Ayer quedó inaugurada en Pro Cultura Salta (Mitre 331) una muestra de la artista y arquitecta Luisa Vicente Isola. La serie está compuesta por dieciséis obras creadas entre los últimos meses de 2020 y principios de este año. El público puede visitarlas de lunes a viernes, de 17 a 21, hasta el 20 de septiembre.
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Ayer quedó inaugurada en Pro Cultura Salta (Mitre 331) una muestra de la artista y arquitecta Luisa Vicente Isola. La serie está compuesta por dieciséis obras creadas entre los últimos meses de 2020 y principios de este año. El público puede visitarlas de lunes a viernes, de 17 a 21, hasta el 20 de septiembre.
En diálogo con El Tribuno, Vicente Isola relató que su vocación artística se despertó en ella a una temprana edad, cuando dibujaba de manera autodidacta. “En aquellos primeros años pintaba sobre tela con acrílico y óleo, expresiones especiales en el arte sacro, obras que oportunamente serán expuestas para la consideración pública de la cultura salteña”, anticipó.
Añadió que cuando cursaba la carrera de arquitectura en la Universidad Católica de Salta, de donde egresó en 1996, descubrió a través del Corel Draw un lenguaje informático y tecnológico con el que continúa trabajando. Recordó que se inició digitalizando y editando fotografías de sus trabajos en bastidor y ahora ya lleva siete años abocada al arte digital.
"Es importante tener la posibilidad de mostrar tu talento con otras herramientas y en otros estilos. Soy de aprender por mí misma, tanto en el arte como en el manejo del programa, al que uso desde hace 20 años”, especificó.
Acerca de cómo le surge la inspiración, si la encuentra trabajando o esta le arrebata otros momentos y obligaciones describió: “Esta una de esas preguntas que no sabes cómo contestarlas, porque la inspiración puede surgir en cualquier momento y de cualquier cosa. La pintura relaja, la pintura te llena de cosas, de emociones que tenés que sacar, a veces es la única manera que tenés para expresar lo que tenés adentro”.
Y sobre sus rituales de oficio, horarios, música y ambientes predilectos para trabajar, señaló que ocupa para crear las horas nocturnas, “porque son tranquilas y la mente puede divagar en forma sostenida. Procuro tener algún programa de radio durante esos momentos. Me paso horas y horas delante de la pantalla experimentando con todas las posibilidades del programa”. Sus obras se ven de entramados complejos. “Hay piezas que puedo hacer en cuatro horas cuando estoy emocionada. Hay otras que voy haciendo, jugando con la obra, le pongo un color y no me gusta y sigo jugando. Hay cuadros que maduran durante mucho tiempo en mi cabeza y luego salen rápido; no sé desde cuándo debería empezar a contar su duración. Otros se dilatan mucho en el tiempo”, describió.
En su declaración de artista Vicente Isola sostiene: “Desde su comienzo, mi trabajo ha sido una herramienta de introspección que me ha permitido navegar entre mis emociones, mis obsesiones y mis conflictos internos. Siempre he sentido que cada obra de arte me ofrece una oportunidad de tener una visión mucho más amplia y profunda de mi proceso de evolución personal, emocional y espiritual. Por tanto, en mi labor artística he intentado crear imágenes metafóricas de estados emocionales que me han permitido hablar de realidades tan ciertas como intangibles. Imágenes que invitan a ser examinadas a través de una contemplación profundamente emocional, que posicionan al espectador frente a su propia realidad. Lo invitan a conectar a través de ellas con su propio yo, permitiéndole tener otra percepción del mismo, otra forma de comprenderlo y modificarlo”.
En el exterior
Entre 2017 y 2019 ella participó de muestras en Estados Unidos (Nueva York), Suecia y Buenos Aires. Y en 2020 expuso en Art Mine by Agora Galery (Nueva York) y la Galería Arte Actual (Madrid).
El arte se ubicó entre los rubros más afectados por la pandemia desde que esta se desató en 2020, pero tal vez sea uno de los que salgan mejor librados de esta experiencia de desconcierto y encierro.
Durante el año pasado y lo que va de este los artistas se aliaron en dinámicas horizontales y en red que mostraron que otras sinergias en el mundo del arte son posibles. Y hubo otra visibilidad a partir de estas redes de intercambio. “A través de internet y con propuestas que diseñé llegué a muchas galerías de arte en el exterior, para posteriores exposiciones virtuales”, acotó Vicente Isola.
Puesta a evaluar el mercado del arte en Salta destacó que “no se ha desarrollado en sus necesarias realidades que favorezcan transacciones de las creaciones de artes plásticas. Desde el punto de vista del marketing, ¿cómo venderías tu obra? Siendo un arte tan personal, a muchos artistas les cuesta poner precio a su obra, ya que lo sienten como algo suyo. Es un punto difícil, es una ilusión que lleva uno dentro, es una forma de terapia, uno crea porque le hace feliz, cuando te dicen: ‘Ponele valor a esto’... Es difícil poner precio a algo que te nace de adentro”.