La situación por las fiestas clandestinas en el norte provincial está fuera de control. El jefe de la Unidad Regional 2, Miguel Ceballos, informó a medios locales que se clausuraron dos fiestas clandestinas en la ciudad de Orán, una de ellas con más de 130 participantes.
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La situación por las fiestas clandestinas en el norte provincial está fuera de control. El jefe de la Unidad Regional 2, Miguel Ceballos, informó a medios locales que se clausuraron dos fiestas clandestinas en la ciudad de Orán, una de ellas con más de 130 participantes.
Durante el fin de semana se trabajó en todo el departamento. “Una de ellas con aproximadamente 130 personas, en un quincho ubicado en Sarmiento, entre Moreno e Hipólito Yrigoyen”. Cuando el personal policial arribo al domicilio mencionado, algunos de los concurrentes comenzaron a trepar las tapias, escapando del lugar, otros se tornaron agresivos dijo la máxima autoridad policial.
Ceballos confirmó que se logró demorar a 100 personas “Todos fueron trasladados hacia la comisaría 20, entre jóvenes mayores de edad, también menores de 17 años”. Dentro del quincho se observaron envases de bebidas alcohólicas, equipos de sonidos estos elementos que fueron secuestrados. También se detectaron fiestas clandestinas en la ciudad de Pichanal.
Por último el comisario se mostró preocupado por la falta de comprensión por parte de los ciudadanos y el poco compromiso.
Promoción y fiesta
Las fiestas de las promociones siguen siendo el foco del problema a la hora de controlar la cantidad de personas que se reúnen sin respetar el protocolo.
Una fiesta a todo lo que da de la promoción de un colegio secundario de la ciudad norteña se realizaba en la madrugada de ayer en la calle Alvarado entre Los Andes y La Rioja.
Alrededor de las 3 los efectivos policiales de la comisaría 20 detectaron a varios jóvenes que ingerían bebidas alcohólicas en la vereda del lugar. Seguidamente constataron que en el interior de un galpón había más adolescentes en situación de aglomeración, por lo que solicitaron refuerzos.
Los policías procedieron a tocar el portón de ingreso. Un adolescente lo abrió y les dijo que se trataba de una “fiesta privada”, luego cerró el portón y siguió el festejo, mientras algunos jóvenes se daban a la fuga.
Tras la autorización de la Fiscalía Penal, recién la Policía de Salta pudo proceder a realizar la clausura del lugar. Demoraron a más de 30 personas que se encontraban en estado de ebriedad y sin barbijos.