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Cayeron 30% las ventas en las panaderías y “la tira” salva el mes

La suba de los alimentos por encima de la inflación favoreció la demanda del pan francés. Por el arrastre de la crisis, la gente dejó de comprar especialidades como masas y facturas.
Jueves, 01 de julio de 2021 00:44

El arrastre de las crisis económicas que no reconocen signos políticos en los gobiernos de turno más el broche de oro que le puso la pandemia por COVID-19 a la recesión de distintas actividades llevó al sector de las panaderías a una delicada situación económica.
Una marcada caída en las ventas, que encuentra a duras penas un respiro por la mayor venta del pan francés o tira, más el encarecimiento de los costos de producción y la siempre presente presión impositiva que obliga a las pymes a cumplir con las obligaciones a fuerza de planes de refinanciación de deuda, explican un escenario complejo para el sector.
La situación empeora cuando se suma el factor de la actividad informal, que ofrece mejores precios a los consumidores, amparados en la posibilidad de no cargar en sus productos los costos del empleo formal o el pago de impuestos.
El presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano, confirmó a El Tribuno que el sector de los panaderos sigue tan complicado como antes, pero que “quizás estas últimas dos o tres semanas de frío ayudaron a levantar un poco las ventas, pero no en los niveles de lo esperado o lo que se vendía antes de la pandemia”.
“No vemos que haya una baja de consumo en general”, indicó Romano, para luego aclarar que lo que “sí cayó es la demanda por especialidades”.
“Hay una caída de las ventas del 30 por ciento, sobre todo, en las panaderías del centro, como consecuencia del teletrabajo, las restricciones, el miedo de la gente a ir al centro. Mientras que en los barrios, al ser negocios de cercanía, la situación está más estable”, analizó.
Insistió en que esta caída se refleja mucho en lo que son las especialidades, ya que la docena de medialunas ronda los 400 pesos, aunque también se retrajo la demanda de pan de viena, hamburguesas y lactal.
El dirigente del sector puso de manifiesto que el pan francés se está vendiendo un poco más que antes como consecuencia de un mercado de los alimentos donde todo es caro y aumentó por encima de la inflación. “En este contexto, poder comprar un kilo de pan a 160 pesos y que con eso una familia de 4 o 5 personas resuelva, por ejemplo, la cena, si bien no es lo ideal es lo que suele ocurrir y sostiene las ventas del sector”, indicó.
Romano afirmó que “todo el rubro alimentos subió mucho, incluso por encima de la inflación. Pero no así el pan, y por eso es uno de los alimentos que más compra la gente, más en época de crisis”.
“El sector, como muchas pymes, viene arrastrando desde 2013 los problemas económicos, los cuales se acrecentaron exponencialmente con el gobierno anterior, durante el cual prácticamente se dolarizó el precio de los insumos y servicios, y eso nos generó mucha deuda, de la cual una gran parte fue impositiva”, reveló y dijo que “eso llevó a que el Gobierno lance moratorias porque la gente no está pudiendo pagar”.
Agregó que “en el medio, una pandemia y, si bien pudimos estar abiertos por ser esenciales, muchos de nuestros clientes, como hoteles y locales gastronómicos, cerraron; con lo cual cayeron mucho las ventas y perdimos muchos clientes, ya que no solo vendíamos para los pasajeros de los hoteles o clientes de restaurantes, sino para los mozos, conserjes o los empleados de oficinas en el centro, gente que se fue quedando sin trabajo, toda una economía que ya no está activa”.
El referente de los panaderos de Salta recalcó además que en el último tiempo tuvimos aumentos muy fuertes, como los de la grasa y la margarina, que subieron entre 100 y 150 por ciento en tres o cuatro meses. “Son subas totalmente desmedidas y, para mi gusto, totalmente injustificadas”. 
La situación expuesta lleva a que el sector no esté pudiendo pagar los impuestos, sino abocados a la moratoria, “por lo que en poco tiempo tendrán que lanzar una moratoria de los impuestos que no pudimos pagar ahora y eso nos lleva al problema de patear siempre los problemas para adelante”, dijo Romano.
Por eso consideró que “en algún momento el Gobierno se va a tener que dar cuenta de que es necesaria una quita de capital de deuda de las pymes porque, de lo contrario, no van a poder seguir”, y aclaró que “no es culpa de un gobierno, sino una acumulación de deudas que se van juntando”.

