La empresa agropecuaria comenzó con un campo en la provincia de Salta adquirido en 1973 por el abuelo del actual presidente y accionista principal.
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La empresa agropecuaria comenzó con un campo en la provincia de Salta adquirido en 1973 por el abuelo del actual presidente y accionista principal.
En 1973 a Isaac Elsztain, un emprendedor de negocios mayormente urbanos, le ofrecieron comprar un campo en el departamento de Rivadavia, provincia de Salta.
Eran miles de hectáreas en una zona del país que todavía no estaba dentro de las que se destacaban por su producción agropecuaria.
Ese campo alejado de la zona núcleo agrícola ganadera es hoy “Los Pozos”, la joya de Cresud, la empresa agropecuaria que preside su nieto, Eduardo Elsztain.
Lo que fuera una “visión” y una apuesta al futuro, se convirtió en un proyecto que no solo fue exitoso, sino que sería la punta de lanza para que muchos productores del país se afincaran en Salta.
Hasta entonces era una provincia que parecía alejada de las áreas que ofrecían posibilidades de progreso y éxito en la actividad agropecuaria.
Hoy la realidad demuestra que Salta es terreno propicio para el agro y la ganadería, tal como lo interpretó aquel visionario de las inversiones y la producción.
Activo
La llegada de Cresud se produjo cuando esta empresa compró el campo de “Los Pozos”, que se convertiría en su mayor activo. Desde entonces, y realizando una importante inversión, Cresud puso en explotación miles de hectáreas y generó una importante actividad en la región, lo que a su vez creó miles de puestos de trabajo directos e indirectos.
Allí se producen soja, maíz, sorgo, y se ha comenzado a sembrar poroto, chía, sésamo y otras especialidades.
“La presencia de Cresud tiene un gran impacto en la salud de la población de Las Lajitas y sus alrededores. Construyó el Puesto Sanitario de Los Pozos, ubicado a 140 km del hospital, lo que hizo posible que toda la población del lugar tenga acceso a atención básica y odontológica”, dice Claudio Núñez, gerente del hospital Esperanza Burgos de Aguirre de esa ciudad. “También es fundamental su apoyo constante en el aporte de combustible para que los agentes sanitarios y ambulancias lleguen a las zonas aledañas a Las Lajitas, materiales y aparatos de aire acondicionado para la UCI, materiales de seguridad e higiene, etc.”.
El puesto sanitario que menciona Núñez es parte de un proyecto ambicioso: construir alrededor del casco de Los Pozos un nuevo pueblo. El núcleo lo conforman ya la escuela Mario Julio Elsztain, construida y donada por Cresud, las oficinas de la empresa y el puesto sanitario.
Los chicos de esa escuela, más de 150, tienen apoyo escolar clásico, pero también realizan actividades extracurriculares, como cursos interdisciplinarios de arte, de títeres, teatro, oficios, etc. O sea, todo lo que podrían recibir chicos de escuelas urbanas.
Por otro lado, gran parte de las provisiones e insumos necesarios para el campo son adquiridos a proveedores locales de Joaquín V. González y de Las Lajitas, lo que ha tenido a lo largo de estos años un impacto no menor en la economía de la zona.
El desafío de encarar un proyecto agrointegral
Hoy el núcleo laboral está integrado por trabajadores de la zona de Anta.
La siembra de chía en Los Pozos
“Hace más de 10 años que trabajo para Cresud. Empezamos siendo 10 personas y hoy, en épocas de mucho trabajo, llegamos a ser sesenta”, cuenta Fabián Luna, que hace mantenimiento de caminos, silos y de equipos de riego por goteo. “Llegamos desde Santiago del Estero pero hoy la mayoría de los empleados son de J. V. González, algo importante para nuestra empresa porque están cerca, conocen la zona, a los proveedores y a otras empresas que son parte de esta comunidad tan grande.”
Trabajo y tenacidad
En principio Los Pozos era un campo para ganadería, al que se llevaron rodeos de otros campos de la empresa.
No fueron pocas las dificultades que Cresud debió enfrentar para poner en marcha esa operación: en la zona había enfermedades endémicas que hubo que combatir, plagas de garrapatas, etc.
En 2010 Cresud compró una sociedad cuyo principal activo era el contrato de concesión del campo “Anta” (la parte norte), aledaña a Los Pozos, donde cultiva soja, maíz, etc. En la práctica, ambos establecimientos funcionan como una sola unidad productiva.
Cabe apuntar, entonces, que Salta siempre ha ocupado un lugar primordial en el desarrollo de Cresud. Fue el punto de partida para su crecimiento en el sector agropecuario. En Salta desarrolló un proyecto agropecuario integral, con un gran aporte de capital y de tecnología.
Muchos de sus accionistas llevan tres generaciones en Salta, y la empresa no tiene dudas de que el futuro le reserva más logros en esta provincia.