La proscripción y la persecución vuelven a funcionar como procedimientos "electorales" en algunas intendencias de Salta.
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La proscripción y la persecución vuelven a funcionar como procedimientos "electorales" en algunas intendencias de Salta.
La reciente conformación de listas de candidatos ha dejado expuesto que los tiempos cambian, los procedimientos se automatizan, pero las mañas antidemocráticas son imperecederas. A cuatro décadas del retorno a la democracia todavía se notan bolsones de autoritarismo, intolerancia y persecución política. Este fenómeno de retraso cultural es muy propio de algunos municipios de Salta donde aún anida esa mentalidad de "patrón de estancia".
Ya Sarmiento denunció este mal del caudillismo en "Facundo", entendiendo al caudillo localista como una rémora de la sociedad, un sinónimo de abuso de poder y atraso social y como un enemigo de todo progreso.
El mal de los intendentes y legisladores es la permanencia, porque se constituyen en grupo de poder en lugar de ser factores sociales del progreso. De allí que sea una necesidad urgente impedir a todo gobierno o legislador permanecer más de dos mandatos. La prueba de estos males se ha visto a la hora de la presentación de listas de candidatos para las próximas elecciones, cuando en algunos distritos los postulantes de partidos locales o que formaban parte del frente oficial fueron literalmente eliminados a raíz de aviesos procedimientos de mandantes de intendentes o legisladores.
Un caso testigo ha sido el departamento de La Caldera, que incluye al municipio de Vaqueros, donde con toda obstinación se eliminó a los candidatos del Partido Autonomista. La misma suerte corrieron los del Partido Renovador de Salta y algunos otros que evidentemente se oponían a consagrar un tercer mandato de la senadora local. Este departamento es importante por su cercanía inmediata con la Capital y eje del área metropolitana.
No sólo eso, sino que cuando tratando de rescatar a candidatos potables se los invitó a presentarse en otras listas de otro frente, también fueron eliminados en la instancia de inscripción, todo eso sin dar ninguna razón ni fundamento.
Es decir, se operó para privar al electorado de toda posibilidad de elegir en sólo de consagrar un poder absoluto en el departamento. Tal ambición de permanencia en poder se completa con la posible candidatura del actual intendente de Vaqueros, Daniel Moreno, como convencional constituyente, lo cual representa un contrasentido, porque
¿Cómo votaría uno de los ejes de esta Reforma que es la limitación a dos mandatos, cuando urde tramas para posibilitar que su senadora vaya por un tercer tiempo?
Ciertamente, estas elecciones han demostrado que el atraso de ese "interior profundo" no proviene tanto de una postergación económica sino de un atraso mental de sus dirigentes que anhelan emular a Quiroga, Bustos, Ibarra, Varela; ejerciendo su paternalismo, en ocasiones en connivencia con el religioso del lugar y distribuyendo mendrugos a cambio de una fidelidad canina de sus votantes.
La pandemia ha destrozado a la historia tal como la conocíamos, el mundo dobló hace un año hacia otro curso donde la dinámica marca el signo del tiempo, mientras aquí, en algunas intendencias de Salta, pretenden que el derecho de pernada y el servicio al reyezuelo continúen en vigencia, reduciendo de esa manera al vecino a un siervo de la gleba.