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19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Seis obras a $100 se presentan con un fin benéfico

El Ciclo Salón Auditórium se hará los miércoles. En vez de pagar también se puede llevar un litro de leche.
Martes, 22 de junio de 2021 21:34

Hoy comienza el Ciclo de Teatro Salón Auditórium. Hasta el 28 de julio, siempre a las 21, se presentarán seis elencos salteños en la sala ubicada en la avenida Belgrano 1349, con un aforo limitado como medida de prevención para frenar la propagación del Covid-19.

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Hoy comienza el Ciclo de Teatro Salón Auditórium. Hasta el 28 de julio, siempre a las 21, se presentarán seis elencos salteños en la sala ubicada en la avenida Belgrano 1349, con un aforo limitado como medida de prevención para frenar la propagación del Covid-19.

Organizado por la Representación de Salta del Instituto Nacional de Teatro y la Secretaría de Cultura de la Provincia, incluirá a grupos que fueron beneficiados con el Podestá 2, un plan de emergencia que busca paliar la situación de suma fragilidad en la que se encuentran a raíz de la pandemia las comunidades teatrales independientes del país.

Esta noche subirá al escenario “El reflejo de una mirada perdida”, del grupo taller “Alma y cuerpo”. “Las voces que nacen en la mente de Carlos lo llevan a la oscuridad... Pero hay algo más... ¿Podrá encontrar la manera de escapar?”, provoca la elocuente sinopsis de este texto escrito por Héctor Jesús Salva y codirigido por él y Dalma Arroyo. Actúan Federico Valdecantos, Virginia Nieva, Mercedes Nieva, Dalma Arroyo, Rita Vera, Verónica Colque y Pía Lamas y Nahuel Gil (las voces).

“El reflejo de una mirada perdida”, de Héctor Salva.

Mientras que el 30 se repone “Viajadas”. ¿Quién no querría conocer la Ciudad Luz? ¿Quién no querría ser artista por una noche y desplegar una vocación dormida con la impunidad que nos da el ropaje de turista? A veces el universo conspira para que nuestros sueños más descabellados se alineen.

Cuatro amigas deciden viajar a París, emocionadas hasta la médula por presenciar el show de aniversario del famoso Hotel Lumière, único en el mundo con categoría diez estrellas. Más grande que la expectación por la grandiosa fiesta será la sorpresa de estas mujeres al recibir la invitación de reemplazar a las artistas contratadas para animar al público, las que no podrán asistir. A pesar de las idas y venidas, el cuarteto no se perderá la oportunidad de dejar una huella indeleble en la historia de París.

En diálogo con El Tribuno, Barrientos contó que la idea surgió de una juntada con amigos artistas, de esas que en un momento se transforman sin predeterminación en una usina de creatividad. También de su deseo de volver a lanzar una obra del género.

En el varieté clásico se van sucediendo números artísticos cuya única relación es la propuesta de ver un espectáculo diverso, por lo que conlleva una complejidad especial: la de integrar los cuadros en un nudo argumental. Así el director propone que los actores se encaminen en una misma estética o armonía. Barrientos ya tiene experiencia en el rubro.

“Viajadas, una aventura inesperada”, de Iván Barrientos.

El primero fue el music hall “Full de ases” (2008), que marcó un antes y un después por la presencia sobre el escenario de Georgina Mons, la primera vedette transgénero salteña. Luego vinieron “Ellas solo quieren divertirse” (2009), “Psicodélica Star” (2013) y “Psicodélica Superstar” (2016).

“El varieté, la revista o el music hall, es un género que me gusta mucho por la expresión y la libertad que permite, desde un texto pasando por una coreografía y hasta la puesta en escena”, definió Iván.

El varieté posibilita también una relación más intimista con el público, un contacto más cercano debido a que los actores suelen interactuar con los espectadores, incluso el modo como se resuelve una situación improvisada por alguno de los actores o por un integrante del público es lo que más se aplaude. “Este es un tipo de espectáculo que le gusta mucho a la gente porque va a divertirse. Hacer humor sin caer en lo chabacano o vulgar por ahí cuesta un poco más. Es más fácil decir malas palabras e insultar; pero, justamente, no es la idea, sino conjugar lo actoral y lo coreográfico para que sea arte”, explicó Iván. Actuarán Maxi Sosa, Ana M. Rodríguez, Gala Chow, Raquel Guzmán, Rebeca Ibáñez y Mercedes Nieva. “En pandemia solo pude trabajar muy poquito, de manera on line; pero no es lo mismo y las chicas no se acostumbraron. Y cuando se fueron flexibilizando las restricciones aprovechábamos para hacerlo presencial, pero fue caótico”, se sinceró Barrientos, consultado por el terrible 2020, de parate casi total para el sector, y la denominada nueva normalidad, que plantea escenarios cambiantes cada semana. Sin embargo, la esperanza para él continúa abriéndose paso como un haz de luz. “¡Esto de volver al teatro es una emoción muy linda! Volveremos a estar en contacto con la gente a pesar de que la capacidad del teatro estará a un 30 o 40%”, dijo.

