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Chantal Chalita: “Hay que entender que el medio ambiente está en tu vida”

Lunes, 07 de junio de 2021 02:24

El 5 de junio fue instituido como el Día Mundial del Medio Ambiente por las Naciones Unidas en la Conferencia de Naciones Unidas de Estocolmo en 1972. En esta ocasión El Tribuno organiza, entre el 8 y el 13 de junio, las jornadas “Hablemos de lo que se viene. Nuestro hábitat”, para abordar desde una mirada integral el cambio climático, sus impactos naturales, sociales, culturales, económicos y lo que significan para la comunidad.
El primer encuentro será mañana con Chantal Chalita. Una joven de 29 años que es ingeniera ambiental y da consultoría ambiental a empresas, especialmente a hotelería.
Su labor tiene una faceta social. Por medio de las redes sociales, talleres y conferencias concientiza e impulsa a la sociedad a solucionar los problemas ambientalistas empezando por uno mismo. 
Hace poco más de cinco años Chantal Chalita decidió involucrarse en el tema ambiental de lleno, llevándolo a las redes sociales con Green Me, su blog. Allí habla sobre todos estos temas, además contribuye a la creación del movimiento “ambientalista imperfecto”, con el que tiene por objetivo romper con el estereotipo que existe en torno a este concepto. A pesar de que no ha sido un camino fácil, Chantal reconoce que han sido muchas las gratificaciones, como el ver sus proyectos manifestados y funcionando, así como recibir correos todos los días de gente que la sigue. 
Originaria de Guadalajara, Chantal comenzó a interesarse en los temas ambientales después de que su hermano le mostrara el video “La historia de las cosas”.

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El 5 de junio fue instituido como el Día Mundial del Medio Ambiente por las Naciones Unidas en la Conferencia de Naciones Unidas de Estocolmo en 1972. En esta ocasión El Tribuno organiza, entre el 8 y el 13 de junio, las jornadas “Hablemos de lo que se viene. Nuestro hábitat”, para abordar desde una mirada integral el cambio climático, sus impactos naturales, sociales, culturales, económicos y lo que significan para la comunidad.
El primer encuentro será mañana con Chantal Chalita. Una joven de 29 años que es ingeniera ambiental y da consultoría ambiental a empresas, especialmente a hotelería.
Su labor tiene una faceta social. Por medio de las redes sociales, talleres y conferencias concientiza e impulsa a la sociedad a solucionar los problemas ambientalistas empezando por uno mismo. 
Hace poco más de cinco años Chantal Chalita decidió involucrarse en el tema ambiental de lleno, llevándolo a las redes sociales con Green Me, su blog. Allí habla sobre todos estos temas, además contribuye a la creación del movimiento “ambientalista imperfecto”, con el que tiene por objetivo romper con el estereotipo que existe en torno a este concepto. A pesar de que no ha sido un camino fácil, Chantal reconoce que han sido muchas las gratificaciones, como el ver sus proyectos manifestados y funcionando, así como recibir correos todos los días de gente que la sigue. 
Originaria de Guadalajara, Chantal comenzó a interesarse en los temas ambientales después de que su hermano le mostrara el video “La historia de las cosas”.

¿Cómo fue la elección de tu carrera?
Eso de ser ingeniera especializada en mercadotecnia es una historia muy divertida. A los 15 mi sueño más grande era ser modelo y mi mamá no me dejó. Entonces tuve que elegir en qué carrera me iba inscribir, hice un piedra, papel o tijera entre mercadotecnia, finanzas y negocios. Y ganó mercadotecnia, y la verdad es que me encanta vender productos. Ya cursando, en el segundo semestre me cambié a ingeniería ambiental, por un video que vi en YouTube que se llama “La historia de las cosas”, que habla de las cosas que consumimos y que cuanto más consumimos más infelices somos. Me gradué de ingeniería ambiental y los primeros trabajos que me ofrecieron fueron de mercadóloga. Y acá estoy 10 años después, trabajando de mercadóloga y por eso me especialicé.

¿Cuáles son los desafíos que tenés en cada uno de los proyectos que encarás?
La falta de creencia en estos temas, la desconexión que tenemos con el todo, donde parece que lo que nos interesa es hacer negocios y seguir en esta definición de desarrollo que tenemos, que no está equilibrada con los ecosistemas y con el mundo en el que vivimos. Traer esta nueva visión de un mundo un poco más integral a veces genera rechazo. Lo que está padre de haberme especializado en mercadotecnia es entender cómo funcionan el mundo y las ventas. Me encanta vender el medio ambiente. Siempre digo que soy productora ambiental, y entonces el medio ambiente lo desarrollo para que sea un proyecto viable. Entonces trabajo con el enemigo y vendo mis proyectos. Generar interés en las personas que por lo general no tienen interés. Y entrar donde los demás ambientalistas no han podido llegar. En vez de pelearme, pude combinar ambos y vender el ambientalismo consciente.

