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El bienestar animal existe cuando se cubren sus necesidades

La OIE estableció 10 principios generales para guiar con corrección el desarrollo de las normas de producción.
Domingo, 18 de julio de 2021 16:17

Por M. V. Julieta Fernández - Madero. M. Sc.

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Por M. V. Julieta Fernández - Madero. M. Sc.

Directora Laboratorio Carne NOA, FCAyV - Vio I+D-Ucasal

Bienestar animal se refiere al estado de un animal con respecto al ambiente. Según la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), un animal está en buenas condiciones de bienestar si está sano, cómodo, bien alimentado, seguro, puede expresar formas innatas de comportamiento y si no padece sensaciones desagradables de dolor, miedo o desasosiego.
Las buenas condiciones de bienestar de los animales exigen que se prevengan enfermedades y se les administre tratamientos apropiados; que se les manipule y aplique eutanasia de manera compasiva; que se les proteja, maneje y alimente correctamente. Existen elementos que pueden ser evaluados para determinar si se garantiza que el animal tiene cubiertas sus necesidades.
En 2012 la OIE estableció 10 principios generales para guiar el desarrollo de normas de bienestar de los animales de producción. 
1- Cómo la genética afecta la salud, comportamiento y temperamento animal; 
2- Cómo el ambiente físico influye en la aparición de lesiones y la transmisión de enfermedades y parásitos; 
3- Cómo el ambiente físico afecta el descanso, movimiento y expresión de comportamientos naturales; 
4- El agrupamiento social de animales debe realizarse con el objetivo de minimizar conductas agresivas y permitir las interacciones sociales positivas; 
5- Los efectos de la calidad del aire, temperatura y humedad en la salud y el confort; 
6- Garantizar el acceso a alimento y agua adecuados a las necesidades y adaptaciones;
7- Prevención y control de enfermedades y parásitos, con eutanasia humanitaria cuando el tratamiento no sea viable o la recuperación del animal sea improbable; 
8- Prevención y control del dolor;
9- Establecimiento de interacción humano-animal positiva; 
10- Garantizar la habilidad y conocimiento a quienes trabajan con animales. 
En estos principios se observa que garantizar el bienestar es amplio y multidisciplinario. Sin embargo, hay que dejar el claro que, el bienestar es una característica del animal, y no es algo que le podamos dar o brindar. Los humanos podemos ofrecer, mediante los sistemas productivos, las condiciones para que el animal se adapte o no a su ambiente y tenga un bienestar saludable o enfermizo. 
Las principales estrategias para evaluar el bienestar animal se basan en indicadores que pueden ser directos o basados en el animal, o indirectos o basados en el ambiente y los recursos entregados. 
Los directos pueden ser parámetros fisiológicos, que aportan información sobre el funcionamiento biológico (ej.: problemas de salud o estrés que se puedan determinar con mediciones fisiológicas como frecuencia cardíaca o respiratoria, temperatura corporal, etc.). 
También la medición de conductas del animal son indicadores directos, por ejemplo, conductas positivas observadas en animales indican un estado de bienestar, mientras que las negativas reflejan un estado de malestar. 
En cambio, indirectos podría ser la superficie destinada en el corral para cada animal, los metros de bebedero por animal o la presencia suficiente de sombra o reparo disponible. 
Cada día más consumidores requieren calidad ética del producto, y están dispuestos a pagar un precio diferencial. Esta calidad ética se refiere al trato dado a los animales destinados al consumo e incorpora entre las exigencias para un producto cárnico un manejo que evite el sufrimiento innecesario de los animales (bienestar animal) durante las etapas de producción y sacrificio. 
Fuente: Bienestar Animal. Mota Rojas D. & col. Ed. Elsevier. 2016.
 

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