El 7 de julio será el turno de “Lo aposté porque era mío”, del grupo Cable a Tierra, de Carlos Delgado. En ella actúan Patricia Garzón, Ivana Martínez, Sandy B. y Tere Del Valle. En esta comedia de enredos cuatro amigas descubren que están enamoradas del mismo hombre, al que deciden apostar para ganar su amor, con un final inesperado para todas. “Los ensayos virtuales son difíciles porque el teatro es un arte presencial y de grupo, que se hace con y para el otro. Uno crea con el otro y se produce un efecto de acción y reacción, pero, por suerte, hemos vuelto a la presencialidad”, dijo Delgado.

“Lo aposté porque era mío”, de Carlos Delgado.

Entrada solidaria

Para todas las funciones, el valor de la entrada es de $100 o la donación de un litro de leche larga vida, que será destinado al comedor Jesús te ama, ubicado en Atocha III. Los ingresos estarán a la venta en la boletería de avda. Belgrano 1349, dos horas antes de cada función.

El comedor Jesús te ama fue protagonista de la historia más inspiradora que halló este medio para contar en 2013. Los niños de Atocha III pasaron de almorzar en el suelo a ser contenidos en un centro que no solo les suministra alimentos, sino que les devuelve la conciencia de gestionar cambios para sí mismos. Les restituye la preponderancia de “volar alto y acompañados”.

Además de las 480 raciones que vuelven posibles a diario 15 cocineras y voluntades que acompañan siempre o que van pasándose la posta, allí también se alimentan la mente y el espíritu. Temporada en que el visitante vaya encontrará a los voluntarios dictando cursos de oficios, talleres de alfabetización, literarios y de educación sexual integral, actividades de recreación (cine, teatro y festejos). A las mujeres ayudándose unas a otras a levantar sus casas. A todos en jornadas de limpieza barrial o en cadenas de oración por la salud de alguien.

Como repite esa mujer que lo dirige y que se agiganta si se la ve con ojos de niño, Adriana García, el comedor Jesús te ama afortunadamente en tiempos de pandemia sigue “de milagro en milagro”. Y los espectadores del Ciclo del salón Auditórium son llamados a prestar su colaboración.

Más propuestas

El Ciclo de Teatro Salón Auditórium continuará el miércoles 14 de julio con “Amelita”, del grupo NN Teatro. Una mujer anciana y una joven, tan sencillas que las injusticias sociales repetidas y consagradas, la resignación, el miedo, a veces la ignorancia, las acostumbra en su vulnerabilidad a vivir sus días como si fueran seres intrascendentes, como si su dolor o sus carencias no importaran o fueran casi lógicas. Porque así es la vida de la mayoría de los pobladores en los adentros de nuestra Salta. Actúan Daniel Gauna, Liliana Castro, Alejandro Vieyra, Carolina Córdoba, Fiona Gauna, Ailín Cardozo y Valentín Montiel, dirigidos por Nena Córdoba.

“Amelita”, del grupo NN Teatro, dirigido por Nena Córdoba.

Ella le dijo a este medio: “Estoy muy contenta que gracias al INT podamos estar en una sala pública y sin costo de sala, que es algo que no ocurre nunca y que por la pandemia tuvimos la suerte de poder disfrutar. Sería genial que el Gobierno de la Provincia dispusiera esto como una costumbre, porque es lo que corresponde, a demás, que el teatro salteño tenga acceso a las salas públicas”.

“Amelita” se estrenó por streaming durante la última edición del Festival de Actores Independientes de Salta, por lo que aunque no se presentará ante el público por primera vez, sí se ejecutará por vez primera en forma presencial. “Para nosotros estrenar en versión teatral un producto hecho durante el aislamiento social preventivo y obligatorio en con tecnología elemental de celulares, transmitido en vivo por streaming y desde nuestras casas, solos, cuidando las burbujas de trabajo, es un placer y una experiencia única. La pandemia no pudo cortarnos las manos y ahora con el público al frente será maravilloso”, reflexionó.

El miércoles 21, pero excepcionalmente a las 18, pisará las tablas “Fedro y el Dragón”, de La Faranda Títeres. La obra fue estrenada el 7 de junio de 2008. Desde entonces ganó siete premios Atina, reconocimiento nacional entregado por la Asociación de Teatristas Independientes para la Niñez y la Adolescencia, cuatro premios Latea y el Premio Nacional Javier Villafañe 2014 a la trayectoria y la calidad por la Región NOA. Además resultó ganadora de la Fiesta Provincial del Teatro Salta en 2018.

