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El único plan es tratar de ganar las elecciones

Martes, 29 de junio de 2021 02:13

Faltando ya pocos días para las elecciones provinciales y nacionales, desde los gobiernos nacional y provincial piensan un poco con optimismo y otro con realismo que la situación sanitaria no los sobrepase, como lo viene haciendo desde el mes de marzo del año pasado.

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Faltando ya pocos días para las elecciones provinciales y nacionales, desde los gobiernos nacional y provincial piensan un poco con optimismo y otro con realismo que la situación sanitaria no los sobrepase, como lo viene haciendo desde el mes de marzo del año pasado.

El optimismo electoral del oficialismo se cifra en la cantidad de vacunas que vienen llegando y la promesa que serán muchas más, tratando de que una cantidad significativa de personas esté vacunada cuando vaya a votar.

Por otra parte, para la mayoría del electorado, y especialmente las personas de menores ingresos, preocupados por llegar a fin de mes y no perder el trabajo, solo quieren sacarse de encima el temor a contagiarse el virus

Sin vacunas, el oficialismo no podrá ilusionarse con un resultado positivo en las próximas elecciones, pero también saben que lo que terminará definiendo las elecciones será nuevamente la economía, para lo cual resta implementar una estrategia más agresiva que modere el malhumor de la mayoría de los argentinos.

Recientemente la consultora Analogias hizo una encuesta sobre las preocupaciones y problemas actuales de la gente, concluyendo en las siguientes prioridades: el temor a los contagios ocupa el tercer lugar, en segundo lugar les preocupa el colapso del sistema sanitario, pero el primer puesto es la inflación, concretamente la pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos.

Esta información echaría por tierra la creencia de que la relación directa entre la gente vacunada y el voto oficialista se podría producir, es decir el efecto vacuna se terminaría en el corto plazo y continuaría la preocupación por el empeoramiento de la economía. Y hay que saber que no existe el "voto gratitud": vacunar a todos es obligación del Gobierno.

"­Es la economía....!"

En el primer cuatrimestre las cifras de la macroeconomía dieron un resultado positivo por el incremento de los impuestos, especialmente a la riqueza extraordinaria, el mejoramiento de los precios internacionales de los comodities que exportamos (especialmente la soja) con los derechos de exportación y la recaudación de bienes personales, pero las perspectivas para el segundo semestre de este año son de un deterioro no solo de los números macro como de la escasa disponibilidad de dinero en los bolsillos de los argentinos. En la encuesta REM que realiza el Banco Central, entre economistas observaron que durante los dos últimos meses se notó una disminución en las expectativas de crecimiento de la economía y desconfianza en el pronóstico del 7% que realizo el ministro Martín Guzmán. Muchos creen que será apenas el 4% después de la caída del 9% del año pasado.

También la perspectiva de inflación la ubican para fin de año en 48%, muy por arriba de lo planificado en el Presupuesto de este 2021, con el correspondiente atraso de los incrementos salariales pactados.

Los gremios ya empezan a exigir la revisión de los aumentos y empiezan a notarse signos de rebeldía: anunciaron el final de la "fase responsable" y comprensiva que fue definida en su momento por el ministro de Trabajo al concluir las convenciones colectivas. Las organizaciones sociales han calificado de insuficientes los planes de asistencia anunciados por el Gobierno, que aumentó los montos de los programas. También se desvalorizan la tarjeta Alimentar, la AUH, la de embarazo, el plan Potenciar Trabajo, las becas, el plan Egresar, un nuevo plan Repro. El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en cuya gestión la pobreza y la indigencia crecieron sideralmente, ya explicó que no se puede repetir el pago del ingreso familiar de emergencia que tuvo un costo cercano al 1% del PBI. Y el activista social y funcionario Emilio Pérsico definió que "los subsidios son pan para hoy y hambre para mañana".

Los monotributistas también demostraron preocupación por el cambio de las reglas de juego y los ajustes en cada categoría. Al mismo tiempo, todo indica que los cambios tributarios imaginados se mantienen en el nefasto rumbo que ubica a nuestro país entre los de mayor presión impositiva y también entre los más imprevisibles, en ambos casos a nivel mundial.

Manteca al techo

A los gobiernos les preocupa sobremanera evitar que crezca el malhumor social por la disminución de los ingresos y una economía que empezó a bajar su crecimiento, que según estimaciones privadas la caída entre abril y junio 2021 sería del 2,5%, razón más que válida para implementar políticas expansivas con emisión monetaria

La estrategia de tonificar la actividad económica irá acompañada de una gran cantidad de pesos que se volcarán al mercado para activar el consumo interno, aunque sea por unos meses hasta llegar a las elecciones, medidas que contribuirán a generar la sensación de un nuevo rebrote de la actividad económica con la ilusión de haber pasado la traumática caída de la economía, es decir ofrecer una esperanza de que el futuro mejorará.

Medidas de mucho riesgo, ya que se toman sin medir demasiado los costos. Por lo menos cuatro son las medidas que está implementando el Gobierno, especialmente impulsadas por el ex ministro Axel Kicillof y el diputado Máximo Kirchner, con el objeto de recuperar la economía a través de una mejora del consumo interno, son:

a) Planes inflados: gran fortalecimiento de los planes sociales, con beneficios que aumenten a un ritmo superior a la inflación, con el objetivo de generar un impacto doble, por un lado se fideliza a los que reciben esta ayuda sin contraprestación alguna, estrategia clientelar, y por el otro lado todos los pesos que se vuelcan a esta franja de la población se entiende que vuelve al consumo rápidamente.

b) Subsidiazo: aumento de los subsidios económicos para lograr un semicongelamiento en las tarifas de servicios públicos, especialmente de agua y luz, para que la gente tenga más dinero para gastar, emisiones de moneda que aumentan considerablemente el déficit fiscal.

c) Salariazo: reapertura de paritarias con aumentos por encima del 40%, ya el jefe de Gabinete ratifico que en 2021 los salarios le ganarán a la inflación. Las empresas privadas con el proceso de recesión y aumentos de costos tendrán serios problemas para cumplir.

d) Medidas de crisis: programas específicos por la crisis, programas como el Repro para pagar parte de los sueldos en sectores perjudicados por la pandemia, el hecho de no aumentar retroactivamente el monotributo y generar mayores plazos por las cuotas vencidas son ejemplos de este objetivo.

Observamos que un arreglo con el Club de Paris o con el Fondo Monetario Internacional por el momento dejaron de ser prioritarios para el Gobierno, hoy el objetivo es ganar las elecciones, después de noviembre será otra preocupación, sin descartar un default. Vayamos pensando.

 

 

 

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