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Confesiones sexuales del Joven Maravilla, el compañero de Batman

Burt Ward, el actor que interpretó a Robin suele recordar sus días de fama con humor y anécdotas increíbles.
Martes, 06 de julio de 2021 15:24

Es el Robin más conocido, el Joven Maravilla de la serie televisiva que triunfó en los años sesenta. Burt Ward, uno de los pocos del elenco original que aún vive, consiguió al inicio de su carrera, su papel más trascendente, casi el único. Alguien que no era actor y al que su primer personaje le cambió la vida. Pero que también dejó su figura tan asociada al universo Batman que después encontró pocas posibilidades.

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Es el Robin más conocido, el Joven Maravilla de la serie televisiva que triunfó en los años sesenta. Burt Ward, uno de los pocos del elenco original que aún vive, consiguió al inicio de su carrera, su papel más trascendente, casi el único. Alguien que no era actor y al que su primer personaje le cambió la vida. Pero que también dejó su figura tan asociada al universo Batman que después encontró pocas posibilidades.

Alguien le avisó que estaban buscando a un actor como él para una nueva serie. Amante de las historietas enloqueció cuando supo que iba a audicionar para Batman. Pero después se dio cuenta que las expectativas de quedarse con el rol no eran muchas. Una cuestión estadística: se presentaron 1100 candidatos. Los elegidos, ya sabemos, fueron Adam West y Ward.

Década del ‘60

La serie tuvo tres temporadas. Las dos primeras fueron enormemente exitosas. En total 120 capítulos entre 1966 y 1968. Los protagonistas se convirtieron en estrellas. Tenía un nuevo lenguaje. Camp, pop, humor, aventuras, las onomatopeyas; todo en colores fuertes y un aire inocente.

Burt Ward, en el momento del comienzo de Batman, tenía 21 años pero debía encarnar a un adolescente. El actor contó que los productores le dijeron: “¿Sabés por qué te elegimos? Porque Robin tiene tu personalidad. Queremos que delante de cámara seas igual que en la vida real”.

Apenas la serie se convirtió en un suceso apareció un problema impensado. La Liga de Madres Católicas a Favor de la Decencia se quejó. 

¿Cuál era el motivo de la queja? Los atributos masculinos de Robin, decían, se marcaban demasiado. Ese tema fue un grave problema hasta que un productor creyó encontrar la solución. Algo drástica debe decirse. Le exigió que tomara unas pastillas que achicarían su miembro. Un tratamiento hormonal para que las calzas del Joven Maravilla no distrajeran a las decentes señoras de la liga. Burt Ward cuenta que tomó las pastillas durante tres días. Su deseo de no dejar pasar la oportunidad, de vivir el sueño de ser un superhéroe y una estrella, creyó que bien lo valía. Pero sin decirle a nadie interrumpió el tratamiento.

La gran mayoría de estas historias, el actor las cuenta en su autobiografía. Juega todo el tiempo con la tensión entre él y Adam West (entre Batman y Robin) y con el clima de época: dos jóvenes estrellas de la televisión en los sesenta y el manejo de la idolatría y las relaciones sexuales con sus fans y otras estrellas.

Sin experiencia

Ward narra una larga serie de “hazañas sexuales” surgidas a partir de la popularidad. Burt era 17 años más joven que Adam West, su compañero. Su experiencia sexual era escasa, por no decir nula. Esa inocencia, ese candor fue una de las causas de que obtuviera el papel. A partir del éxito televisivo su vida (y en especial su vida sexual) cambió de manera rotunda. Y Adam West, Batman, fue quien lo guió en ese nuevo terreno: “Hasta la serie sólo había salido con unas pocas chicas pero nada había pasado. Adam me arrastró a las mayores aventuras sexuales que uno se pueda imaginar. De nada a todo. Eran los años sesenta. En medio de la

Revolución Sexual nosotros teníamos un éxito televisivo”, escribió Burt en sus memorias.
Las mujeres se abalanzaban sobre ellos. Muchas los preferían disfrazados. Querían sentir (o creer) que tenían relaciones con los superhéroes y no con los actores.

“Sucedían cosas mágicas. A las 7 de la mañana estábamos maquillándonos y un alud de mujeres nos invadía, nos rodeaba. Teníamos sexo detrás de los decorados, entre escena y escena, en nuestros trailers, en todos lados. Y los días que no rodábamos hacíamos presentaciones promocionales. Y en esos momentos todo se potenciaba. No parábamos”.

“Siempre hicieron chistes sobre nuestra relación. Y así seguirá siendo mientras se pasen los programas. A nosotros nos causaba gracia. Teníamos tantas mujeres, tanta actividad sexual que no hubiéramos siquiera tenido tiempo para una relación homosexual”, escribió Ward.

Después de interpretar a Robin, Burt Ward siguió intentando en el mundo de la actuación. Pero sus mejores años habían pasado. Participó en decenas de telefilms. Pero él siempre seguiría siendo el Robin pop, inocente y colorido que acompañaba al inmutable Batman de West.

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