¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
29 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Todo depende de mi actitud

Bernardo Stamateas clarifica cuál es la mejor postura para adoptar ante el fracaso. 
Domingo, 30 de mayo de 2021 20:04

Por Bernardo Stamateas, doctor en Psicología

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por Bernardo Stamateas, doctor en Psicología

Los seres humanos soñamos y anhelamos alcanzar nuestras metas y objetivos. Pero para lograrlo, tenemos que valorarnos a nosotros mismos para poder ser conscientes de todo lo que somos capaces de hacer. En épocas de bonanza, por lo general, sentimos que nuestra autoestima crece y tenemos en claro qué hemos venido a hacer aquí. Pero en tiempos de crisis como la que atravesamos, no resulta tan sencillo.

¿Por dónde deberíamos comenzar? Es fundamental abandonar nuestra zona de comodidad y pasar a la acción. Es decir, movernos, actuar, plasmar las ideas que albergamos en la mente. Solo cuando salimos de la pasividad descubrimos nuestras diversas capacidades. “No sabía que era bueno/a para esto”, solemos decir cuando hacemos algo que nunca hicimos antes.

Aunque creamos todo lo contrario, nacemos con un potencial ilimitado, de modo que no valen las excusas. ¡Es tiempo de dejar atrás el “no puedo”, “no tengo”, “no sé”! En el momento en el que plasmamos una idea, sabemos con exactitud dónde nos encontramos. Un resultado que no esperábamos, o simplemente darnos por vencidos porque nos sentimos frustrados, muchas veces nos enfrenta con el dilema de si experimentamos un fracaso o nos percibimos como fracasados. ¿Cuál es la diferencia entre fracaso y fracasado? No es solo lingüística, sino sobre todo la manera cómo yo me veo a mí mismo. A nadie le gusta que le vaya mal en la vida y nadie acepta el fracaso con alegría. Pero, nos guste o no, a todos alguna vez nos toca superar circunstancias duras, como las que vivimos actualmente a nivel mundial. Si nos dieran a elegir, sin duda, no escogeríamos perder el trabajo, o separarnos de nuestra pareja o tener un ser querido enfermo o ser desilusionados por alguien.

Pero sí podemos escoger si, en un mar de problemas, nos ahogaremos o surfearemos las olas exitosamente. La decisión siempre es mía y de nadie más. No somos conscientes de las muchas elecciones que realizamos a diario, las cuales nos conducen a pensamientos y conductas. Entonces, frente a lo que vemos como un fracaso, vos y yo tenemos estas dos opciones: 

a) No aceptamos el fracaso como parte de nuestra vida.

b) Aceptamos el fracaso y nos resignamos a lo sucedido.

Entonces, podemos concluir que la diferencia entre fracaso y fracasado radica en la actitud que uno adopta ante la vida y, en especial, ante las situaciones negativas que todos vivimos y no podemos cambiar, como la pérdida de un ser querido. Cuando yo no considero el fracaso como un enemigo que viene a dañarme o castigarme, puedo comenzar a verlo como un maestro que viene a dejarme una lección.

Todos, estemos al tanto de ello o no, actuamos según la imagen que tenemos de nosotros mismos. ¿Cómo te ves a vos mismo, a vos misma? Te animo, en este tiempo, a ver cada dificultad como una oportunidad para accionar, crecer y avanzar. Porque, recordá: todo depende de mi actitud.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD