La basura domiciliaria recogida por los camiones recolectores en los tres municipios del Valle de Siancas continúa siendo depositada en el basural a cielo abierto ubicado entre el río Mojotoro y la ruta provincial 113, correspondiente a la jurisdicción del municipio de General Güemes.
inicia sesión o regístrate.
La basura domiciliaria recogida por los camiones recolectores en los tres municipios del Valle de Siancas continúa siendo depositada en el basural a cielo abierto ubicado entre el río Mojotoro y la ruta provincial 113, correspondiente a la jurisdicción del municipio de General Güemes.
Vale recalcar que el basural es departamental, por lo que allí se recibe la basura de la ciudad de General Güemes, de Campo santo y El Bordo.
Esta particularidad ha comenzado a generar algunos inconvenientes al ambiente güemense, debido a que las toneladas que se depositan a diario en el predio abierto hicieron que el basural creciera exponencialmente en los últimos años, generando gran preocupación en el sector de la comunidad ubicada más cerca del lugar.
Inexistente relleno sanitario
El basural departamental se creó como una condición necesaria para que pueda ser implementado un sistema conocido como relleno sanitario, que abarque a las tres comunas, consistente en la apertura de trincheras para el vertido de la basura, las cuales se van tapando en la medida que se llenan completamente.
Este proyecto comenzó a implementarse en el 2011, pero quedó a medio camino por faltas de fondos.
Un consorcio con representantes de los tres municipios fue creado para hacerse cargo del relleno sanitario, pero todo quedó en la nada.
A pesar de las gestiones realizadas no se pudo adquirir las maquinarias pesadas para trabajar en la generación de las trincheras y tampoco se pudo cerrar el predio con un cercado perimetral.
Lo único que se concretó de todo lo proyectado es el traslado de toda la basura del departamento al vertedero de la ciudad de General Güemes, donde existe un predio con las condiciones requeridas para la apertura de las trincheras, un trabajo que nunca llegó a realizarse, perjudicando al municipio local, porque comenzó a recibir toneladas de desechos domiciliarios en un basural que sigue siendo a cielo abierto.
El proyecto quedó paralizado hasta el 2020, cuando fue retomado, pero con pocos avances, de acuerdo a las especificaciones brindadas por el ingeniero Carlos Matrichuk, a cargo de la reorganización del basural, todavía hay mucho por hacer antes de implementar el nuevo sistema.
"Debo reconocer que aún estamos lejos de que el sistema de relleno sanitario comience a operar. Hay muchas cosas por hacer para que esto ocurra, recién recibimos algunas de las maquinarias para trabajar en el nuevo predio, pero no se trata solo de cavar trincheras, se debe realizar en ellas un tratamiento que es muy costoso para hacerlas impermeables", explicó Matrichuk.
El número de trincheras que deben ser cavadas para que el relleno sanitario tenga una operatividad de 10 años es de 36 y cada una debe contar con 50 metros de ancho por 90 metros de largo y 5 de fondo. "Es una obra que requiere de máquinas excavadoras y mucho trabajo. No contamos con ese tipo de máquinas todavía, por lo que nos encontramos imposibilitados de dar inicio a las excavaciones".
En los últimos meses se trabajó mucho en la reorganización del basural, el cual ya estaba al borde del colapso. Se pudo lograr una redistribución más equilibrada de la basura, lo que permitirá continuar recibiendo los desechos domiciliarios por unos años más, se espera que hasta entonces ya se pueda cambiar el punto de vertido hacia las trincheras.