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El telescopio QUBIC llegará al país el lunes

El accidente de un buque en el puerto de Santos demoró por una semana su arribo.
Domingo, 04 de julio de 2021 02:34

Los componentes tecnológicos de QUBIC, el novedoso telescopio de microondas que se instalará en Alto Chorrillo, cerca del sitió donde las piezas del radiotelescopio LLAMA llevan más de tres años de literal abandono, llegarán al país el próximo lunes. Así lo informaron a El Tribuno fuentes de la Administración General de Puertos (AGP).

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Los componentes tecnológicos de QUBIC, el novedoso telescopio de microondas que se instalará en Alto Chorrillo, cerca del sitió donde las piezas del radiotelescopio LLAMA llevan más de tres años de literal abandono, llegarán al país el próximo lunes. Así lo informaron a El Tribuno fuentes de la Administración General de Puertos (AGP).

El arribo de las piezas del interferómetro bolométrico desarrollado en Francia estaba previsto inicialmente para el pasado 28 de junio, pero los estragos producidos el domingo 20 en el puerto de Santos (Brasil), donde el buque portacontenedores CAP San Antonio destruyó el muelle tras una accidentada maniobra, demoró su desembarco.

Los responsables de la colaboración internacional en la que participan 22 universidades, organismos científicos y centros de investigación de Francia, Italia, el Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos y Argentina esperan tener antes de fin de mes las piezas en la regional salteña de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

Allí, en un nuevo edificio que se construyó y equipó para funcionar como laboratorio de integración del proyecto Qubic, se realizará la puesta a punto del interferómetro antes de encarar su montaje definitivo en el cerro Vecar, a casi 4.900 metros de altura sobre el nivel del mar y a 22 kilómetros de San Antonio de los Cobres.

En este punto, la colaboración de QUBIC marcó claras diferencias con respecto a la de LLAMA, porque incorporó personal, ejecutó las obras necesarias en los tiempos programados y se aseguró en la regional salteña de la CNEA una sólida base de gestión local.

A la luz de los hechos, funcionarios del Ministerio de Ciencia y Tecnología, cartera que tiene asumidos compromisos ante contraparte brasileña de LLAMA, deberían empeñarse más en apurar la reactivación del proyecto que en seguir culpando al anterior gobierno por su paralización. En la gestión del mayor proyecto científico tecnológico del Mercosur, el gobierno de Alberto Fernández está siguiendo el repertorio de su antecesor. Es evidente que poco o nada cambiará si los funcionarios competentes siguen cerrados desde Buenos Aires a la idea de formalizar en Salta un respaldo institucional con poder de decisión, capacidad de gestión y personal dedicado. De otro modo difícilmente el proyecto LLAMA saldrá de su inexplicable letargo y el incipiente Polo Astronómico de la Puna caerá en el desinterés y la imprevisión. Para muestra, un botón: en su momento se informó oficialmente que la provisión de energía y comunicaciones estaba prevista para ser de uso común para todos los proyectos a radicarse en Alto Chorrillos y financiada, por tanto, de manera conjunta. Con la anunciada infraestructura sin avance alguno, el comité científico de QUBIC terminaron de proyectar la instalación de dos generadores eléctricos a gasoil de 100 kVA, junto a un tanque de almacenamiento de combustible de 20.000 litros y un sistema de comunicación (con una torre antena reticulada) para el funcionamiento del sitio del cerro Vecar. En este contexto, dos preguntas surgen inexorables:

¿Hasta cuándo las piezas del telescopio que costó 10 millones de euros seguirán abandonadas en Alto Chorrillos? ¿Por cuánto tiempo más el camino de acceso, las obras de infraestructura del observatorio LLAMA y el Centro de Apoyo Logístico construido en San Antonio de los Cobres estarán sin uso y expuestos al deterioro?

Hecho para probar la teoría del Big Bang

QUBIC es un singular telescopio de microondas que no trabajará con luz visible, sino con radiación que excede a la región de energía detectable por el ojo humano. Se trata, específicamente, de un interferómetro bolométrico desarrollado para encontrar, por primera vez en la radiación de fondo cósmico, el rastro de las ondas gravitacionales primordiales que tuvieron lugar tras la primera explosión del universo, hace 13.800 millones de años.
Detectar la radiación remanente del universo temprano, que tiene características específicas inequívocas, sería probar en concreto la teoría del Big Bang con datos duros y ciencia básica fundamental.
Alberto Erchegoyen, referente científico de Argentina ante el comité de QUBIC, explicó que los bolómetros son microsensores que trabajan a muy bajas temperaturas y que al detectar la radiación de fondo cósmico de microondas (RFCM) se calientan, cambiando así la resistencia eléctrica del material. De esta forma permiten su detección. El interferómetro bolométrico que se instalará en Alto Chorrillos operará dentro de un recinto cilíndrico (criostato), de 1,80 metros de alto por 1,60 metros de diámetro, que lo protegerá y mantendrá a una temperatura muy baja (-269ºC).
Estará abierto al cielo a través de una ventana de 45 centímetros de diámetro, concebida en polietileno rígido, que medirá en el cosmos. Las señales serán captadas por un conjunto de 1.024 fotodetectores de avanzada tecnología. 

Agujeros negros

El radiotelescopio LLAMA es una antena con forma de parábola, de 12 metros de diámetro, que se diseñó para realizar estudios astronómicos muy específicos, gracias a la altura de su ubicación en la Puna salteña. Si bien en el mundo existen telescopios similares, son pocos los que están localizados a alturas semejantes, un factor clave para complejos estudios que solo pueden realizarse con escasa presencia de oxígeno y vapor de agua en la atmósfera.
Con LLAMA se ampliarían estudios sobre la evolución del universo, los agujeros negros y la formación de galaxias.
 

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