La biblioteca popular General Güemes, de cien años de existencia, se cae a pedazos en medio de la pintoresca plaza Martín Fierro, de Campo Quijano. No cumple con sus fines de institución abierta al público desde el año 2005. Con alrededor de 200 socios en su mejor momento, hoy solo cuenta con 18 activos, de los cuales más de la mitad pertenecen a una sola familia.
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La biblioteca popular General Güemes, de cien años de existencia, se cae a pedazos en medio de la pintoresca plaza Martín Fierro, de Campo Quijano. No cumple con sus fines de institución abierta al público desde el año 2005. Con alrededor de 200 socios en su mejor momento, hoy solo cuenta con 18 activos, de los cuales más de la mitad pertenecen a una sola familia.
Ante estas anomalías que no dan para sostenerlas en el tiempo, un grupo de socios autoconvocados decidió peticionar ante la inspección General de Personerías Jurídicas de la provincia una comisión normalizadora, integrada por vecinos del municipio con el objeto de lograr su reapertura a la comunidad y transparentar las irregularidades detectadas con los dineros girados por Nación y Provincia para el buen funcionamiento de esta institución de Quijano.
Plazo
"Solicitamos que en un lapso de 6 meses se logre normalizar el funcionamiento de la biblioteca, como así también la apertura para los socios que fueron apartados de la institución solo porque querían evitar las irregularidades detectadas en estos 16 años", explicó Fernando Peñaranda.
Este vecino nunca se pudo asociar como otros pobladores. El padrón actual presentado a Personería Jurídica como supuesto aval que legitima la actual comisión directiva está inscripta toda una familia y sus amigos. Sin considerar numerosos socios que ante las anomalías detectadas en la comisión actual que preside la biblioteca, se les negó pagar las cuotas societarias para dejarlos fuera de toda convocatoria de renovación de autoridades.
"Hay casos puntuales de socios, que con la intención de ponerse al día con sus cuotas para tener lugar con voz y voto en la renovación de autoridades, se les negó ese derecho. Consta en actuaciones de la Policía. Lo que es peor son los montos manejados por la actual conducción con el objetivo de hacer obras de refacciones que nunca se hicieron".
Dinero
Pañaranda explicó a El Tribuno que figura entre estas irregularidades denunciadas montos enviados por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) en el año 2015 que jamás se supo en qué fueron utilizados y que este organismo nacional hoy reclama montos actualizados. Sobre este expediente existe una sentencia firme contra la entidad en el juzgado nacional de primera instancia en lo Civil y Comercial Federal 11 en donde se ordena restituir hasta la última moneda de estos fondos emitidos en el año 2015 y que al 2018 nunca se respondió.
Por otro lado existe otro antecedente de giros de fondos desde provincia para esta institución, los cuales iban a ser ocupados en refacciones del edificio asentado en la plaza Martín Fierro de Quijano.
También dinero de la Provincia
Según la documentación del Ministerio de Hacienda y Obras Públicas de Salta, se giró para la biblioteca popular General Güemes de la localidad de Campo Quijano, en el año 2005, la suma de 10 mil pesos para ampliaciones y refacciones.
A la fecha, según los socios autoconvocados, solo se levantaron dos columnas y nunca se supo qué se hizo con el resto del dinero. A modo comparativo, los socios explicaron que
“con ese monto, en esa época se adquirían 5.144 litros de nafta súper”, indicaron.
“Esa misma cantidad de combustible actualizado hoy rondaría los 500 mil pesos”, redondearon en la comparación.
Peñaranda explicó que se pidió a personería jurídica una auditoría urgente, además de la comisión normalizadora de la Biblioteca Popular General Güemes creada el 17 de noviembre del año 1922.