En la jornada del miércoles, en el marco del proceso de enjuiciamiento contra la Defensora Oficial Civil Rosa Fabiola Díaz, de Tartagal, se presentaron los testimonios de varias personas que sufrieron "abandono" por parte de la Defensoría (cuya responsabilidad y razón de ser es garantizar el acceso a la Justicia a las personas de bajos recursos).
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En la jornada del miércoles, en el marco del proceso de enjuiciamiento contra la Defensora Oficial Civil Rosa Fabiola Díaz, de Tartagal, se presentaron los testimonios de varias personas que sufrieron "abandono" por parte de la Defensoría (cuya responsabilidad y razón de ser es garantizar el acceso a la Justicia a las personas de bajos recursos).
Son 150 los casos con que se compone la acusación por mal desempeño e incumplimiento de los deberes del cargo en contra de la magistrada enjuiciada, acumulados en menos de tres años de gestión.
Las personas que se trasladaron desde Tartagal a Salta para declarar son cuatro y sus casos representan a otras decenas que aparecen en el proceso.
El primero se trata de un integrante de una comunidad originaria. IF (tal sus iniciales) es un cacique aborigen wichi que vive en extrema vulnerabilidad en las afueras de Tartagal. Su hermana, muy joven, falleció en 2016 en medio de enormes sufrimientos, sin un tratamiento adecuado por parte del servicio de Salud Pública y sin que la familia recibiera un diagnóstico de su estado. Todo hace suponer que se trató de un caso de mala praxis. El declarante pidió la tutela de sus dos sobrinos huérfanos. Durante cuatro años insistió sin encontrar respuesta y de ese modo no solo no pudo regularizar la situación legal de los menores, sino que tampoco pudieron acceder a una asignación universal a través de la Anses. Este beneficio fue concebido para garantizar un ingreso mínimo a los niños de los sectores más postergados. Para el cacique, también resultó inaccesible el derecho a iniciar una acción por daños y perjuicios por la muerte de su hermana, en representación de los huérfanos. Actualmente, la primera cuestión ha sido resuelta en menos de dos meses y se evalúa la segunda demanda.
ED es una vecina de Mosconi y su testimonio fue desgarrador. Ella fracasó en tres gestiones ante la Defensoría a cargo de Rosa Fabiola Díaz. Al fallecer su nuera, ella debió hacerse cargo de sus tres nietos, debido a que desde hace tiempo perdieron contacto con su hijo, el padre de los niños. Durante tres años solicitó sin obtener respuesta favorable la tutela de sus nietos, para regularizar la situación legal. Por otra parte, tampoco obtuvo respuesta para iniciar el juicio sucesorio por el fallecimiento de su hermana, de quien son herederos y que, además, dejó un seguro de vida a favor de la más pequeña de los nietos de la denunciante. Por la inacción de la Defensoría, ese seguro no fue cobrado y ha sufrido el deterioro propio de la inflación. La señora contó también su preocupación por el futuro de su otro hijo, quien padece síndrome de Down. Ella confiaba en que ese muchacho quedara a cargo de su nuera, pero como se ha dicho, la joven murió. La regularización de la herencia y la partición de bienes es una de las garantías legales que la testigo buscaba para su hijo.
Ante el jury, informó que los tres juicios ya fueron impulsados y explicó que por la demora sufrida por su nieta menor, que tenía la posibilidad de cobrar un seguro, debió soportar una muy importante desvalorización a causa de más de un año de inactividad, pese a encontrarse la documentación en poder de la Defensoría.
Siempre hubo menores afectados por las demoras
Los casos quedaban en el olvido pese a las urgencias y necesidades de los chicos
RVO vive en un barrio humilde de Tartagal, es padre de ocho hijos, siete de ellos menores de edad. Su mujer abandonó a todos hace unos años y él concurrió a la Defensoría Oficial Nro. 1 para iniciar los trámites por el cuidado personal unilateral de sus hijos, de modo que ellos puedan gozar de los beneficios asistenciales que prevé la Anses para su protección; entre estos, la pensión por maternidad que sigue recibiendo la esposa, quien se fue con toda la documentación. Concurrió a la Defensoría en tres oportunidades; le hicieron presentar la documentación en cada una de ellas sin que se haya podido iniciar los trámites de cuidado personal. Pasó tanto tiempo, que hoy cuatro de sus hijos ya son mayores de edad. No era tan difícil. Los hijos menores que viven aún con el testigo ya gozan del beneficio de Anses, la inscripción a la escuela y participan en programas educativos.
NP es una vendedora ambulante, quien convive con su hijo y su nieto. Con enorme esfuerzo habían logrado comprar un lote donde levantaron su casilla. Un grupo de vecinos los despojaron violentamente de una parte del terreno. Se había presentado en la Defensoría para iniciar interdicto de recobrar posesión y dejó entre su documentación un boleto de compraventa original, el cual había sido extraviado. Tras haber efectuado reiteradas denuncias por la violencia sufrida y que actualmente sigue sufriendo, y pese a haber presentado toda la documentación a la Defensoría en tiempo y forma, se produjo la prescripción de la acción. Actualmente la Defensoría está evaluando una estrategia constitucional para resolver el caso aplicando la perspectiva de género con miras a extender dicha estrategia a otras mujeres en igual condición que acudieron y tampoco recibieron respuesta.