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Jubilada le pidió “a Dios que se la lleve” mientras imploraba por atención del PAMI

Laureana Torres peregrinó por distintas entidades sanitarias para ser atendida ante la sospecha de coronavirus. 
Viernes, 16 de julio de 2021 18:00

“Ya le estoy pidiendo a Dios que me lleve antes de andar así”, imploró Laureana Torres ante los micrófonos de Radio Salta, a raíz del derrotero de situaciones que tuvo que atravesar para ser atendida por síntomas sospechosos de la COVID-19.

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“Ya le estoy pidiendo a Dios que me lleve antes de andar así”, imploró Laureana Torres ante los micrófonos de Radio Salta, a raíz del derrotero de situaciones que tuvo que atravesar para ser atendida por síntomas sospechosos de la COVID-19.

Ante la sospecha, la afiliada al PAMI se dirigió a su médica que no la atendió por estar con coronavirus. Allí comenzó su peregrinación por diferentes entidades sanitarias que le negaron atención y terminó automedicándose con remedios que la hicieron vomitar. “Dije, no voy más a ningún lado, me voy a comprar el remedio a la farmacia”, contó la jubilada que vive sola. Ante la persistencia de los malestares regresó a una clínica privada a la que ya había ido, finalmente allí consiguió el pedido de un hisopado y una receta para comprar medicamentos. “Está pésima la atención de los viejos.

Andar dando vueltas así, es una morgue el PAMI, los pasillos fríos y nadie te atiende”, terminó su relato entre lágrimas.

Ante la movilizante situación, Julio Romero, abogado de Codelco, intervino en el caso y se puso en contacto con las autoridades del PAMI para exigirles la asistencia inmediata de la jubilada. “Me reuní con la asesora de legales que dijo que lo iban a resolver, que enviarían una ambulancia con médicos para atenderla“, indicó Romero. Posteriormente, se comunicó con el letrado también personal del Samec que se comprometió en asistir a Laureana. “Me dijeron que necesitaba atención personalizada. Le dieron medicamentos y un inyectable, dijeron que si con eso no se sentía bien, era internación”, ahondó el abogado. 

Finalmente, Laureana fue atendida y se le diagnosticó un cuadro de faringitis.

Según indicó Romero, el caso de Laureana es una muestra más de lo que sucede con los afiliados del PAMI, situación que se habría agravado durante la pandemia. “Hay muchas quejas de jubilados, que no los atienden que los mandan de una clínica a otra”, aseveró el abogado. “No les ponen ni una silla para que se sienten y están todos parados”, agregó respecto a la atención de las oficinas locales del organismo nacional. Según pudo saber Romero en la reunión mantenida con el PAMI, “dicen que si les pagan a los médicos, pero los médicos dicen que no”. Más allá de ello, reconoció que Viviana Molina, directora del PAMI, se mostró “abierta” y le aseguró que ante “cualquier conflicto”, ellos estarían atentos para intervenir. Sin embargo, Romero indicó que no debería ser necesario     llegar a esta instancia.
 

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