso, las expectativas con la escuela, su show Tango Corrupto y de los artistas salteños. Dijo que a nivel local “falta integrar al artista” para que “maneje las disciplinas del canto, el teatro y la danza juntos, las domine y las muestre en un escenario”.
Estás en tu tierra con Act and Art, ¿cómo te sentís?, ¿estás viviendo en Salta o vas y venís?
Estoy viviendo en Salta, volviendo a mi pago de donde me fui en el 92 a estudiar teatro a Buenos Aires, allí viví hasta julio del año pasado. Con la pandemia muchos hicimos cambio de planes y se dio todo para volvernos a Salta. En este momento, estamos instalados en tierras que eran de mis abuelos, en Coronel Moldes, en una finca, felices con este cambio que nos propuso la vida. Además lo lindo que es poder compartir con los chicos todo lo que uno transitó en tantos años de carrera y escenario porque hay chicos que sueñan, pero quizás no tienen la posibilidad de irse a ciudades grandes, nosotros con Act and Art tenemos la posibilidad de acercar eso en primera persona. Tanto Darío Petruzio, que dirige el programa, como yo, fuimos artistas, intérpretes del género que enseñamos: el teatro musical.
¿Se quedan por mucho tiempo?
Sí, ya nos radicamos acá, nos mudamos, tenemos nuestra casa aquí. Haremos viajes esporádicos por otros proyectos artísticos, por ejemplo, yo viajo el mes que viene a grabar un especial para Disney y tengo que estar tres semanas en Buenos Aires.
En qué momento de tu vida profesional te encuentras y cómo afrontas la pandemia...
Sigue siendo un período muy difícil para los artistas, sobre todo para los que subimos al escenario y vivimos de nuestros espectáculos, de nuestro arte. Si bien hay funciones con protocolo muchas veces no alcanza, en mi caso además de Act and Art (la escuela), hago un show que se llama Tango Corrupto en el cual tenemos orquesta, bailarines y somos bastantes en escena, y estamos sin tocar desde hace un año y pico, cuando arrancó la pandemia, porque tampoco se justifica hacer mucha movida si no te dan los números.
Estamos esperando que por lo menos nos vacunemos todos y se flexibilicen más los protocolos, es una etapa complicada.
En qué consiste la propuesta de la escuela de teatro musical y cómo les está yendo...
Con las clases arrancamos muy bien, teniendo todos los cuidados y la verdad nos sorprendió la respuesta de los chicos salteños que nos acompañan en la Fundación Salta. La propuesta tiene que ver con la formación integral de artistas enfocados al género del teatro musical, pero la formación es integral y más allá de que los chicos se vayan a dedicar o no al teatro musical le sirve igual. Si son cantantes les sirve porque va aportar a su artista y a su interpretación, si son bailarines igual, si son actores también. Hoy por hoy en el mundo mientras más versátil y dúctil seas a la hora de actuar mejor, ya sea para pantalla o escenario.
La escuela funcionó en Buenos Aires durante 20 años formando artistas de los más diversos géneros actorales, pasaron chicos, muchos seguramente conozcas de haberlos visto en tele, cine o teatro. Arrancamos con un programa por ahora reducido, son cuatro clases, una de ellas tiene que ver con una danza expresiva y funcional del teatro musical, tenemos la clase de actuación que es como la columna vertebral de la interpretación, sin manejar la actuación los chicos no pueden ser intérpretes. Después, están las clases donde montamos los cuadros de teatro musical y la de coro, de ensamble vocal, que está a cargo de Luis Benavídez, un groso. Fue cantor y director vocal de los Huayra, entre otros proyectos.
¿Las clases son presenciales o virtuales?
Estamos con clases presenciales en la Fundación Salta. Nos sorprendió, la verdad yo no conocía mucho, fui una vez hace 30 años, y no sabía que tenía salones tan lindos, grandes, donde se puede trabajar con distanciamiento, bien ventilado, hermoso, además, de la sala teatral donde vamos hacer seguramente las muestras de los chicos, queremos que aparte de formarse también se fogueen subiéndose al escenario, aprendiendo el oficio de estar en escena, ya desde las clases para que vayan ganando horas de vuelo.
¿Quiénes pueden anotarse en la escuela?, ¿todavía están a tiempo de sumarse?
Pueden anotarse a partir de los 15 años en adelante. Tenemos de las más variadas edades. Las clases comenzaron el 12 de abril, estamos terminando el primer mes de clases. Se pueden seguir sumando porque estamos armando otro grupo para que funcione otros días y se pueda trabajar más cómodos y con la seguridad de protocolos y demás. Se puede empezar en cualquier momento del año.
