Solo cuatro personas de 1.633 que fallecieron hasta hace unos días por COVID-19 en Salta tenían las dos dosis de la vacuna.
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Solo cuatro personas de 1.633 que fallecieron hasta hace unos días por COVID-19 en Salta tenían las dos dosis de la vacuna.
El dato debe llamar a la conciencia a quienes aún no han decidido vacunarse contra el coronavirus en la provincia, que desde hace semanas realiza una intensiva campaña de inmunización a todas las franjas etarias.
"De los fallecidos en la provincia solo cuatro tenían lo que llamamos inmunización completa, esto es las dos dosis, con más de 21 días de haber recibido la última. Es un porcentaje mínimo", destacó en diálogo con El Tribuno el jefe de Sala de Situación del Ministerio de Salud Pública, Miguel Astudillo.
En tanto que, con inmunización incompleta, o sea una sola dosis de la vacuna, fallecieron unas 200 personas desde el inicio de la pandemia.
Con 1.146 fallecidos por cada millón de habitantes, la provincia se encuentra por debajo de la media nacional, que es de 2.129. Esto significa además que es la segunda jurisdicción con tasa más baja con relación a la población, solamente por detrás de Misiones que tiene 359 defunciones por millón. Mientras que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el distrito con mayor tasa de mortalidad, con 3.415 muertes por cada millón de habitantes.
Cabe aclarar que los datos consignados en este informe, si bien son oficiales y en base al registro nacional, tienen carácter de preliminares; es decir que no son definitivos y podría haber cambios con el paso del tiempo. Astudillo dejó en claro que "cerrar cifras de mortalidad es una tarea muy complicada, que lleva tiempo porque hay que analizar los certificados médicos, evaluar las bases de datos una y otra vez hasta llegar a una conclusión que no tenga dudas para ser publicable". Por lo tanto, estos "son datos provisorios, ya que la información consolidada lleva más de un año de trabajo en situaciones normales (no pandémica)".
"Por ejemplo, los datos de mortalidad del 2020 recién se publican en 2022, siempre con un año completo de estudio para consolidar las bases de datos. En tiempos pandémicos creemos que tomará aún más tiempo", insistió el profesional.
Además, indicó que "esta es información de trabajo con un corte de datos al 22 de junio último, sobre defunciones por COVID-19 desde el inicio de la pandemia".
Dentro de Salta, el departamento que mayor tasa de mortalidad tiene es Los Andes, con 2.492 fallecidos por millón y, el que menos tiene es La Candelaria, con 310 (esto significa que si estos departamentos tuvieran un millón de habitantes, esa sería la cantidad de muertos que habrían sufrido). En tanto, la Capital tiene una tasa de 1.128 muertes por millón de habitantes.
El pico máximo de fallecimientos por COVID-19 en Salta el año pasado se dio en la semana epidemiológica 39, en el mes de octubre, con 135 defunciones en esa semana. Fue, además, el pico de toda la pandemia. Mientras que, este año, el pico máximo ocurrió en la semana 20, aproximadamente en julio, con 55 fallecidos, lo que representa cerca de un 30% menos en relación con el pico del año pasado".
Baja de la letalidad
A diferencia de la mortalidad, que es el cálculo que se hace de los fallecidos en relación a la cantidad de habitantes en general de una jurisdicción, la letalidad se calcula en base a los enfermos. En Salta la letalidad tuvo una baja importante en la segunda etapa de la pandemia.
"Del máximo que tuvimos el año pasado en la semana 40, cuando había una tasa de letalidad del 5% (esto es que de cada 100 personas enfermas de COVID-19, cinco morían); eso disminuyó a una tasa actual de letalidad de 2,5%, o sea la mitad. Eso es muy importante", remarcó Astudillo.
Además, se hizo el análisis de letalidad en menores y en mayores de 60 años. En el primer grupo hay un descenso que no es tan significativo: "Bajó de 1,5% el año pasado a 0,8% este año, porque en ese grupo no es tan importante la edad del paciente sino las comorbilidades, que son las que hacen que tenga una mala evolución la enfermedad", explicó Astudillo.
En tanto que, entre los mayores de 60 años, donde la edad es un factor de riesgo, esa letalidad bajó de un 21 al 14 por ciento, o sea 7 puntos. "Es un montón y es efecto de la vacuna", resaltó el jefe de la Sala de Situación del Ministerio de Salud Pública, y detalló que esto ocurrió "porque ese es el grupo que primero se vacunó y tiene la mayor cobertura, porque se han ido inmunizando y se logró ese drástico descenso, gracias a la vacuna".
No obstante, la de 60 a 90 años es la franja etaria con mayor cantidad de defunciones, siempre tomando los datos desde el año pasado. Este grupo es, al mismo tiempo, el que menos se enferma. En contrapartida, los que más se enferman son las personas de 20 a 50 años, que son las que tienen más actividad social y laboral y se contagian, pero son los que menos aportan a la letalidad de la COVID-19.
En todos los casos hay, además, un factor determinante, que es la presencia de enfermedades previas. En este sentido, la hipertensión, la diabetes y la obesidad son las tres primeras causas de asociación en las muertes por COVID-19, independientemente de la edad del paciente.
Finalmente, los hombres representan el 60% de las defunciones por la enfermedad en la provincia, una cifra muy superior a la de las mujeres.
Alerta por contacto con variante Delta
Salud Pública informó que el 8 de julio ingresó a la Argentina una persona, mayor de edad, que tuvo contacto estrecho con un paciente positivo para COVID-19.
La directora general de Coordinación Epidemiológica, Analía Acevedo, explicó que la persona fue hisopada en el aeropuerto de Ezeiza, tras su arribo al país con resultado negativo.
Al llegar a Salta el viajero fue aislado de inmediato y cumple con el confinamiento correspondiente. “Informan al Centro Nacional de Enlace de Argentina, la noche del 12 de julio, que el estudio de secuenciación genómica del extranjero pertenecía a la variante Delta, por lo cual el salteño es contacto estrecho de un positivo con la variante originada en la India”, indicó Acevedo.
Hasta el momento, la persona no presenta signos ni síntomas y se espera que transcurran 10 días desde su ingreso al país para realizarle un nuevo hisopado, para confirmar o descartar la infección.