“El ambientalista imperfecto” fue una de tus campañas. Eso puede resumir el desafío que tenemos hoy. ¿Cómo definís a los nuevos ambientalistas?, ¿crees que hay una edad límite para emprender este camino?
Fue una campaña que desarrollé con tres amigas. Justo en mi historia personal, el intentar ser ambientalista durante la carrera fue muy difícil para mi. Hay un estereotipo muy marcado de qué se espera de un ambientalista y a veces esto puede generar rechazo y puede ser abrumador. Algunas personas se concientizan y antes de intentarlo se bajan del barco, porque les genera ansiedad. De hecho hay un término oficial que se llama ecoansiedad. El ser un ambientalista imperfecto da el rango de que sí haces algo mal. Y no es así, no hay una sola forma de hacer las cosas, está muy bonito esto de ser ambientalista imperfecto. Siempre digo que esto de ser ambientalista está en intentarlo. Y no tiene nada que ver con la edad, no hay límites ni estatus social ni rango ni mentalidad. Trato de transmitir en las conferencias de que todos somos ambientalistas, porque todo viene de la naturaleza, incluso nosotros. Todos somos ambientalistas, somos parte del medio ambiente.

Las nuevas generaciones llegaron con ideas diferentes sobre reciclado, cuidado de mascotas e incluso alimentación...¿de qué se dieron cuenta ellos que los adultos todavía no procesamos?
Sí, coincido en que las nuevas generaciones llegaron superdesarrolladas, pero creo que en nuestros padres y abuelos la definición de desarrollo que tenían no estaba integrada. Como que querían aplicar todo lo que iban aprendiendo, pero nunca medían las consecuencias de sus acciones. Y ahorita, con todas estas curvas de aprendizaje que ya tenemos, las nuevas generaciones ya sabemos que implica hacer algo y tenemos esta noción con la acción y su consecuencia. Esto nos hace querer ser más conscientes, de qué vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer para vivir mejor. Para entender que hay que vivir en equilibrio, que las cosas sí tienen consecuencias. Creo que nos toca la era de despertar y recuperar este tema de vivir y coexistir con el todo, que no solo sirven para nosotros sino que estamos interconectados y que podamos subsistir como especie. Por eso creo que las nuevas generaciones están más conscientes

El medio ambiente puede ir de la mano de la economía, ¿cómo podemos hacerlo?
Claro que sí. Siempre digo que soy empresaria verde y creo que la definición de desarrollo sustentable tiene que ser viable. Vivimos en un mundo financiero donde la moneda de cambio es el dinero. Simplemente tenemos que cambiar el modelo de economía lineal a economía circular, donde las materias primas se aprovechen al máximo, que no haya desperdicios de recursos. No estamos peleados con el sistema económico y el dinero, es que tenemos que equilibrarlo y hacer modelos más conscientes. En el cómo hacerlo hay que ver que la sustentabilidad, que es muy compleja y tiene que ser de forma integral porque es muy particular en cada caso. Lo que funciona en México no será lo mismo para Argentina u otro pueblo de México. Se tiene que analizar y buscar la cadena de valores del producto y en el servicio toda la parte social y económica del servicio y poder hacerlo de forma sustentable.
 
¿Cómo elegís las redes para darle vida al proyecto del cuidado del ambiente?
La verdad es que conocí Instagram y me casé con Instagram. Al principio escribía mucho en mi blog, en mi página web y la verdad es que no soy buena escribiendo, sino con los números. Instagram me encantó y el público tuvo reciprocidad, y luego llegaron los videos y conferencias en las plataformas virtuales. Casi que me escogieron y fue una adaptación mutua.
 
¿Cuáles son las acciones concretas que se pueden llevar adelante para cuidar nuestro espacio?
Las acciones son entender que el medio ambiente está en tu vida y las decisiones de todos los días, y el secreto está en reducir, reducir, reducir todo ese consumo innecesario de materia prima, todo ese producto y empaque. Apoyo además consumir productos locales, porque apoyamos a nuestra economía y reducimos la huella de carbono de un producto servicio porque acortás ese ciclo de vida de un producto. El consumo local es básico en la sustentabilidad. Bajar el consumo de carne, comer productos de temporada y tener una vida más natural. Creo que en todas las áreas de nuestra vida hay una forma de hacer mejor las cosas, es buscarlo, es intentarlo.

Desde tu punto de vista, ¿cuáles son las carreras del futuro que no dañen el medio ambiente?
Creo que son las mismas solo que enfocadas en un tema sustentable. En mi carrera tuve marketing ambiental, economía ambiental, derecho. Todo. Hasta en medicina hay que equilibrarse con la parte holística y el tema de los dentistas, que ya buscan cómo dañar menos. El medio ambiente es la base de todo.

Desde que despertamos y tomamos nuestro desayuno debemos tener algunos tips para dar el primer paso en el cuidado de nuestro medio, contanos cuáles son esos tips...
Siempre he dicho que la contaminación son malos hábitos. Para una rutina más consciente, desde que despertamos podemos hacer la diferencia. Si empiezas a ver las cosas y ser consciente es la posibilidad de hacer la diferencia. Desde que te levantás, si dejaste enchufado el celular, los desconectás, te lavás los dientes y pensás de qué es tu cepillo, la pasta, el jabón que usás, los que consumes en el desayuno es producción local o no. Si comés en la oficina llevás tus cubiertos o usás descartables, llevás tu termo, qué tanto imprimes en la oficina, cómo viajas, la ropa que usas y si hacés intercambio o la desechás.
 

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