Los graves problemas sociales que tiene Salta no se solucionan potenciando los privilegios ni ignorando a los trabajadores. Necesitamos crear equilibrios entre el capital, el trabajo, el Estado y el medio ambiente. Un equilibrio que atienda también las necesidades de los desocupados y de las personas que oscilan entre la pobreza y la indigencia. No hay en nuestro horizonte provincial individuos ni grupos ni instituciones que -por sí solas- puedan atender a esta múltiple demanda de equilibrios que integren en el marco de la justicia so cial.
inicia sesión o regístrate.
Los graves problemas sociales que tiene Salta no se solucionan potenciando los privilegios ni ignorando a los trabajadores. Necesitamos crear equilibrios entre el capital, el trabajo, el Estado y el medio ambiente. Un equilibrio que atienda también las necesidades de los desocupados y de las personas que oscilan entre la pobreza y la indigencia. No hay en nuestro horizonte provincial individuos ni grupos ni instituciones que -por sí solas- puedan atender a esta múltiple demanda de equilibrios que integren en el marco de la justicia so cial.
La emergencia (que es sanitaria, económica y social) requiere del diálogo social, la herramienta que recomienda la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que aplican, siguiendo diseños diferentes, los países socialmente más ade lantados.
Para hacer frente a los problemas salteños, similares a los del Norte Grande, los tres actores sociales principales deberemos desandar caminos y sentarnos a conversar, a intercambiar propuestas, dispuestos a asumir compromisos de largo alien to.
Muchos años de marginar a las organizaciones sindicales de los ámbitos en donde se toman decisiones en materia de empleo, producción y condiciones de trabajo han dado los resultados que están a la vista: Desocupación, trabajo en negro, marginalidad, parálisis de la producción genuina y sustentable, agresión al medio ambiente. Sin olvidar las pavorosas desigualdades que exhibe -y pretende ocultar- nuestra provincia, y los problemas de género que se traducen en violencia y discrimina ción.
Sufrimos también desigualdades territoriales: Tenemos zonas pujantes junto a zonas abandonadas con habitantes condenados a emigrar o malvivir. La situación de hermanas y hermanos de los pueblos originarios reclama diálogo y acciones.
La crisis habitacional y urbanística castiga a las personas con bajos salarios y sin ingresos mínimos. Miles y miles de salteños habitan barrios o asentamientos sin agua potable, sin cloacas, sin seguridad ni otros servicios esenciales. Hacer funcionar las instituciones siguiendo las pautas de la Constitución es también necesidad perentoria. Que el Gobierno debe atender, sin encerrarse en to rres de cristal.
Invertir, producir, trabajar, ser solidarios es responsabilidad de obreros y empleados, de empresarios y emprendedores, de familias y asociaciones civiles. Actuar cada uno en círculos cerrados nos lleva a más de lo mismo. Y tengo la impresión de que no hay más márgenes para reproducir errores, injusticias y malas prácticas.
Por eso la CGT Regional Salta es partidaria del Dialogo Social Tripartito. Necesitamos mesas abiertas, donde fluyan la información, el respeto al otro, la vocación de buscar consensos. Las organizaciones sindicales tenemos mucho que decir y aportar para reconstruir la dignidad del trabajo. Para incluir a los excluidos. Para remover los obstáculos que paralizan a nuestra capacidad de producir. Para sumar voluntades en procura de un equilibrio federal. Para concretar la muchas veces proclamada articulación entre las universidades, la producción y el trabajo. Para renovar nuestra legislación obsoleta. Para capacitar a trabajadoras y trabajadores, emprendedores y emprendedoras, consumidores y consumidoras, y ciudadanos en ge neral.
Para avanzar en esta dirección, además de exhortar al Gobierno y a las Cámaras empresarias a inaugurar una época de diálogo, la CGT Regional Salta ha puesto en marcha una Mesa Sindical para analizar la situación de las fuentes energéticas con las que cuenta nuestra provincia (litio, hidrocarburos, biocombustibles y otras renovables como la eólica e hídrica), y promover allí más y mejor empleo.
Estamos todavía a tiempo.