"Casi no puedo respirar. Desde hace cinco días que vengo al hospital y solamente me pusieron una inyección", dijo ayer a El Tribuno don Ramón Zurita, poco antes de lograr su internación en el hospital Del Carmen de Metán.
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"Casi no puedo respirar. Desde hace cinco días que vengo al hospital y solamente me pusieron una inyección", dijo ayer a El Tribuno don Ramón Zurita, poco antes de lograr su internación en el hospital Del Carmen de Metán.
Decenas de personas se ubicaron, desde las 6, en los jardines del nosocomio aguardando su turno. Muchos tenían síntomas y clamaban, algunos entre sollozos, por un médico y oxígeno.
Zurita, sin fuerzas, se sentó al frente, en su automóvil, debido a que tenía muchas dificultades para respirar. "No me dan ninguna solución, al igual que a toda esta gente que vino con síntomas de COVID-19. Esto viene ocurriendo desde hace varios días", dijo el camionero metanense que finalmente logró que lo internen.
"Yo comencé el viernes pasado con la enfermedad, con un fuerte dolor de cabeza, de cuerpo, de garganta y vómito. La obra social que tengo no me dio respuestas. En el segundo día vine al hospital con mucha fiebre. Me dijeron que no me podían internar porque no había médico y que solamente estaban dos enfermeras", detalló el vecino metanense.
"Me pusieron una inyección y me mandaron a la casa. No me permitieron esperar. El primer día me trajeron en ambulancia hasta el hospital. Después me trajo un vecino en mi auto, esta es la quinta vez que vengo", había indicado el hombre antes de que lo internen ayer tarde.
"Esto está colapsado, hay muchas quejas, la gente está desde las seis de la mañana. Vi a muchos llorar pidiendo atención", destacó el vecino.
Las personas en espera dijeron que el hospital metanense está cometiendo un grave error al no destinar personal para clasificar a los pacientes y priorizar la atención. El lunes se informó que hubo 68 casos positivos y confirmó que había 1.112 personas en aislamiento.
"Estrés sanitario"
"El creciente aumento de casos ha hecho que nosotros tengamos que ir replanteando en el consultorio de febriles, que al principio estaba organizado de otra manera. Lo hemos reforzado con otro médico y un bioquímico y hay cuatro enfermeras, porque hay que prestarle atención a los que están internados como a los que vienen a la consulta diaria", dijo la gerente del hospital Del Carmen, Annavella Balbuena. "Hay muchísimos casos, no todos son de gravedad. Algunos vienen porque se enteraron que estuvieron en contacto con alguien que dio positivo y es cierto que muchos llegan con síntomas. Justamente a ellos son los que les damos prioridad, a través de un control de enfermería y en base a los parámetros para determinar cuál es de mayor gravedad y requiere pronta atención", destacó.
Hay una saturación
“Todos los pacientes que llegan son controlados y hay prioridades. Seguramente si esto sigue en aumento podríamos llegar a un colapso. En general se está dando una saturación del sistema, lo que nosotros estamos atravesando en este momento es un estrés sanitario. Nos preocupa que los pacientes sean atendidos y medicados”, indicó. “Hay medicamentos disponibles, pero son para las personas que están con síntomas”, aclaró Balbuena, quien dijo que todavía hay camas desocupadas.