Todos los salteños con ostomía tienen una cobertura del 100 por ciento en las bolsas y otros insumos por parte de las obras sociales y del sector público de salud.
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Todos los salteños con ostomía tienen una cobertura del 100 por ciento en las bolsas y otros insumos por parte de las obras sociales y del sector público de salud.
Semanas atrás, la Provincia adhirió a la Ley Nacional N§ 27071, promulgada a principios de 2015, que incluyó en el Programa Médico Obligatorio (PMO) la cobertura total de dispositivos o bolsas para personas ostomizadas según prescripción médica. El Senado sancionó la ley el 22 de abril último, luego de que Diputados diera su media sanción en noviembre de 2020.
La ostomía es una comunicación de una víscera hueca o de alguna parte del tubo digestivo con el exterior, que puede realizarse en la vejiga, el estómago, el intestino delgado o el colon y permite la excreción de deposiciones líquidas o sólidas hacia una bolsa.
Este procedimiento se necesita cuando las personas atraviesan problemas inflamatorios, traumáticos y ciertas enfermedades crónicas u oncológicas. Puede tratarse de algo transitorio o permanente.
Salta se convirtió en la novena provincia en adherir a la normativa nacional, luego de Jujuy, Tucumán, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro y Chubut.
Los costos
Los gastos que representan el valor de las bolsas y de los artículos para cuidar la piel son muy elevados como para que puedan afrontarlos las familias de manera particular.
En Salta capital, la bolsa más económica para colostomía -ostomía de colon- cuesta alrededor de 330 pesos, como mínimo y una impermeable, de buena calidad, vale alrededor de 580 pesos. Una persona necesita entre 30 a 60 de estas bolsas por mes.
"Tenía que llegar"
El cirujano coloproctólogo Cristian Ferreyra valoró que Salta adhiriera a la ley nacional. "Es una gran cosa, algo que tenía que llegar. Hay muchos más pacientes con ostomía de los que uno piensa, aunque es difícil precisar cuántos son".
Ferreyra aseguró que algunas obras sociales, como el IPS, ya proveían bolsitas y otros insumos necesarios antes de que se promulgue la ley en Salta, mientras otras lo dejaban al azar: "Es un puntapié importante para que el resto de las obras sociales lo hagan".
Según pudo saber El Tribuno, el IPS cubre el 100 por ciento de los gastos para los pacientes con cáncer, pero solo el 80 por ciento, a quienes tienen otras patologías.
El profesional mencionó que la provisión de bolsas en el sector público se hacía siempre de manera desordenada, contando a veces con los insumos que enviaba el PAMI a pacientes con sus ostomías ya cerradas.
Ferreyra lamentó que, a raíz de la pandemia, muchos pacientes con ostomía llevan más de un año esperando a que los operen. Como se trata de cirugías que no son consideradas de urgencia, se difirieron, en un contexto de emergencia sanitaria.
El médico evaluó que, "si bien la ostomía es algo complicado de aceptar, salva vidas".
"Es una forma de derivar lo más sucio que tenemos en el organismo hacia fuera", expresó y comentó que las personas suelen sufrir bastante al principio, sobre todo, las mujeres, a quienes les suele dar más vergüenza o miedo.
Vida común
El médico aseguró que las personas con ostomía pueden llevar adelante sus vidas de manera habitual: "He visto pacientes con ostomía que hasta hacen pileta. Mucho depende de cómo lo viven. Al principio los deprime mucho pero después algunos lo encaran bien y hacen una vida normal".
Aseguró que la colostomía sola no impide mantener una vida sexual activa ni es un límite para realizar ningún tipo de actividad.
Manifestó que hay muy pocas infecciones relacionadas con ostomías y que en la actualidad hay cremas, polvos, perfumes, geles y pastas que protegen la piel. Existen enfermeros especializados que enseñan los primeros cuidados.
Explicó que hay personas que tienen ostomías de por vida y otras que logran superarlas y comentó que esto depende muchas veces de quién haga las cirugías. Lo mejor es que sea alguien que tenga práctica en eso.
"Le salva la vida"
El médico especialista en coloproctología Walter García, quien se dedica a hacer cirugías en pacientes mayores de 16 años, contó que, al principio, suele haber depresión en los pacientes y el hecho de tener una ostomía "se convierte en un problema importante" tanto para él como para su familia, que es la que primero se ocupa de los cuidados.
Luego, el paciente aprende a usarla y a cuidarla: "Se hace una rutina diaria que no le molesta ni le impide una reunión social".
"Esto no es algo que va a llevar al paciente a la muerte", aseguró el profesional. Por el contrario, "esto le salva la vida y lo ayuda a sobrepasar el período agudo de la enfermedad", agregó.
Manifestó que es importante que la familia acompañe siempre al paciente con ostomía.
El profesional aseguró que en la actualidad disminuyeron la cantidad de colostomías definitivas y reveló que "hay muchas alternativas de tratamiento que permiten hacer la práctica de manera temporaria".
Comentó que en muchos casos los pacientes se acostumbran a vivir con la colostomía y no quieren hacerse la cirugía para reconectar el intestino por los riesgos que esto implica, sobre todo en personas mayores de 65 años y con comorbilidades, como fumadores crónicos, con EPOC, hipertensión o diabetes: "A veces, el paciente se acostumbra a tenerla y a cuidarse él solo".
Según dijo, eso sucede en el 40 por ciento de los casos: "Entre los pacientes mayores de 65 o 70 años, el 40 por ciento ya no quieren reconstruir el tránsito intestinal. El otro 60 por ciento, sí".
Quienes más se predisponen a la cirugía para restituir el tránsito del intestino son los pacientes más jóvenes, que quizás no tienen comorbilidades. Esto se hace cuando el paciente sale de su cuadro agudo y recupera su estado general.
Llaman a prevenir el cáncer de colon
La colonoscopía es un estudio seguro y eficaz para evitarlo.
El cirujano coloproctólogo Cristian Ferreyra comentó que una de las causas que pueden llevar a una colostomía es el cáncer de colon, cuando se opera de urgencia a un paciente que tiene un cuadro avanzado: “Como en general no puede hacerse una unión del tubo digestivo, eso genera que deba hacerse una colostomía”.
Según dijo el médico, el cáncer de colon es muy frecuente: es el tercero en incidencia en la Argentina, luego del de mama y del de próstata, y el segundo en cuanto a mortalidad.
Aseguró que se trata de un cáncer “muy prevenible” y que la colonoscopia es un estudio seguro y eficaz para evitarlo.
Explicó que es muy importante que mujeres y varones después de los 50 años de edad -o, incluso, después de los 45- se hagan un estudio de este tipo para detectar la presencia de pólipos que, con el paso de los años, pueden derivar en tumores malignos.
Según comentó, en todo el NOA, así como en las zonas alejadas del centro del país, los pacientes no suelen acceder a esta prueba, por lo que hay mayor incidencia de esta patología. En general, esto se debe a que el sistema de salud público no da abasto para cubrir a toda la población mayor de 50 años de edad. En Salta, estos testeos se hacen en los hospitales San Bernardo, Dr. Arturo Oñativia y Materno Infantil, pero no se logra cubrir a toda la población.
Si bien el consumo de fibra en general y las dietas equilibradas representan un factor protector frente a esta enfermedad, explicó que “el 75 al 80 por ciento de los cáncer de colon se consideran esporádicos y no se encuentra relación familiar o genética”. El 20 a 25 por ciento restante están relacionados con antecedentes que pueden ser familiares, genéticos o enfermedades predisponentes.