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“El arte y la cultura me abrieron puertas a caminos que nunca pude imaginarlo”

Inés López Barros, gestora de arte, habla de su actividad en El Tribuno.
Domingo, 02 de mayo de 2021 01:18

Una mesa de bar, un mate semidulce, dos gatos que circulan por el espacio, un sillón hippie en el piso y mucho arte, es todo arte que rodea su habitabilidad en las paredes, en la tazas, en los cuadros de Julies Guinet, de Luc en Raven, de su hijo Leo, en las botellas, en la macetas y en el balcón que mira las lomas del oeste de la ciudad de Salta.

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Una mesa de bar, un mate semidulce, dos gatos que circulan por el espacio, un sillón hippie en el piso y mucho arte, es todo arte que rodea su habitabilidad en las paredes, en la tazas, en los cuadros de Julies Guinet, de Luc en Raven, de su hijo Leo, en las botellas, en la macetas y en el balcón que mira las lomas del oeste de la ciudad de Salta.

Allí Inés López Barros mira la vida. Ella hace muchas cosas en su vida, pero su verdadero oficio es ser gestora cultural. Esa es su verdadera esencia.

"¿Qué hace una gestora cultural? es la persona que planifica y organiza un proyecto de arte, desde la redacción hasta el momento final que se expone. Eso es lo que amo hacer porque es llevar a cabo un acontecimiento donde otras personas puedan disfrutar del arte", dijo Inés.

"Lamentablemente es una profesión que por ahora no es remunerada. Muy pocas personas pueden vivir de la gestión cultural y es algo que como sociedad debemos mejorar y ahora explico por qué. Durante la pandemia se cortaron todas las actividades artísticas y culturales por la prevención. Lo mismo pasó con el deporte. Cortaron dos actividades que si bien no son primordiales, sí son esenciales para el desarrollo de las personas. A nosotros, los que trabajamos con el arte, el espectáculo y la cultura, nos afectó muchísimo la cuarentena. Sin embargo más le afectó a la sociedad quedarse sin sus actividades", dijo la gestora cultural.

Cuarentena

La cuarentena develó la precariedad con la que se trabaja en la producción del arte y la cultura.

"Yo trabajo en la cultura desde hace unos 10 años organizando eventos culturales, revistas literarias, estoy en un programa de radio y ahora voy a debutar con una exposición de fotos", dijo entusiasmada.

Cambios

Ella, en diálogo con El Tribuno, es como si tuviera dos planos para explicar cómo ingresa al mundo del arte y de la cultura.

En un plano corto recurre a su historia concreta y el recuerdo se le va cuando nació su niño Leo. Ella trabajaba en el rubro comercial y supo que debía dejar ese trabajo porque no podría atender a su hijo.

Hay como tres personas muy puntuales en la historia de Inés

En esos momentos de incertidumbres conoció a Fernando Ríos Kissner, que es un reconocido productor tucumano, en un evento en la ciudad de Formosa. Kissner es uno de lo que trajo la Acción Poética a la Argentina y con eso Inés entró definitivamente en el arte como propuesta de trabajo.

"Cuando volví a Salta estaba muy entusiasmada con traer la Acción Poética a Salta. Realicé una convocatoria por las redes sociales para un sábado a la mañana. Llegado ese día llovía, llovía mucho y pensé que muy poco irían, casi nadie suponía", dijo riendo.

"En esa mañana de sábado con lluvia aparecieron Nora, Leo y Sergio. Yo pensé: con estos vamos a hacer grandes cosas. Y así fue, con Nora Fernández no nos separamos nunca más", recordó.

"La Acción Poética Salta fue la que me abrió las puertas a muchas cosa. Yo siempre digo que el abre me abre puertas constantemente, me abre caminos a sectores que nunca los tuve pensados", dijo.

Fotografía

En uno de esos caminos encontró al fotógrafo Isidoro Zang, un personaje de Salta linda que deambula por las mañanas en el centro de la ciudad.

"A Isidoro lo conocimos en 2018 junto a Nora en recurrencia de marchas que habían por esos años de alterada ciudad. En un primer momento le pedimos que nos enseñe sobre fotografía para lo cual se negó rotundamente primero. Luego fue aflojando y nos dijo que podríamos charlar sobre fotografía con café de por medio. Íbamos a un café de la Leguizamón y Rivadavia que luego. Isidoro llevaba libros y compartía sus conocimientos con nosotras. Les estamos muy agradecidas por su amistad y por sus constantes enseñanzas", contó la mujer.

En su historia Fernando, Nora e Isidoro con como tres capítulos muy importantes.

Ahora bien, hay que escarbar un poco en infancia para saber que su vocación por arte y la cosas bellas tienen un origen mucho más atrás.

Su mamá Lidia la crió junto a sus tres hermanos sola, con su trabajo de secretaria ejecutiva, por lo que la dejaba mucho tiempo al cuidado de sus abuelos maternos.

Ellos vivían en la casa de Antonio y Blanca quienes le brindaron una infancia feliz en su casa de barrio Campo Caseros, zona cercana a la plaza Alvarado, romántica y eterna del oeste salteño.

"A mí me mandaron al colegio Santa Rosa y ya desde niña supe que no era para mí. Logré que en quinto grado me cambiaran y me fui al querido Club Libertad que tenía un colegio por la mañana y que por las tardes brindaba actividades deportivas y artísticas. Estaba feliz. Ese es el primer recuerdo del patinaje. También recuerdo a mi abuelo que trabajaba de tesorero que me traía los libros de su trabajo para escriba mis historias. Yo a los 10 años ya había leído "Orgullo y Prejuicio" y a los 13 escribía historias y cuentos. A todos esos escritos en los libros del tesorero los debe tener mi mamá", dijo

Pandemia

Si bien la cuarentena detuvo el tiempo del arte, hubo oportunidad para otras cosas.

"Yo soy una apasionada del arte y busco siempre los caminos", explicó.

Ahora Inés anda averiguando cómo aplicar la ley de mecenazgo cultural que prevé que personas humanas o jurídicas realicen aportes dinerarios para financiar propuestas culturales.

 

 

Se viene la exposición


Para el próximo martes 5 de mayo inaugura la primera muestra de Inés López Barros.


La exposición se denomina “Ventanas del Tiempo” y estará en Galerías El Palacio. Estará en muestra hasta el 15 del presente mes. “Trato de poner el foco en aquellas cosas cotidianas de la vida de la calle en donde es necesario detenerse y hacer foto. Son 8 fotografías que fueron seleccionadas con el acompañamiento de Isidoro Zang”, dijo.
 

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