A modo de introducción, un diálogo:
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A modo de introducción, un diálogo:
¿ Cómo dices, Jean Paul Sartre?!!!!!
¿Qué estamos condenados(*) a ser libres los humanos?!!!!!!! (**)
-Entonces, Sartre, ¿la libertad es inherente a la condición humana y que por ello el hombre (persona), es absolutamente responsable del uso que haga de ella?
-Uyyyy!!! y ahora ¿a quién le echo la culpa?
-Mmmmmmm…….Va a ser complicado porque, "es inherente a la condición humana ser libres de actuar y definirnos constantemente". Estamos obligados a elegir dentro de nuestra libertad.
-Pero, ¿esa libertad es absoluta? ¿Me permite hacer todo lo que yo quiero?
-no, para nada, es la del hombre (la/el) no una libertad absoluta sino una "libertad responsable", que significa: "tengo" que hacer lo que "debo" hacer, no lo que "quiero" hacer.
Somos seres sociales que debemos apostar a la con-vivencia... a con-vivir, a vivir con-el-otro.
(*) "Condenados" como "voluntad del hombre", no de "no-libertad"
(**) Libro: " El existencialismo es un humanismo" de J.P. Sartre ( 1905-1980)
Saber convivir
La escuela es una institución que educa para la vida y en la vida hay que saber convivir.
Decirlo es sencillo, pero como institución social donde a diario se relacionan cientos de personas, vivir en convivencia resulta con frecuencia un dilema y más aún, cuando no se le da la necesaria atención a la transformación de los conflictos, la escuela se puede convertir en un territorio hostil para docentes, directivos, alumnos y padres de familia, por eso, la transformación de conflictos reviste en la actualidad una exigencia especialmente apremiante.
"Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia" ( Perrenoud, 1996 )
Al hablar del conflicto se requiere desarrollar una visión alternativa, fundamentada en valores públicos, democráticos y colectivos, que sitúe la existencia del conflicto como elemento consustancial e insoslayable del fenómeno organizacional, necesario para la vida y para el desarrollo organizativo de las escuelas.
El conflicto exige afrontarlo, porque puede generar debate y servir de base para la crítica pedagógica , como una "esfera de lucha ideológica y articulación de prácticas sociales y educativas liberadoras", dice el pedagogo español Juan Manuel Escudero.
El conflicto en las instituciones educativas puede verse desde distintas perspectivas:
-Desde una perspectiva de control: se califica el conflicto como una confrontación bélica, algo negativo, no deseable que hay que evitar. Esta negación del conflicto supone, en la práctica cotidiana, una toma de decisiones en manos de una minoría, y la despolitización de la institución y de sus miembros.
-Desde una perspectiva interpretativa: se rechaza la visión mecanicista, de predicción y de control del conflicto, por las interpretativas de comprensión, significado y acción.
-Desde una perspectiva crítica: el conflicto no solo se ve como algo natural, inherente a todo tipo de organizaciones y a la vida misma, sino, que, además, se configura como un elemento necesario para el cambio social.
El origen de los conflictos en las instituciones escolar, según Xesús R. Jares Jares se clasifican en cuatro tipos:
1. Ideológicas-científicas
2. Relacionadas con el poder
3. Relacionadas con la estructura
4. Relacionadas con cuestiones personales y de relación interpersonal.
¿Cómo abordamos la resolución positiva de los conflictos en las escuelas?
En primer lugar se debe renunciar al paradigma de ver el conflicto como algo malo, no deseable; es mejor cambiar de paradigma a la visión positiva del conflicto y de sus posibilidades de transformación e intervención por medio de la educación.
En segundo lugar, es el impulso de una cultura de paz cuyo objetivo es construir una nueva cultura y relaciones sociales donde la violencia no tenga cabida y es necesario desarrollarlo desde la educación básica combatir la violencia como forma de transformación de los conflictos porque es en esta etapa donde se comienza a desarrollar este tipo de constructos.
Una cultura de paz se asienta en el respeto a las diferencias, a la diversidad, a las diferencias culturales e individuales de los pueblos, en cuanto a todo ello son patrimonio de la humanidad, erradicar el carácter sexista eliminando el dominio valorativo del género masculino sobre el femenino y, sobre todo, la cultura de paz es incompatible con el adoctrinamiento, el dogmatismo y fundamentalismos de cualquier índole.
Conclusión
Es necesario e importante dejar de ver el conflicto como un problema y empezar a entenderlo como una parte natural de la convivencia humana, y por lo tanto, hay que aprender a transformarlos, no son buenos ni malos y de ninguna manera tienen que significar violencia.
La búsqueda de alternativas o acciones para transformar los patrones destructivos del conflicto en posibles a través de canales constructivos, que generen conciencia de los daños que provoca la violencia, fomentar la toma de decisiones responsables y justas, también en aumentar la autonomía de las partes involucradas en el conflicto para poder resolverlo y sobre todo en devolverle la palabra o voz a los involucrados.