Esperamos se sumen más y de acuerdo a las necesidades vayamos sumando también y completando un programa de formación cada vez más amplio.
¿Hay que tener conocimiento previo?
No necesariamente, no. Damos una enseñanza flexible, de acuerdo a las capacidades y a lo que trae cada uno en su experiencia, quizás haya gente más formada en danza, otros en actuación, otros en canto. Como le exigimos a todos tratamos también de sacar provecho a la veta que mejor tengan y trabajar las otras cuestiones que quizás no las tenga tan fuerte.
Contanos sobre Tango Corrupto, un suceso...
Tango Corrupto es un show que en octubre cumple siete años, lo estrené en Buenos Aires. Tuvimos la suerte de ganar un montón de premios: al teatro, al teatro musical, a la música. Tango Corrupto lleva grabado dos discos, hicimos festivales por todo el país, de tango tradicionales siendo que es un show de tango no tradicional y tuve la suerte de venir a Salta en dos oportunidades. Y muchas temporadas de verano. Desde que arrancó la pandemia estamos sin hacer show en vivo, si se los puede ver online en la plataforma teatrix, ahí está el primer show y estamos también trabajando para la vuelta a escena, quizás pueda ser incluso en la Fundación Salta, un Tango Corrupto más chico, con un pianista, un bandoneonista, una pareja de tango y yo.
Quizá se pueda hacer en el verano, si todo va bien y si se retorna a una nueva normalidad más parecida a la anterior. Tenemos también planes de armar la compañía de teatro musical en Salta.
¿Cómo sería eso?
La idea es hacer casting, convengamos que Salta es una cuna de talentos tremenda, hay gente que canta muy bien, hay chicos que bailan bárbaro, contando sobre todo con experiencia y formación de Darío, él estudió en Estados Unidos, maneja el género del teatro musical como nadie. Queremos armar una compañía que nos permita tener una agenda de shows para presentar y ofrecer una opción al público que quizás está acostumbrado más al folclore o la zarzuela, géneros que son geniales, pero está bueno también ofrecer algo nuevo.
Sos muy exigente con vos mismo...
Sí, la verdad que yo soy bastante laburador en ese sentido. Logré cosas en mi carrera, tampoco es que soy famoso, pero trabajé mucho, en lugares importantes, fui reconocido por mis colegas, la crítica y todos, creo que se lo debo mucho a la perseverancia. Yo tenía un maestro que me decía que era un 90 por ciento de transpiración y 10 por ciento de inspiración. En el teatro, las artes, el deporte uno tiene que entrenar bastante, no sirve de nada tener el talento solamente si no lo pulís, si no trabajas en él y si no te volvés un artesano de tu arte. Después gustará el trabajo de uno o no, eso nunca lo podemos saber, pero hay que poner todo el profesionalismo para encarar algo.
Cuándo comenzó tu historia de artista, tu amor por el tango...
Nació de muy chiquito, me iba con el disco bajo el brazo, de Carlitos Balá y Rafaela Carrá, me iba a hacer shows, ponía la música y cantaba. Después más adelante, en adolescente tuve la oportunidad de empezar a formarme aquí con dos artistas, amigos salteños a quienes admiro y que ya son familia, Rafael Monti y Claudia Mendía, que fueron mis primeros maestros. A partir de ahí elegí mi vocación, mi carrera.
¿Cómo ves a los artistas salteños?
El talento obviamente lo notas, tenemos alumnos que cantan hermoso, gente que baila muy bien, pero, hablando desde el género del teatro musical que es el que yo transité, falta integrar al artista, que maneje las disciplinas del canto, el teatro y la danza juntos, que las domine y las muestre en un escenario. Generalmente la persona que canta aquí, se para, agarra una guitarra y canta, y quizás un solo género, el bailarín solo baila. Nosotros queremos proponer una formación integral, no tiene que ver con el género musical sino con la formación del artista, que si tienen que bailar bailen, si tienen que cantar lo hagan bien, que su desempeño actoral esté al mismo nivel.
Sabemos que es algo nuevo para Salta, si bien se dieron clases o seminarios no está instalado en nuestra cultura, argentina te diría, el teatro musical, la comedia musical, no todo el mundo la conoce. La verdad que como espectáculo es uno de los más completos que se puede ofrecer. Más allá de que los chicos se dediquen o no al género, transitar esta formación los va hacer a ellos mucho más ricos como artistas.