La Faranda es una compañía especializada en títeres mecánicos. Sus puestas en escena están alejadas de la tradición del género. Cuentan con diferentes niveles escénicos, un impactante despliegue técnico y muñecos que alcanzan un metro de altura los menores.

“Fedro y el Dragón”, de La Faranda Títeres.

Ellos hablan, empuñan espadas, mueven objetos, cantan, navegan y se traban en lucha.

La obra transcurre en la Edad Media. Fedro es un escudero joven, entusiasta y lleno de sueños. Confía en su señor y lo admira. Tiene una espada, un amor imposible y un defecto de dicción notable: cambia la “p” por la “f”. Es un escudero más de todos los que vivieron en una época de castillos, batallas, pestes, princesas, unicornios y dragones. El dragón es un monstruo inmenso y temible que inexorablemente debe cumplir con su designio de destrucción y muerte. Avanza sembrando el terror. Un día Fedro y el dragón se encuentran y se produce un duelo...

Su primera instancia participativa en la Fiesta Provincial del Teatro coincidió con sus diez años de vida y el recambio del dragón y el Caballero Claudicante, además de una renovación del vestuario.

Fernando Arancibia, de La Faranda, señaló que ellos no siguen ninguna línea de los titiriteros argentinos, sino que su labor se emparienta más con el teatro de actores. “Acá se usa mucho el títere de guante y son conocidos en el mundo los titiriteros argentinos por ser solistas. En cambio nosotros hacemos títeres mecánicos”, definió. A su lado Claudia Peña, cocreadora del grupo que ya tiene 24 años de existencia, subrayó que con su quehacer teatral y siete obras en el repertorio, ellos demuestran que los títeres no se circunscriben a un universo infantil. “Nosotros tenemos mucho público adolescente en las escuelas. Como se trata de un escudero de la Edad Media, ellos tenían entre 15 y 16 años y como referente adulto -casi como un padre- al caballero que los tenía a su cargo. Este los entrenaba, los hacía estudiar, los preparaba para una futura vida de caballero. Entonces era muy atractivo que el referente adulto no se comporte como modelo ético, sino todo lo contrario”, comentó. De allí que la obra, que conlleva líneas argumentales y de interpretación sencillas y completas de acuerdo con el ojo artístico del espectador, continúe generando empatía en el público juvenil.

“También en una época de crisis de los adultos era interesante el cómo nos comportamos los referentes adultos frente a los jóvenes, qué modelo somos en este momento. E hicimos una versión libre de un cuento de los hermanos Grimm que se desarrolla en la Edad Media y que tiene como protagonista a un escudero”, cerró Claudia Peña.

Por último, el 28, a las 21, estrenará “Otra vez polenta”, de Juan Francisco Nicastro, que también dirige a las actrices Kuki Zamar, Elena Petersen y Susy Traverso. Trata de tres mujeres, cada una con sus particularidades, encerradas en un lugar que no se sabe bien qué ni dónde es. Se suceden situaciones cómicas, mientras se debaten por salir, pero no pueden hacerlo. Juega con el tiempo y con la expresión que alude a la repetitividad.

“Otra vez polenta”, dirigida por Juan Nicastro.

“Después de un año de estar en la lejanía de la virtualidad, en la que rige el libre albedrío de ver o no ver, cortar, pausar, subir o bajar el volumen, se vuelve a la presencialidad, que es un ritual mágico. Hay toda una cuestión ritualista desde que comprás la entrada hasta que te preparás para ir al teatro, te cambiás, te perfumás, esperás a que te abran la sala, te sanitizan, te sentás... El teatro es aquí y ahora. No se corta como una videollamada, como una conexión porque están aquí y ahora, están los actores. Te miro, te escucho, te siento, te huelo… El actor para construir su personaje también necesita de esa sinergia solo te la da el teatro: el escuchar las risas, los silencios, la respiración del público. Eso hace que el teatro sea un lugar mágico de comunión, encuentro y de esclarecimiento”, reflexionó Nicastro. Luego invitó al público a vencer el temor de un presunto contagio y a asistir a las funciones, que se realizan bajo un estricto protocolo.

“El teatro es seguro porque queremos que nos veas, que vengas, esto lo hice para vos y quiero que compartamos este momento. Es muy difícil confiar y llevar público al teatro. Pero muchos teatreros estamos preparados para decir: ‘No bajamos los brazos, algunas producciones son extraordinarias’”, concluyó.

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