Charlotte Caniggia se animó a un trío sexual femenino en el reality mexicano Acapulco Shore. En una nueva aparición de la hija de Mariana Nannis en el programa más caliente de Latinoamérica en MTV, le dijo sí a un nueva experiencia sexual al borde de la sencura en el reality mexicano.
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Charlotte Caniggia se animó a un trío sexual femenino en el reality mexicano Acapulco Shore. En una nueva aparición de la hija de Mariana Nannis en el programa más caliente de Latinoamérica en MTV, le dijo sí a un nueva experiencia sexual al borde de la sencura en el reality mexicano.
Ya es sabido que a la hija del Pájaro le gusta ser el centro de atención haga lo que haga. Primero fue el reality Caniggia Libre junto a su hermano Alex en el que mostraba su vida llena de lujos y ostentaciones. Y ahora, con su participación en la octava temporada de Acapulco Shore una vez más sube la apuesta y va por mucho más.
Si bien el reality fue grabado durante abril, lo cierto es que comenzó a salir al aire en junio. Y en el capítulo de esta semana pudo verse a una Charlotte Caniggia decidida a todo con tal de ser la reina de todas las miradas.
Así, aceptó con gusto la invitación de dos participantes, Karime y Nacha, a hacer un trío sexual de chicas con muchos juguetitos para asegurar la diversión. Y Charlotte, lejos a espantarse aceptó encantada.
Todo esto sucedió la primera noche que pasó Charlotte en la casa de Acapulco, donde disfrutaron de un concierto privado y cundo terminó, el grupo siguió con la fiesta hasta que las tres mujeres decidieron retirarse a una habitación.
“Nos gustan los juegos de amigas y tenemos un pito cinturón, ¿querés venir esta noche?”, le dijeron Karime y Nacha a la hermana de Alex Caniggia. “Es jugar, es joder un rato, no es que sea lesbiana”, dijo después Charlotte como justificándose. “La del cinturon es muy raro, nunca la usé. Yo creo que estas chicas ya hicieron esto, ¿no?”, comentó también.
La mediática argentina se presentó ante los integrantes de la mansión contando que es hija del futbolista Claudio Paul Caniggia, pero nadie supo quién era. “¡Qué lindo! ¡Hermoso! Es re linda la casa”, dijo Charlotte, contenta, al ingresar a la mansión.