La Policía turca detuvo ayer a más de 200 personas y empleó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes en Estambul durante el Primero de Mayo, en medio de un confinamiento total para frenar el coronavirus.
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La Policía turca detuvo ayer a más de 200 personas y empleó gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes en Estambul durante el Primero de Mayo, en medio de un confinamiento total para frenar el coronavirus.
La gobernación de Estambul informó que 212 personas fueron detenidas cuando intentaban entrar en la plaza de Taksim, que se encontraba vallada. Otras fuentes sindicales aumentan la cifra de detenidos hasta cerca de 230.
La plaza de Taksim es un lugar simbólico para la izquierda y el movimiento sindical en Turquía después de los sangrientos incidentes del Primero de Mayo de 1977, cuando grupos ultranacionalistas abrieron fuego contra los allí reunidos y mataron a unas 40 personas.
Por la mañana, pequeños grupos en representación de los principales sindicatos accedieron a Taksim para conmemorar la masacre de 1977 y colocaron flores en un monumento dedicado a las víctimas. Más tarde, simpatizantes de izquierda y estudiantes universitarios intentaron también entrar en la plaza, pero fueron bloqueados y muchos de ellos detenidos por policías antidisturbios.
Los detenidos portaban carteles a favor de la lucha obrera y gritaban consignas como "Taksim no puede cerrarse a la gente" y "Viva la lucha por el Primero de Mayo".
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