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Coautoría, la imputación por el femicidio en San Calixto

Tanto el exmarido como su nueva pareja declararon ayer. Luego escucharon la grave imputación penal, que se condice con el repudio social de sus actos.
Sabado, 22 de mayo de 2021 02:58

La flagrancia de una muerte imperdonable enmudeció a una barriada que ya lo sufrió todo en materia de seguridad.

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La flagrancia de una muerte imperdonable enmudeció a una barriada que ya lo sufrió todo en materia de seguridad.

Lo de San Calixto no fue un femicidio más, y así lo entendieron las mujeres de ese núcleo habitacional, muchas de las cuales transitan el mismo camino que Jésica Solís. Ayer reclamaron todo el peso de la ley para la pareja femicida, pero a la vez un poco de seguridad para aquellas mujeres que comparten muchas cosas en común con la última víctima de este flagelo y que esta vez las rozó a todas.

Ayer, con toda la evidencia sobre la mesa, la fiscal de la Unidad de Femicidio, Mónica Poma, escuchó las declaraciones de los dos acusados, Rocío del Milagro Farfán y su pareja actual Ezequiel Domínguez, autor material del homicidio calificado de una mujer de 29 años (su expareja y madre de su hijo varón), ocurrido el jueves por la tarde en la zona Sur de la ciudad.

Los acusados estuvieron acompañados de abogados particulares, quienes también se notificaron de la imputación que señala a ambos como coautores del delito de homicidio calificado por la relación de pareja y preexistente y por mediar violencia de género en perjuicio de Jésica Maribel Solís.

 

El ataque mortal se produjo en la tarde del jueves cuando alrededor de las 14, la víctima se encontraba junto a la imputada en el negocio que funcionaba en su vivienda y que ambas atendían, cuando llegó la expareja de Solís y actual pareja de Farfán y se generó una discusión entre los tres.

Dos testigos presenciales señalaron que la mujer violentada por su ex y la actual pareja ganó la calle y solicitó auxilio a la policía.

Junto a otra mujer, le pidió a ésta que también llame a la policía para su protección, instruyendo la peligrosidad de su ex y su nueva pareja.

Minutos después Jésica volvió a ingresar a su negocio para atender un cliente y en ese instante fue atacada por Ezequiel Domínguez, quien la degolló en presencia de su nueva pareja, su hija y el hijo en común que tenía con la víctima.

Tras ver el resultado de su agresión, Domínguez alzó a su ex, la llevó hacia la calle e intentó frenar el sangrado con una prenda de vestir, mientras que Rocío Farfán se quedó en el interior. Jésica murió en la calle.

“Pagame más tarde”

Anoche, familiares y vecinos de Jésica se reunieron en el lugar del crimen para prender velas y pedir justicia, y a la vez apoyarse en ella para que el olvido no cubra otra muerte, como el frío, el viento y la tierra que acompañaba ese humilde homenaje.
Los niños desabrigados, las mamá luchando otro día más, vecinos que señalan y denuncian toda clase de inseguridad a diestra y siniestra y otra vez el frío de la noche. 
Uno de los presentes dijo: “Desde hace tiempo pedimos una garita policial, desde hace cuatro años. Le pedimos al gobernador que saque al fiscal de Limache, porque no le da ninguna respuesta a los vecinos”, denunció.
Pero fue un niño quien esbozó quizá lo más doloroso. Emocionado, dijo: “Fue una mujer luchadora, amable, trabajaba desde temprano por su hijo, siempre te trataba bien, si te faltaba plata te decía ‘después traeme’. No podemos creer lo que pasó”.
Aquel niño mostró ese rostro oculto de vivir en ese lugar, donde la desigualdad se muestra a toda hora y a la vista de todos 
 

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