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El arrastre de las crisis económicas que no reconocen signos políticos en los gobiernos de turno más el broche de oro que le puso la pandemia por COVID-19 a la recesión de distintas actividades llevó al sector de las panaderías a una delicada situación económica.
Una marcada caída en las ventas, que encuentra a duras penas un respiro por la mayor venta del pan francés o tira, más el encarecimiento de los costos de producción y la siempre presente presión impositiva que obliga a las pymes a cumplir con las obligaciones a fuerza de planes de refinanciación de deuda, explican un escenario complejo para el sector.
La situación empeora cuando se suma el factor de la actividad informal, que ofrece mejores precios a los consumidores, amparados en la posibilidad de no cargar en sus productos los costos del empleo formal o el pago de impuestos.
El presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano, confirmó a El Tribuno que el sector de los panaderos sigue tan complicado como antes, pero que “quizás estas últimas dos o tres semanas de frío ayudaron a levantar un poco las ventas, pero no en los niveles de lo esperado o lo que se vendía antes de la pandemia”.
“No vemos que haya una baja de consumo en general”, indicó Romano, para luego aclarar que lo que “sí cayó es la demanda por especialidades”.
“Hay una caída de las ventas del 30 por ciento, sobre todo, en las panaderías del centro, como consecuencia del teletrabajo, las restricciones, el miedo de la gente a ir al centro. Mientras que en los barrios, al ser negocios de cercanía, la situación está más estable”, analizó.
Insistió en que esta caída se refleja mucho en lo que son las especialidades, ya que la docena de medialunas ronda los 400 pesos, aunque también se retrajo la demanda de pan de viena, hamburguesas y lactal.
El dirigente del sector puso de manifiesto que el pan francés se está vendiendo un poco más que antes como consecuencia de un mercado de los alimentos donde todo es caro y aumentó por encima de la inflación. “En este contexto, poder comprar un kilo de pan a 160 pesos y que con eso una familia de 4 o 5 personas resuelva, por ejemplo, la cena, si bien no es lo ideal es lo que suele ocurrir y sostiene las ventas del sector”, indicó.
Romano afirmó que “todo el rubro alimentos subió mucho, incluso por encima de la inflación. Pero no así el pan, y por eso es uno de los alimentos que más compra la gente, más en época de crisis”.
“El sector, como muchas pymes, viene arrastrando desde 2013 los problemas económicos, los cuales se acrecentaron exponencialmente con el gobierno anterior, durante el cual prácticamente se dolarizó el precio de los insumos y servicios, y eso nos generó mucha deuda, de la cual una gran parte fue impositiva”, reveló y dijo que “eso llevó a que el Gobierno lance moratorias porque la gente no está pudiendo pagar”.
Agregó que “en el medio, una pandemia y, si bien pudimos estar abiertos por ser esenciales, muchos de nuestros clientes, como hoteles y locales gastronómicos, cerraron; con lo cual cayeron mucho las ventas y perdimos muchos clientes, ya que no solo vendíamos para los pasajeros de los hoteles o clientes de restaurantes, sino para los mozos, conserjes o los empleados de oficinas en el centro, gente que se fue quedando sin trabajo, toda una economía que ya no está activa”.
El referente de los panaderos de Salta recalcó además que en el último tiempo tuvimos aumentos muy fuertes, como los de la grasa y la margarina, que subieron entre 100 y 150 por ciento en tres o cuatro meses. “Son subas totalmente desmedidas y, para mi gusto, totalmente injustificadas”. 
La situación expuesta lleva a que el sector no esté pudiendo pagar los impuestos, sino abocados a la moratoria, “por lo que en poco tiempo tendrán que lanzar una moratoria de los impuestos que no pudimos pagar ahora y eso nos lleva al problema de patear siempre los problemas para adelante”, dijo Romano.
Por eso consideró que “en algún momento el Gobierno se va a tener que dar cuenta de que es necesaria una quita de capital de deuda de las pymes porque, de lo contrario, no van a poder seguir”, y aclaró que “no es culpa de un gobierno, sino una acumulación de deudas que se van juntando”.

Replantear las condiciones

“Hoy no se está creando trabajo, y eso es algo que debería llamar la atención de la clase dirigencial: el empresariado no está queriendo invertir porque el costo laboral de tomar gente y los problemas que se generan en el empleo hacen que las pymes se replanteen lo que antes era natural”, advirtió.
Romano manifestó: “Yo considero que el empleado debe ganar más, porque es dinero que se vuelca al consumo, pero hay que sentarse con los sindicatos a discutir toda la otra parte que hace que la pyme no tome gente, que es la parte indemnizatoria, en torno a la cual hay una ‘industria’ que ha llegado a quebrar pymes por juicios laborales”.
Reveló que hoy están cerrando muchas panaderías, pero es difícil llevar un registro, porque no avisan: “Hay como una vergüenza a pedir ayuda o informar cuando salen del mercado, sobre todo las más chicas están cerrando”, lamentó y puso el foco en que “en esto influye mucho también la ilegalidad, donde las panaderías informales pueden vender a mitad de precio porque no tienen obligaciones y ese es un tema que el Estado tampoco ha resuelto”, cuestionó. 
 

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